El ex ministro de Energía y Minería del segundo gobierno de Sebastián Piñera asegura que la nueva política del litio lanzada por el gobierno tiene graves fallas de diseño
JULIO NAHUELHUAL MUÑOZ
Juan Carlos Jobet ha seguido de cerca los vaivenes que han transformado el litio en un negocio clave para el país. Como exministro de Energía y Minería del segundo gobierno de Sebastián Pïñera inició un fallido proceso de adjudicación de cuotas de litio a privados hacia fines de su mandato, el que luego fue cuestionado y desechado por el entrante gobierno de Gabriel Boric.
Tras el anuncio de una nueva estrategia nacional del mineral, el actual decano de la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI) cree que la nueva política lanzada por el gobierno carece de un diseño adecuado.
“Esta estrategia tiene un sesgo estatista, no se sociabilizó con las comunidades y no tiene un apoyo político transversal”, afirma Juan Carlos Jobet.
- ¿Cuál es su primera impresión respecto de la estrategia nacional del litio lanzada por el gobierno esta semana?
- No me parece que esto califique como una estrategia. Una estrategia necesita objetivos, plazos, profundidad, recursos y muchas cosas que no aquí no hay. También no es buena señal que esto se haya hecho con tan poco diálogo con los actores involucrados, ni con las comunidades. Hemos ido aprendiendo que necesitamos una estrategia con un acuerdo amplio y transversal para que se sostenga en el tiempo. No me parece que sea un buen punto de partida.
- ¿Le parece bien el control estatal a todo evento que propone esta política?
- Es una propuesta que tiene un sesgo muy estatista y parte de una desconfianza en el sector privado. Asimismo, el gobierno va a mandar un proyecto con la creación de la Empresa Nacional del Litio sólo por cumplir, para crear algo que no se necesita. El gobierno no va a tener los votos para esto.
El Estado de Chile no tiene ninguna capacidad de operar una empresa de litio. No tiene los conocimientos técnicos, las redes comerciales, los equipos humanos, ni la institucionalidad. La idea de que hay que hacer todo con el Estado para que este capture las rentas, no es buena. Los contratos de arrendamiento en el salar generaron enormes beneficios económicos para el Estado.
Esta estrategia tiene un sesgo estatista, no se conversó con las comunidades y no tiene apoyo político trasversal.
- La propuesta también pone a Codelco a y Enami como actores del proceso…
- Por un lado, la Enami es una compañía que tiene enormes dificultades para sostener su propio negocio actual y menos a va a poder involucrarse con éxito en el mercado del litio. Salvo el 2021, la empresa no ha tenido ganancias en los últimos 10 años. Codelco, a su vez, es una empresa que tiene muchas capacidades, pero también tiene muchas exigencias: tiene un CEOL desde 2018 (en el salar de Maricunga) y no hay nada muy concreto que mostrar. Por eso, involucrar a estas dos compañías en este ejercicio no tiene mucho sentido.
- La idea de que el Estado negocie con SQM una extensión del contrato que le permita la Estado capturar un porcentaje más alto de las rentas ¿puede tener sentido?
- Pero, ¿por qué tendría que hacer eso Codelco y no la Corfo, que es la contraparte del contrato? Es difícil de entender. No sé si alguien revisó con calma cual es el mecanismo legal para que Codelco cumpla ese rol. No sé si esta idea de que Codelco negocie en nombre de la Corfo tiene sustento legal en el marco de las instituciones públicas. Lo otro que no tiene sentido es pedir a los privados que hagan más esfuerzos en salares que son más difíciles de trabajar que el de Atacama.
- En resumen, usted ve más debilidades que fortalezas a esta política...
- Le veo muy pocas fortalezas. Como decía, abrir una ventana para negociar con SQM puede ser razonable si se hace bien, pero la exigencia de que el Estado es el que tiene que controlar es un tremendo error. Si controlar significa que el Estado va a empezar a operar lo que hoy día es SQM es un mal camino. La empresa en materia de gestión hace muy bien su trabajo operacional, de monitoreo medioambiental, comercial, etcétera. Si se quiere que el Estado tome control de esa operación, es un tremendo error.
Hay muchos detalles de esta estrategia que no se han trabajado y me temo que vamos a pasarnos los próximos tres años discutiendo esto. Salvo que la negociación con SQM prospere, lo que me parecería bien, vamos a pasarnos el resto de lo que queda de este gobierno sin avanzar en nada en aumentar la recaudación del litio, que es lo que nos debiera motivar.
- El expresidente Piñera intentó dos veces licitar y no funcionó. ¿No es este un mejor camino?
- Las licitaciones que se trataron de hacer eran el camino correcto, pero nosotros debimos haber socializado más la estrategia con otros actores para que tuviera apoyo político transversal. Es por eso que el hecho de que esta estrategia no se haya sociabilizado con los actores es un error. Es como no aprender del pasado, además de todos los problemas de diseño que tiene.