Corficolombiana alertó que la ventana de autosuficiencia en hidrocarburos sigue en reducción y la única alternativa como país es apostar por nuevos contratos de exploración
A partir de datos de la Asociación Colombiana de Petróleo (ACP), Corficolombiana presentó el informe de perspectivas de petróleo y gas denominado “Reservas y autosuficiencia de hidrocarburos: El precio del mañana”.
Basados en la relación de la adición de reservas anual con la inversión en petróleo y gas, estimó que en 2022 y 2023 se redujo la proporción de reservas probadas sobre la producción.
Como proporción de la producción anual las reservas bajaron de 8,1 a 7,1 años desde el 2009 para el caso del crudo. En términos de gas la caída ha sido más profunda, cayendo de 13,9 a 8 años desde el 2011.
El informe remarca que "Es imperativo que el Gobierno tome medidas que estimulen la inversión y, para esto, será necesario reactivar la adjudicación de nuevas áreas para exploración. De lo contrario, el costo se verá en el largo plazo y para entonces será muy tarde para cualquier medida de política".
Corficolombiana proyecta que la adición de reservas que se dio en 2022 y se dará en 2023 está concentrada en revisiones positivas por los altos precios del crudo y el gas. Sin embargo, la tendencia negativa de la inversión en exploración será insuficiente para que los nuevos hallazgos de hidrocarburos cambien la tendencia de las reservas en el corto plazo. Hacia adelante, es imperativo que la política energética estimule la inversión y, para esto, será necesario reactivar la adjudicación de nuevas áreas para exploración.
Aunque hubo incrementos anuales en ambos casos, en el largo plazo se evidencia que las reservas de hidrocarburos han caído de forma secular en la última década. En el 2013 nuestras reservas de petróleo y gas eran de 2.445 Mbl y 5,5 TPC respectivamente, por lo que el retroceso de los últimos diez años ha sido de 16,6% y 42,6%. Esta tendencia es resultado de una dinámica exploratoria que se ha venido moderando, lo que ha dificultado hacer nuevos hallazgos para reemplazar satisfactoriamente las reservas desacumuladas.
Por su parte, la inversión en producción determina en gran medida el volumen producido y, por ende, la desacumulación de los recursos cada año. En particular, esta inversión también ha retrocedido en los últimos años, pasando de los 6.480 a los 3.590 millones de dólares entre el 2014 y el 2022.
Los estimativos señalan que esta inversión, rezagada un año, es altamente explicativa del comportamiento de la producción de petróleo y gas (Gráficos 7 y 8). Nuestras proyecciones apuntan a que la producción de petróleo restó reservas por 304 Mbl y la producción de gas desacumuló 0,38 TPC en 2022. Esto sería resultado de una inversión por 2.620 millones de dólares en 2021, que creció 54% frente al 2020. Para el 2023 estimamos que, dada la inversión de 3.590 millones de dólares el año pasado, la producción crecerá hasta los 317 Mbl y los 0,39 Mbl.
PROYECCIÓN DE ADICIÓN DE RESERVAS
El informe define que las reservas probadas de petróleo llegaron a 2.176 Mbl en el 2022 y para el 2023 probablemente se ubicarán en 2.245 Mbl. A pesar de que el avance es positivo, está especialmente soportado por revisiones y no por nuevos hallazgos de recursos. Dada la dependencia de las revisiones del precio Brent, la moderación que estamos viendo en los precios de los commodities es un sesgo a la baja para este año y para la evolución de las reservas en el largo plazo.
En términos de gas, estima que las reservas cayeron en 2022 hasta los 3,14 TPC y para este año se ubicarán en 3,93 TPC. De forma similar al caso del crudo, los nuevos hallazgos aportarán una ínfima parte al crecimiento de las reservas. En contraste, la producción de gas restará las reservas suficientes para compensar más que proporcionalmente las revisiones de este año