ANAHÍ ABELEDO

Hoy en día, 2300 millones de personas en todo el mundo, casi un tercio de la población mundial, todavía cocinan sus comidas en fogatas abiertas o en estufas básicas, respirando el humo nocivo que se libera al quemar carbón, carbón vegetal, leña, desechos agrícolas y estiércol animal. Lograr el acceso universal a la cocina limpia requeriría una inversión de US$ 8 mil millones anuales en estufas e infraestructura de aquí a 2030. El GLP sigue siendo la solución principal para brindar acceso a cocinas limpias y podría llegar casi la mitad de los hogares para esa fecha.

Estas prácticas todavía se pueden encontrar en 128 países en la actualidad, donde los hogares no tienen las herramientas o los medios para cocinar de manera confiable utilizando combustibles de combustión limpia. Incluso los dispositivos de cocina más simples y ampliamente disponibles podrían mejorar esta situación, incluidos dispositivos como estufas de campamento que usan gases licuados de petróleo (GLP) y placas eléctricas.

Un nuevo informe de AIE, "Una visión para el acceso a la cocina limpia para todos", ofrece una guía práctica para brindar las herramientas y los combustibles necesarios para que todos los hogares del mundo tengan acceso a la cocina limpia para 2030.

Gracias al progreso en Asia y América Latina, la cantidad de personas sin acceso a una cocina limpia ha ido disminuyendo, pero en el África subsahariana, esa cantidad nunca ha dejado de crecer.

La cantidad de personas en todo el mundo sin cocina limpia se redujo de 3 000 millones en 2010 a 2 300 millones en 2022. China, India e Indonesia redujeron a la mitad sus poblaciones sin acceso a cocina limpia. Estos esfuerzos se basaron en gran medida en proporcionar estufas gratuitas y botes subsidiados de gas licuado de petróleo (GLP). 

“La cocina limpia es un tema que rara vez aparece en los titulares o en la agenda política”, dijo el director ejecutivo de la IEA, Fatih Birol . “Y, sin embargo, es una piedra angular de los esfuerzos globales para mejorar el acceso a la energía, la equidad de género, el desarrollo económico y la dignidad humana. 

El acceso universal a la cocina limpia podría alcanzarse en todo el mundo para 2030 con una inversión anual de US$ 8 mil millones, que es solo una pequeña fracción de lo que el mundo gasta en energía cada año. Abordar esta injusticia es asequible y factible”.

ALGUNAS CONSECUENCIAS DE LA PRECARIEDAD
La falta de una cocina limpia contribuye a 3,7 millones de muertes prematuras al año, siendo las mujeres y los niños los que corren mayor riesgo. La mala calidad del aire interior es una de las principales causas de muerte prematura en todo el mundo. Solo en África, las mujeres y los niños representan el 60% de las muertes prematuras relacionadas con la inhalación de humo y la contaminación del aire interior. 

El tiempo perdido y la productividad resultan en un enorme costo económico debido a las horas dedicadas a recolectar leña y otras fuentes de combustible. Los hogares sin cocina limpia dedican un promedio de cinco horas al día a recolectar combustible y cocinar. Los viajes diarios para recolectar leña exponen a las mujeres al riesgo de violencia y agresión cuando dejan sus comunidades para buscar más lejos. 

Los métodos básicos de cocción que utilizan leña y carbón a menudo contribuyen a la deforestación. La demanda de leña y carbón provoca la pérdida de bosques del tamaño de Irlanda cada año, y los peores efectos se concentran en lugares como el este y el sur de África, donde grandes poblaciones dependen cada vez más de bosques cada vez más escasos. Esto también ha provocado estrés alimentario en algunas regiones donde se cortan árboles frutales para leña.  

EL PROGRESO ACTUAL NO ES SUFICIENTE
Asia está lista para continuar brindando un mayor acceso a la cocina limpia, mientras que no se espera que la mayoría de los países africanos alcancen un acceso completo a la cocina limpia incluso en la década de 2050. 

Según las políticas actuales, la cantidad de personas sin acceso a cocina limpia disminuirá de los 2300 millones actuales a 1800 millones en 2030. 

El progreso continúa a un ritmo fuerte en Asia, pero África terminaría la década con la misma cantidad de personas sin cocina limpia. 

Lograr el acceso universal a la cocina limpia requeriría una inversión de US$ 8 mil millones anuales en estufas e infraestructura de aquí a 2030. Esto es menos del 1 % de lo que los gobiernos gastaron en 2022 a nivel mundial en medidas para mantener la energía asequible para sus ciudadanos. 

Las finanzas públicas y privadas tienen un papel clave que desempeñar en el avance de la cocina limpia, especialmente en regiones sin el espacio fiscal para impulsar la inversión requerida a través de fondos públicos. Se necesitará financiamiento climático y concesional para apoyar proyectos en las regiones más pobres, especialmente en el África subsahariana. La financiación concesional tendría que representar alrededor de la mitad de la inversión anual.

“Resolver el acceso a la cocina limpia no requiere un gran avance tecnológico”, dijo el Dr. Birol. “Todo se reduce a la voluntad política de los gobiernos, los bancos de desarrollo y otras entidades que buscan erradicar la pobreza y la desigualdad de género. Pero hoy, les estamos fallando a las mujeres en algunas de las áreas más vulnerables del mundo”.

En la última década, el 70 % de los que obtuvieron acceso lo hicieron a través del GLP. La cocina eléctrica se convierte en la principal opción para que uno de cada ocho hogares obtenga acceso para 2030, mientras que muchos más hogares adoptan electrodomésticos como las arroceras como parte de sus rutinas de cocina. 

La cocina eléctrica se beneficia de la reducción de las importaciones, pero enfrenta desafíos debido a las bajas tarifas de acceso a la electricidad y las redes poco confiables en algunas regiones para escalar. 

En áreas rurales, donde se carece de infraestructura de combustible y electricidad, las estufas mejoradas (ICS, por sus siglas en inglés) sirven como una solución provisional para brindar beneficios para la salud y ahorro de tiempo a corto plazo. Si se hacen cumplir los estándares mínimos de rendimiento, los ICS reducen las necesidades de combustible entre un 20 y un 70 % y reducen drásticamente el humo y los gases peligrosos

ACCESO DE BAJO COSTO Y GRANDES BENEFICIOS EN SALUD  EMPLEO Y AMBIENTE
La inversión en cocinas, equipos e infraestructura limpios durante esta década debería alcanzar los US$ 8 000 millones anuales. Esto es menos del 1% de lo que los gobiernos gastaron en 2022 a nivel mundial en medidas para mantener la energía asequible para sus ciudadanos en medio de la crisis energética mundial. 

También es menos del 1% de lo que los gobiernos gastaron el año pasado para mantener los precios de la energía asequibles para sus ciudadanos. La inversión tendría que crecer desde niveles de alrededor de US$ 2500 millones en la actualidad, con la mayor parte del crecimiento en el África subsahariana, lo que representaría hasta US$ 4000 millones de la inversión total necesaria en esta década.

Según el análisis de la AIE, el sistema energético actual puede satisfacer fácilmente la mayor demanda de combustibles modernos para cocinar; sin embargo, requerirá alguna infraestructura adicional, especialmente en África. Lograr un acceso limpio para todos para 2030 agrega menos del 3 % a la demanda de energía moderna actual, mientras que el uso de leña y carbón vegetal se reduce en un 70 % en las economías emergentes y en desarrollo. 

La infraestructura existente maneja la ampliación en la mayoría de las regiones, pero el África subsahariana requiere una nueva infraestructura de apoyo. En el África subsahariana, la demanda de GLP se triplica, lo que requiere una expansión de los servicios de distribución, botes y depósitos de combustible. La cocina eléctrica aumentaría la demanda en un 10 % para 2030, lo que podría ejercer presión sobre las redes eléctricas a nivel de distribución si no se combina con una planificación eléctrica efectiva. 

Los beneficios de igualdad de género, salud y ahorro de tiempo de la cocina limpia universal son inmensos. Hay 2,5 millones menos de muertes prematuras causadas por la caída de la contaminación del aire hacia 2030, y el hogar promedio ahorra casi 1,5 horas al día del cambio, que en su lugar puede dedicar a la educación o al trabajo. El ahorro de tiempo del acceso universal a la cocina limpia es aproximadamente igual a las horas de trabajo de toda la fuerza laboral japonesa en 2022.

El cambio hacia la cocina limpia crea puestos de trabajo, pero también reduce la necesidad de carbón vegetal, una parte importante de la economía informal de África en la actualidad. 

El impulso para alcanzar el acceso universal a la cocina limpia podría emplear a casi 1,5 millones de personas en la producción y venta de cocinas, el suministro de combustible y el apoyo a campañas de cocina limpia. Sin embargo, hacer esta transición tiene un impacto en los millones de personas que trabajan en el comercio de carbón y leña en la actualidad. 

Alcanzar el acceso universal a la cocina limpia también es una ganancia neta para el medio ambiente. 

El cambio a soluciones limpias para cocinar, como el GLP, aumenta las emisiones en 0,1 Gt en 2030. Sin embargo, la reducción del consumo de leña y carbón también reduce las emisiones de metano y otros gases de efecto invernadero emitidos por la combustión incompleta en cocinas básicas en 0,9 Gt de CO 2 -eq. 

La deforestación también se reduce, ahorrando 0,7 Gt en 2030. En general, seguir la visión de la IEA de cocina limpia para todos da como resultado una reducción neta de 1,5 gigatoneladas de CO 2 equivalente para 2030, similar a la cantidad de CO 2 emitida por aviones y barcos el pasado año.