La licitación internacional que adjudicó la buena pro de los contratos de licencia de los Lotes petroleros V y VII de Talara a empresas privadas, nos deja mensajes claros en el sector: los beneficios que trae para todos los peruanos la competencia y el respeto a la igualdad de condiciones que deben tener los inversionistas, provengan de donde provengan.
Estos principios fundamentales se encuentran amparados constitucionalmente y en los Tratados de Libre Comercio suscritos por el Perú y pueden, en un contexto de desaceleración de la economía nacional, ayudar a recobrar la confianza de los inversionistas creando un clima favorable a las inversiones.
Así, Perúpetro ha conseguido llevar a cabo una exitosa licitación el 13 de julio pasado, y que tiene previstas inversiones privadas de US$ 145 millones en el reacondicionamiento de 64 pozos, la perforación de 110 pozos de desarrollo y seis de exploración, números que superan el mínimo establecido en las bases y la industria hidrocarburífera peruana no ha visto desde hace muchos años.
Todo ello se convertirá más tarde en contribuciones y aportes para las regiones y comunas de esa zona.
Sin embargo, dar señales contrarias a ello, puede afectar negativamente esta dinámica. Por eso, preocupa el anuncio de que Perúpetro pretenda ahora otorgar los Lotes I, VI y Z-69 sin licitación y de manera directa a una empresa.
Más incluso cuando la institución encargada de promover las inversiones y los contratos de exploración y explotación en el sector ha recibido cartas de interés de diversas empresas privadas para participar en un proceso de licitación abierto y competitivo.
Ante ello, solo corresponde realizar una licitación que convoque a las empresas interesadas para que compitan, en igualdad de condiciones, y que se adjudiquen los lotes a la mejor oferta que beneficie al país.
En momentos que se necesita reforzar la democracia, la institucionalidad, la transparencia, la predictibilidad y un Estado responsable con sus ciudadanos, el Perú y sus autoridades debemos tener en claro los principios que han impulsado nuestro desarrollo.