A medida que los países de todo el mundo se enfrentan al doble reto de garantizar la seguridad energética y cumplir los objetivos climáticos, el sector de las energías renovables está cobrando impulso, y se prevé que la capacidad eólica marina instalada aumente de 60 GW en 2023 a 130 GW en 2027.

MAYOR IMPULSO POLÍTICO
El interés mundial por las energías renovables y la generación eólica marina se ha visto intensificado por el aumento de la preocupación por la seguridad energética en la agenda política internacional desde el inicio del conflicto en Ucrania en febrero de 2022.

En el ámbito de la UE, el plan REPowerEU de la Comisión Europea pretendía poner fin a la dependencia del bloque de los combustibles fósiles rusos para 2027, con una dotación de 20.000 millones de euros (21.000 millones de dólares) para energías renovables.

El Reino Unido publicó en abril de 2022 una ambiciosa Estrategia de Seguridad Energética que aumentaba el objetivo gubernamental de desarrollo de la energía eólica marina de 40 GW a 50 GW para 2030.

En Estados Unidos, la Ley de Reducción de la Inflación ha ampliado los créditos fiscales para las energías renovables hasta 2032. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) prevé que, para 2027, el aumento anual de la capacidad eólica y solar fotovoltaica de EE.UU. se duplique con respecto a 2021, y el gobierno del presidente Joe Biden ha fijado un objetivo de 30 GW de capacidad eólica marina para 2030.

Se espera que China alcance su objetivo para 2030 de 1.200 GW de capacidad total eólica y solar fotovoltaica cinco años antes, con planes para acelerar el despliegue de energías renovables a gran escala esbozados en el 14º plan quinquenal del país.

ESTIMULAR LA DEMANDA DE ACERO
La capacidad de generación de energía eólica marina de 8,8 GW entró en funcionamiento en 2022, y el Consejo Mundial de la Energía Eólica (GWEC) estima que el aumento anual de instalaciones eólicas marinas alcanzará los 15 GW/año después de 2025, con una posible media de 26 GW/año a partir de entonces.

Más del 80% de los componentes de una turbina eólica y la infraestructura asociada se fabrican con acero, incluidos los cimientos, la torre, la góndola y los generadores, según el fabricante de acero líder en Europa, ArcelorMittal.

El parque eólico marino de Saint-Nazaire (Francia), de 480 MW, se está construyendo actualmente con acero del proveedor alemán Dillinger: el especialista en chapa gruesa suministró 80.000 t de acero para la construcción de 80 aerogeneradores.

El parque eólico marino Sofia, uno de los mayores del mundo con 100 turbinas y una capacidad total de 1,4 GW, se instalará en el Banco Dogger, en el centro del Mar del Norte. La producción de algunos de los cimientos de acero de los monopilotes se ha adjudicado a la fábrica alemana de Ilsenburger, con un contrato de 28.000 toneladas de chapa para 2023.

ArcelorMittal calcula que se necesitarán entre 120 y 180 toneladas de acero por cada megavatio de energía eólica marina. Con más de 25 GW adicionales de capacidad eólica marina que se subastarán en 2023, sólo este año podría generarse hasta 4,5 millones de toneladas de demanda futura de acero.

Pero las limitaciones logísticas y los vientos inflacionistas podrían plantear retos a la industria en su expansión.

RETOS DEL SECTOR
El desarrollo de la capacidad eólica está en peligro por las amenazas a las cadenas de suministro derivadas de la inflación, la subida de los tipos de interés y las limitaciones logísticas y normativas.

Según el GWEC, los cuellos de botella en la concesión de permisos y en la red podrían llegar a ser "paralizantes".

Además, se prevé que las fluctuaciones de costes en el sector eólico reflejen las fluctuaciones de los costes subyacentes del capital, la logística y las materias primas, incluido el acero.

Argus evaluó la media mensual de la chapa de acero de calidad básica del noroeste de Europa en 950 euros/t de fábrica en lo que va de mes, un 47% menos que los 1.800 euros/t de fábrica de mayo del año pasado.

El GWEC también prevé que podría haber escasez de buques de instalación en alta mar a largo plazo, a medida que aumente la construcción. En China se prevé una oferta suficiente, pero Europa y Estados Unidos podrían sufrir escasez a finales de la década.

La necesaria expansión de las flotas en los próximos años requerirá el suministro de chapas cuarto pesadas y extrapesadas para los buques de suministro y para la nueva generación de buques de instalación de aerogeneradores XXL y XXXL, sobre todo a medida que maduren la tecnología y la instalación de capacidades eólicas marinas flotantes.

Aunque puede suponer un obstáculo para la expansión de la energía eólica marina, la evolución de los buques también puede estimular la demanda.