El acuerdo fue aprobado el 29 de agosto de 2022, por un monto de alrededor de US$18.500 millones (equivalente al 800% de la cuota)
El Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) concluyó su revisión de la calificación de Chile, en el marco del acuerdo la Línea de Crédito Flexible (LCF), reafirmando la continuidad de la calificación para acceder a los recursos de la LCF.
El actual acuerdo de dos años de la LCF para Chile fue aprobado por el Directorio Ejecutivo del FMI en agosto de 2022 por un monto de 13.954 millones de DEG (800%, alrededor de US$ 18.500 millones).
Las autoridades chilenas reiteraron su intención de seguir considerando el acuerdo como precautorio. Las autoridades planean abandonar gradualmente el acuerdo en función de la evolución de los riesgos externos.
"Tras los desequilibrios macroeconómicos acumulados en 2021-22, la economía chilena se acerca al final de su ciclo de ajuste hacia un crecimiento más sostenible y una menor inflación en un contexto internacional complejo", dijo Antoinette Sayeh, Subdirectora Gerente.
"Las autoridades están implementando políticas decisivas para preservar la estabilidad macroeconómica y reconstruir el espacio fiscal. El Gobierno tiene planes de reforma para aumentar los ingresos fiscales, reducir la desigualdad, reformar las pensiones y la salud pública, así como fomentar una economía más verde", agregó Sayeh.
"La economía chilena sigue expuesta a elevados riesgos externos vinculados a una posible desaceleración mundial brusca y a un fuerte endurecimiento de las condiciones financieras mundiales, lo que podría provocar un descenso y una mayor volatilidad de los precios de las materias primas y una disminución de las entradas de capital", explicó la directiva.
Además, respecto a los riesgos internos, estos "han disminuido en gran medida con la reducción de la incertidumbre en torno al proceso de reforma constitucional, aunque persiste el riesgo de descontento social por las demandas insatisfechas y el deterioro de la seguridad, así como la incertidumbre relacionada con el sector de la salud".
Sin embargo, los muy sólidos fundamentos económicos y los marcos de política institucional de Chile -anclados en el marco de objetivos de inflación, la regla fiscal estructural, un tipo de cambio flexible y una regulación y supervisión financiera eficaz- respaldan la resistencia y la capacidad de Chile para responder ante choques, según explicó Sayeh.
"En este contexto, la Línea de Crédito Flexible (LCF) continuará proporcionando un valioso amortiguador frente a riesgos extremos e impulsará la confianza del mercado al reforzar las fortalezas políticas e institucionales de Chile. Las autoridades siguen comprometidas a tratar el acuerdo de la LCF como precautorio y salir gradualmente dependiendo de la evolución de los riesgos externos", completó Antoinette Sayeh, Subdirectora Gerente.