El mercado mundial del cobre registraría un déficit de 27.000 toneladas métricas este año y un superávit de 467.000 toneladas en 2024, según un análisis del Grupo Internacional de Estudios del Cobre (ICSG).
El uso mundial de cobre refinado aumentaría alrededor de un 2% en 2023 y un 2,7% en 2024, señaló el ICSG en un comunicado.
"Aunque las perspectivas económicas mundiales son desafiantes, una mejora prevista de la actividad manufacturera, la transición energética en curso y el desarrollo de nuevas capacidades de producción de productos semiterminados en varios países deberían apoyar un mayor crecimiento del uso mundial de cobre refinado en 2024", informaron desde el grupo.
Un retroceso de 0,6% ha experimentado el precio del cobre ayer miércoles (4/10) en la Bolsa de Metales de Londres (BML) al cerrar en US$ 3,588 la libra.
El cobre a tres meses cotizó en torno a los US$ 8.000 la tonelada, rondando mínimos de cuatro meses, por las preocupaciones sobre el crecimiento y el aumento de los inventarios.
Juan Ortiz, estratega de mercados XTB Latam, comentó que el mineral sigue bajando “hacia niveles que no se veían desde mayo de este año, con los inversores aún esperanzados en que haya alguna noticia por parte de las autoridades chinas para un estímulo económico más significativo. El metal rojo ya ha caído tres meses consecutivos”.
La materia prima promedia US$ 3,889 la libra en lo que va del año con una caída de 5,2%.
Además, se prevé que la producción mundial de cobre refinado aumente un 3,8% este año y un 4,6% en 2024, según el ICSG.
"El crecimiento mundial en 2023 y 2024 se sustentará principalmente en la continua expansión de la capacidad electrolítica china. Sin embargo, en 2024 también se pondrán en marcha nuevas fundiciones/refinerías o se ampliarán las existentes en Indonesia, India y Estados Unidos, que también contribuirán a aumentar la producción", completaron, según informaron Brijesh Patel y Harshit Verma en Reuters.
