Estados Unidos sigue dependiendo en gran medida de la producción china de minerales críticos, tanto a través del abastecimiento directo como indirectamente debido al predominio de materiales en las cadenas de suministro globales.

La Comisión de Revisión Económica y de Seguridad entre Estados Unidos y China publicó un informe en el que emite recomendaciones para seguir el enfoque de la administración Biden en los controles de exportaciones, la inversión extranjera directa, el comercio y la cadena de suministro, y los riesgos económicos.

Tras un año de audiencias con testigos, interacciones con expertos en la materia y personal gubernamental, además de interacciones con socios y aliados, el "Informe de 2023 al Congreso: Comisión de Revisión Económica y de Seguridad entre Estados Unidos y China" describió sus conclusiones en las siguientes áreas claves: compromisos militares y diplomáticos; formar a la fuerza laboral del futuro; búsqueda de tecnologías de defensa; controles de exportaciones y control de inversiones extranjeras; comprender el estado de derecho al tratar con China; cómo ven Europa y Estados Unidos a China; cadena de suministro; e implicaciones para los inversores.

Según el informe, China podría potencialmente alterar el suministro mundial de óxidos de tierras raras al cortar entre un 40% y un 50%, lo que afectaría a los proveedores de componentes avanzados utilizados en los sistemas de defensa estadounidenses.

En agosto, China implementó controles de exportación de galio y germanio, así como de decenas de productos relacionados elaborados con esos metales. El mes pasado, anunció que exigirá permisos de exportación para algunos productos de grafito en otro intento por controlar el suministro de minerales críticos en respuesta a los desafíos sobre su dominio manufacturero global.

Las estimaciones varían sobre cuánto tiempo podrían durar los inventarios y las reservas si China cortara por completo el suministro de galio y germanio. En tal escenario, los inventarios globales de materiales podrían agotarse después de varios meses.

Por otra parte, el documento señala que la continuación del compromiso entre Estados Unidos y China no ha logrado producir ningún avance concreto para reducir las tensiones. Los socios, aliados, industrias y otros han experimentado la necesidad de reevaluar las relaciones existentes dentro de China o con partes chinas, así como de planificar un alcance más amplio a jurisdicciones distintaspara gestionar la reducción de riesgos que se está produciendo.

En 2010, China supuestamente restringió las exportaciones de tierras raras a Japón durante dos meses tras una disputa territorial sobre las islas Senkaku, aunque las restricciones nunca se anunciaron formalmente. Como resultado, Japón redujo su dependencia china diversificando proveedores e invirtiendo en operaciones no chinas a nivel internacional.

Sobre este tema, el informe incluye información sobre el impacto de varios cambios regulatorios, como las actualizaciones del Reglamento de Administración de Exportaciones (EAR) de EE.UU. para los controles de exportación de semiconductores y supercomputadoras o las restricciones de China al acceso a cierta información.

Esta semana, el presidente chino Xi Jinping y Joe Biden se reunieron en San Francisco para discutir la relación entre los dos países. “No se puede exagerar lo que está en juego en la competencia”, dijo el líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell, refiriéndose a la visita del líder chino, informó CNN.

“La competencia estratégica con China determinará el curso del próximo siglo de la historia estadounidense. Y, sin embargo, la administración Biden ha afrontado con demasiada frecuencia este momento histórico con debilidad e ingenuidad. Una y otra vez, ha sacrificado la competencia en aras de la política climática verde”, agregaron.

Ni Estados Unidos ni Europa, sus aliados y socios se están desvinculando de China. Los gobiernos y los partidos están tomando medidas para reducir el riesgo de acciones inesperadas dentro de China y tomando decisiones de inversión u otras decisiones comerciales relacionadas sobre la base del nuevo perfil de riesgo.

Estados Unidos y sus aliados y socios están avanzando hacia la diversificación de recursos, ya sean materias primas, servicios de fabricación y ensamblaje, producción, personal, investigación y desarrollo y canales de distribución.

Por otra parte, las posiciones en política exterior son importantes en el entorno global, y el compromiso continuo de China con Rusia constituye uno de los pilares fundamentales de las relaciones de Estados Unidos, Europa y otros países del Lejano Oriente y del Cercano Oriente con China. La Comisión destacó las preocupaciones por el desvío de tecnología o artículos controlados, el uso de artículos de doble uso para aplicaciones militares, de defensa o de inteligencia, y el impacto predominante de la inteligencia artificial en este entorno.

Además, las inversiones en China se han desacelerado debido a una confluencia de circunstancias que van desde la incertidumbre económica dentro de China hasta la diversificación de las carteras para gestionar el enfoque de reducción de riesgos que han adoptado las partes. 

Al mismo tiempo, las inversiones de China en el exterior también han cambiado, centrándose en establecer un punto de apoyo desde el punto de vista de la proyección de poder en jurisdicciones fuera de la esfera regional de China. El Informe identifica el acercamiento de China a Cuba, así como el establecimiento de su base en Djibouti, como indicaciones de una postura de proyección de poder más abierta al exterior.

Los controles de exportaciones y el control de la inversión extranjera directa (IED) siguen siendo herramientas clave utilizadas por Estados Unidos y otros gobiernos para abordar consideraciones económicas y de seguridad nacional al tratar con China. Las recientes regulaciones sobre semiconductores y supercomputadoras del Departamento de Comercio de EE.UU. de octubre de 2023 y la Orden Ejecutiva 14105 del presidente sobre inversiones en el exterior identifican sectores clave de interés donde surgen preocupaciones de seguridad nacional. 

En este contexto, la Comisión consideró que “diez de sus 30 recomendaciones al Congreso eran de particular importancia” y, por lo tanto, importantes para que el Congreso las abordara con un mayor grado de urgencia. Estas diez recomendaciones giran en torno a cambios en los controles de exportación, mejoras en la IED, seguimiento de la cadena de suministro, influencia extranjera en el sector educativo, amenazas de productos electrónicos falsificados y falta de transparencia.

Cada una de estas áreas tiene el potencial de impactar las inversiones transfronterizas, el establecimiento de operaciones comerciales en el extranjero que realizan negocios en China o dependen de empresas chinas para piezas, componentes o tecnología, y la flexibilidad o fluidez al exportar o importar a o de China.

Si el Congreso sigue adelante con las recomendaciones que se resumen a continuación, las empresas y otros deberían evaluar y reconsiderar cómo gestionan sus procesos de diligencia, qué factores deberían considerarse con mayor detalle al evaluar las oportunidades comerciales en China y cómo abordar inversiones significativas de China en y a través de China. el sistema educativo estadounidense.

RECOMENDACIONES AL CONGRESO PARA EMPRESAS E INSTITUCIONES QUE NEGOCIAN CON CHINA
+ El Congreso debería considerar establecer requisitos adicionales de divulgación corporativa que aumenten la transparencia para los inversores. La Administración Biden se ha centrado en la transparencia de los inversores a través de nuevas regulaciones propuestas relacionadas con las divulgaciones de beneficiarios reales finales, que, de finalizarse, se alinearían en parte con las recomendaciones de la Comisión para compartir más información sobre quién invierte en qué entidad y a qué nivel.

+ Ordenar que el gobierno estadounidense establezca una matriz de riesgos para compartir con la industria que permita a las partes evaluar el riesgo de importar productos electrónicos de China. Esta recomendación se alinea con el enfoque de la administración sobre la integridad de los productos utilizados en plataformas militares o de defensa y los diversos esfuerzos regulatorios en marcha para aumentar la capacidad de identificar y rastrear, por ejemplo, productos electrónicos falsificados.

+ Abordar los requisitos de la Ley de Educación Superior de 1965 (HEA), Sección 117, y las obligaciones que tienen las universidades, colegios e instituciones de investigación de informar sobre donaciones, contratos y donaciones extranjeras. Esta recomendación incluye actualizaciones de varios niveles de la HEA y cómo se aplica. 

+ El Congreso debe modificar la Ley de Modernización de la Revisión de la Inversión Extranjera (FIRRMA) para ampliar la definición de “transacción cubierta” para incluir “contratos de investigación”.

+ Encargar a la Oficina de Responsabilidad Gubernamental que complete una evaluación de la eficacia de los controles estadounidenses a las exportaciones de semiconductores impuestos recientemente por el Departamento de Comercio. 

+ Actualizar la autoridad del Comité de Inversión Extranjera en los Estados Unidos (CFIUS) para incluir la capacidad de “revisar las inversiones en empresas estadounidenses que podrían respaldar las capacidades de adquisición extranjera” en ciertas áreas donde China podría luego superar las capacidades tecnológicas de los Estados Unidos. La Comisión destacó tres áreas específicas para la mejora jurisdiccional:

+ Establecer un grupo interinstitucional, liderado por ODNI, para crear una base de datos pública accesible para empresas, universidades y otras partes estadounidenses que pueda utilizarse como parte del proceso de diligencia. Las audiencias destacaron que la falta de información u opacidad dificulta la determinación de los riesgos de interactuar con partidos en China o afiliados de partidos chinos. 

La base de datos podría incluir información sobre cómo las agencias militares o de inteligencia chinas pueden estar vinculadas con empresas chinas o dónde las instituciones de investigación o las empresas financieras tienen vínculos con el gobierno chino.