Así como se debate el éxito de Chile con el cobre y cómo Argentina habla de potencial por las consecuencias de obstáculos burocráticos, con el litio pasa lo mismo pero al revés. La Cordillera divide potencialidades, experiencias y decisiones políticas que pueden impulsar o frenar el desarrollo.
Según informa Lucila Sigal en Reuters, Argentina atrae inversiones de empresas mineras, desde China hasta Canadá, con un modelo de negocios promercado. Por el contrario, la vecina Chile anunció la semana pasada un modelo público-privado controlado por el Estado que espantó a los inversores. Por su parte, Bolivia mantiene desde hace décadas un estricto control sobre sus inmensas aunque mayormente inexplotadas reservas de litio, mientras que el año pasado México directamente nacionalizó sus yacimientos.
“Argentina otorga concesiones de explotación desde hace 10 años”, dice Franco Mignacco, presidente de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM). “Por eso hoy tenemos esos niveles de inversión y desarrollo de litio, y la oportunidad de seguir creciendo”.
Mignacco calcula que las 40.000 toneladas de carbonato de litio que produce Argentina anualmente podrían triplicarse hasta alcanzar las 120.000 toneladas para el bienio 2024-2025, superando la producción de China y acercándose a las 180.000 toneladas que produce anualmente Chile.
Esa cifra se alcanzaría por el impulso de nuevos proyectos mineros que entrarán pronto en funcionamiento y que se sumarán a los dos que ya están produciendo. Argentina tiene seis proyectos de explotación de litio en construcción y 15 proyectos más en la fase de exploración y evaluación de factibilidad, señala Mignacco.
CHILE Y LAS DECISIONES ANTI MERCADO
La decisión de Chile de nacionalizar su industria del litio agrega incertidumbre al suministro para los fabricantes mundiales de automóviles, que se enfrentan a una escasez de materiales para las baterías de los vehículos eléctricos, y podría hacer más urgente buscar nuevas fuentes del metal, según la nota de Nick Carey en Reuters.
Aunque hay nuevas empresas que trabajan en baterías de iones de sodio que podrían ofrecer una alternativa más barata para los vehículos eléctricos, durante muchos años la industria automovilística dependerá por completo del litio para sus baterías.
Los principales ejecutivos del sector han advertido de una crisis en la cadena de suministro a mediados de la década, ya que los principales fabricantes de automóviles del mundo planean gastar casi 1,2 billones de dólares hasta 2030 para desarrollar y producir millones de vehículos eléctricos.
"Los fabricantes de automóviles pueden ser más cautos a la hora de comprometerse a acuerdos de suministro de litio de Chile hasta que esté claro cómo será la nacionalización", dijo Caspar Rawles, director de datos de Benchmark Mineral Intelligence.
"La mayoría de los fabricantes de automóviles habrán estado buscando una cartera diversificada de suministro regional antes de esto de todos modos, pero tal vez esto hace que otras regiones sean más atractivas", agregó.
David Brocas, fundador de la empresa de asesoramiento sobre la cadena de suministro de minerales Voltaire Minerals, afirmó que los metales de las baterías se están convirtiendo en algo tan estratégicamente importante para los países como el petróleo, y que los fabricantes de automóviles necesitarán una "estrategia de abastecimiento diversificada".
Los principales fabricantes de automóviles ya han buscado nuevos suministros de litio en Estados Unidos, Europa y África. General Motors, por ejemplo, invirtió en enero en Lithium Americas Corp y le ayudará a desarrollar el proyecto minero de litio Thacker Pass, en Nevada.
"Estamos aplicando una hoja de ruta de materias primas que incluye la diversificación regional", dijo una portavoz de Volkswagen en un correo electrónico. "Así que estamos estudiando muchas regiones".
El director de Tecnología de Mercedes-Benz, Markus Schaefer, dijo a periodistas el lunes que el fabricante de automóviles está "todavía abierto a la compra directa de Chile - pero hay alternativas, como Australia y Canadá".
Las acciones de los mineros de litio en Australia, el mayor productor que representa alrededor de la mitad de la oferta mundial, subieron tras el anuncio de Chile.
Según publicó Fabián Andrés Cambero, el presidente Gabriel Boric, cuyo mandato culmina en marzo de 2026, anunció la semana pasada una estrategia para que el Estado tenga el control de los proyectos de litio considerados estratégicos.
En una entrevista con Reuters, el ministro de Economía, Nicolás Grau, explicó que confían en la capacidad de Codelco -mayor productora mundial de cobre- para lograr "lo más pronto posible" un ingreso del Estado a la producción del metal clave para baterías en el salar.
"Respecto a las conversaciones referidas al Salar de Atacama, quiero ser muy claro en esto, es algo que se va a definir durante este gobierno y el presidente no le ha puesto plazo a nuestro negociador pero todos entienden que éste es un tema que tiene que ocurrir en plazos acotados", afirmó.
"Las conversaciones de Codelco con las empresas que operan en el Salar de Atacama, particularmente con SQM que termina su contrato en 2030, es algo que comienza inmediatamente durante este semestre", dijo al precisar que se espera que también se avance con Albemarle. Atacama tiene el 90% de las reservas de litio confirmadas del país.
ESTRATEGIAS PROMERCADO
“El sector del litio de Argentina prosperó gracias a una estrategia descentralizada y promercado”, dice Benjamin Gedan, director del programa de América Latina del Wilson Center, y agregó que "por el contrario, el sector del litio de Bolivia “se ha estancado repetidamente como resultado del excesivo control del Estado”.
Según Gedan, Chile tal vez haya encontrado un “inteligente término medio” con su modelo público-privado, que en un giro nacionalista deja en manos del Estado el control mayoritario de todos los nuevos proyectos de litio, pero igual le asigna un papel clave a la empresa privada.
La ola de nacionalismo de los recursos ha generado algunas conversaciones entre los funcionarios de los gobiernos sobre la posible creación de un cártel regional del litio al estilo de la OPEP, aunque los analistas lo consideran como poco factible, dados los diversos modelos de la industria y los niveles de desarrollo de cada país.
Mientras tanto, Argentina enfrenta desafíos que incluyen turbulencias económicas con alta inflación y controles de capital que complican los negocios, mientras el país se encamina a las elecciones generales en octubre, sumando incertidumbre política.
Sin embargo, los proyectos de impulso del litio en Argentina pueden mantener al sector en ebullición y hasta hacerle terreno frente a sus rivales. Es poco probable que logre superar a su vecino Chile, pero algunos analistas apuntan así de alto.
“Chile hoy produce y exporta mucho más litio que Argentina”, dice Natacha Izquierdo, analista de la consultora ABCEB. “Pero si los proyectos en marcha se concretan, Argentina podría pasar a la delantera”.