LUCIANA PAZ

En el marco de la Cena Anual de la Sociedad Nacional de Minería (SONAMI), el presidente Jorge Riesco mostró la actualidad de la minería en Chile con una dura crítica a las excesividad de las regulaciones, demora en permisología y obstáculos administrativos que retrasan el desarrollo de la industria y complican, aún más, su competitividad frente al mundo.

En un discurso atravesado por una revisión crítica, un análisis de las oportunidades de la minería y una apuesta por la voluntad de trabajar en conjunto con el sector público en construir acuerdos, Riesco enfatizó en la necesidad de recuperar la competitividad de la minería de Chile en el mundo y lograr así ser un referente para la transición energética.

En una escenario de fatalidad inesperada en la minería, el líder de SONAMI renovó compromiso con la seguridad en la minería y propuso un programa de transferencia de mejores prácticas en coordinación con el Ministerio, Sernageomin y organizaciones sindicales. Y explicó "Hemos reducido en un 80% la fatalidad en accidentes mineros en los últimos diez años y seguimos trabajando en aplicar nuevas herramientas y consolidar buenas prácticas. También estamos iniciando la tramitación de la ratificación del convenio 176 de la OIT sobre seguridad y salud en las minas. Proponemos no esperar la ratificación para trabajar en una Política Nacional de Seguridad Minera".

Hoy la minería representa en torno al 12% del Producto Interno Bruto de Chile, pero teniendo en cuenta el PIB inducido sobrepasa el 20%. Asimismo la minería es el principal producto de la canasta exportadora y es una importante fuente de trabajos de calidad, empleando a cerca de 270.000 personas en forma directa y 800.000 en forma indirecta, de modo tal que más de un millón de empleos dependen de la actividad minera.

"Más allá de la realidad minera actual no cabe duda de que nuestro sector ha sido desde siempre un sostén importante del desarrollo del país, aportando al fisco grandes recursos y contribuyendo al progreso de todos los chilenos y chilenas. En esa línea de aporte y relevancia hoy tenemos la oportunidad de ser un actor protagónico en el desafío global del combate al cambio climático y el anhelado logro de la carbono neutralidad", detalló Riesco.

Chile es el mayor productor de cobre de oro del mundo y tiene las mayores reservas de litio, es decir que está en una posición de liderazgo para aportar dos de los denominados minerales críticos y esenciales para la transición energética hacia la electromovilidad. "El combate al cambio climático requiere más minería, no menos. No obstante lo anterior, actualmente la minería nacional enfrenta una paradoja, una especie de "nudo gordiano" que nos mantiene paralizados en medio de estas grandes oportunidades".

El mundo necesita más que duplicar la producción de cobre hacia el año 2040, sobrepasando las 50 millones de toneladas por año para lograr la ya indicada carbono neutralidad. La minería de Chile, según Cochilco, tiene una cartera de más de 50 proyectos que en conjunto podrían sumar unos US$ 74.000 millones de dólares de inversión para los próximos 10 años, en caso de concretarse. Con ello podríamos sumar unos 3 millones de toneladas anuales adicionales de cobre fino, llegando a una producción nacional de 8 millones de toneladas anuales.

"Quienes trabajamos y valoramos esta actividad sabemos que los proyectos requieren grandes montos de inversión y muchos años de maduración para lograr retornos. Por ello contar con un marco institucional claro, estable y que funcione bien, con criterios técnicos y aislados de los ciclos políticos, es una condición necesaria para concretar las iniciativas", insistió el presidente de SONAMI.

Y agregó que "un proyecto de la gran minería necesita cientos de permisos y aprobaciones, con casi 440 trámites, según un informe de la Comisión de Evaluación y Productividad, que se traduce en más de 309 permisos, de los cuales 63 son permisos sectoriales prioritarios. No hay en todo caso un catálogo actualizado que permita precisar el número total de los permisos requeridos. Y todo esto a través de un extenso periplo donde participan distintos funcionarios de diversos servicios y dependientes de diferentes autoridades, cuyas competencias a veces se confunden, duplican o superponen, haciendo de esto un proceso llamadamente desgastante y carente de sentido práctico".

Si bien reflexionó que desde hace muchos años la minería se ha hecho cargo de todas las exigencias que imponen las múltiples regulaciones y ha incorporado en sus procesos productivos altos estándares de gestión en el control de emisiones, uso eficiente del agua,  adopción de tecnologías para el control de procesos, uso de energías renovables no convencionales, control de infiltraciones de los depósitos de relaves, etcétera, la permisología sigue siendo un desafío por su extensión en tiempo. 

"Este entorno negativo se ve lamentablemente reflejado en indicadores objetivos como lo es el retroceso de la competitividad minera de Chile a nivel global, pasando del sexto lugar en 2017 al puesto 35 en el año 2022 en el índice de competitividad minera del Fraser Institute. Estas dificultades administrativas se van además en un entorno de mayor competitividad internacional y donde las ventajosas condiciones geológicas que poseíamos han ido quedando en el pasado".

Los costos en mano de obra como en energía, agua y gastos asociados a la obtención de permisos han aumentado y a esto se suman las leyes más bajas del mineral por la antigüedad de los yacimientos. Chile lleva 18 años estancado en la producción de cobre y lo más preocupante es que la disminuye a tasas crecientes.

"Este 2023 estimamos que terminaremos con mucho esfuerzo sobre los 5 millones de toneladas de cobre fino. Valoramos en todo caso que este diagnóstico sea compartido por gran parte de las autoridades.  Así lo demuestran los compromisos específicos asumidos por el Ministerio de Hacienda a propósito de la tramitación del proyecto de Royalty, el trabajo que está desarrollando el Ministerio de Economía y el informe emanado de la Comisión Nacional de Evaluación y Productividad que contiene 75 recomendaciones concretas".

Tuvo tiempo de hacer referencia a la tramitación del Royalty Minero que se dio en un escenario con algunas incertidumbres y múltiples focos de inestabilidad y que "finalmente, el proyecto a nuestro juicio, y pese a los esfuerzos por modificarlo, derivó en que la carga tributaria efectiva quedó al menos un par de puntos porcentuales por sobre de nuestros competidores internacionales. Tendremos que ver los efectos de esta legislación y, en esa línea, esperamos que no sea un tope para la inversión".

Y agregó que "por ello, las certezas en otros planos, como los que hemos descrito antes, junto con la evaluación de otros instrumentos, son clave para romper la inercia de la industria y apurar el ritmo. Sería muy importante, y aquí creo representar a gran parte de nuestros asociados, derogar el artículo décimo de la ley 21.420, cuya tramitación se realizó al final del gobierno anterior y modificó el importante aspecto del Código de Minería. Podemos volver atrás, podemos comenzar de nuevo y hacer una buena modificación del Código de Minería, consensuada y útil para los fines que estamos diciendo".

Y las incertidumbres en torno la nueva Constitución también trae aparejados problemas para la llegada de inversiones y abre un esquema de desconfianza en la regulación. "Por ello, esperamos que este proceso se cierre exitosamente, con una propuesta razonable que contribuya a la paz social, que posibilite absorber las diferencias de forma civilizada y dentro del marco democrático, y que permita retomar la senda del crecimiento y el desarrollo económico y la buena convivencia social"

LA FALTA DE CERTIDUMBRE EN LA POLÍTICA DE LITIO

Con la mayor reserva de litio y un mundo que lo demanda para avanzar con la electromovilidad Chile aún no es líder de producción. En 2022 Australia produjo 61.000 toneladas contra las 39.000 de Chile y las 19.000 de China. El pais actualmente es el segundo productor de litio en el mundo, y aún para sostener esta posición es penitente que se otorguen las certezas necesarias de modo que se concreten nuevos proyectos.

Riesco retomó la reciente presentación realizada en Australia con ocasión del foro minero Diggers and Dealers, donde se indicó que Argentina, China y Zimbabwe lideran la cartera mundial de proyectos de litio hacia 2026, con el siguiente detalle, Argentina 11; China 9; Zimbabwe 8; Australia 6 y Chile no aparece en este listado.

"Esta realidad viene a impulsarnos a promover activamente todos los proyectos posibles. Sin embargo, no contamos con todas las definiciones que permitan aprovechar esta bonanza. Si bien conocimos los lineamientos de la política nacional, consideramos que no otorga toda la certidumbre necesaria para impulsar la explotación del litio".

Más allá de las condiciones técnicas que se definan para extraer el mineral, lo esencial es otorgar un rol razonable a los privados para que inviertan y lleven a cabo los proyectos, especialmente aquellos que cuentan con derechos de concesiones de explotación en zonas con presencia de litio.

"Que el litio no sea concesible no significa que los privados no puedan explotarlo. Es más, la Constitución y la ley establecen mecanismos para hacerlo posible, con el debido respaldo tanto para el Estado como para los privados. Un mecanismo claro que la ley actualmente contempla para que los actuales consumidores puedan desarrollar proyectos de litio dentro de los límites de sus concesiones, incluyendo algunos que ya están muy avanzados, podría permitir poner dichos proyectos en pronta operación", concluyó Riesco.