Las materias primas avanzarán este año a medida que los bancos centrales de Estados Unidos y Europa tomen medidas para reducir las tasas de interés, lo que ayudará a respaldar la demanda industrial y de consumo, según Goldman Sachs Group.

Las materias primas podrían tener un rendimiento del 15% durante 2024 a medida que bajen los costos de endeudamiento, se recupere la manufactura y persistan los riesgos geopolíticos, explicaron los analistas Samantha Dart y Daan Struyven.

El cobre, el aluminio, el oro y los productos petrolíferos podrían subir, según el banco, que también destacó la necesidad de que los inversionistas sean selectivos ya que las ganancias no serían universales.

Las materias primas han logrado un avance modesto en el primer trimestre, en el que se observó un fortalecimiento del crudo, el oro alcanzó un récord y el cobre superó los US$ 9.000 la tonelada.

Las autoridades monetarias tanto de Estados Unidos como del Banco Central Europeo han señalado su intención de reducir los costos de endeudamiento este año a medida que la inflación disminuya. Además, China ha manifestado un mayor apoyo a su recuperación.

“Encontramos que los recortes de tasas de Estados Unidos en entornos no recesivos conducen a precios más altos de los productos básicos, y el mayor impulso lo experimentan los metales (cobre y oro en particular), seguidos por el petróleo crudo”, dijeron los analistas.

“Es importante destacar que el impacto positivo sobre los precios tiende a aumentar con el tiempo, a medida que el impulso de crecimiento proveniente de condiciones financieras más flexibles se filtra”, agregaron. 

La perspectiva cautelosamente alcista de Goldman se hace eco de comentarios de otros observadores del mercado. Las materias primas están entrando en un nuevo repunte cíclico ayudado por una oferta más ajustada y una recuperación de la economía global, comentaron desde Macquarie Group.

Jeff Currie, ex jefe de investigación de productos básicos de Goldman y ahora de Carlyle Group, también ha pronosticado ganancias a medida que la Fed reduzca las tasas. También, JPMorgan Chase & Co. destacó el potencial alcista del oro.

Entre las previsiones de fin de año de Goldman, el cobre se situaba en US$ 10.000 la tonelada, el aluminio en US$ 2.600 la tonelada y el oro en US$ 2.300 la onza, lo que sería un récord nominal.

“A mediano plazo, seguimos manteniendo una visión constructiva sobre el oro respaldada por una eventual flexibilización de la Fed, que debería reactivar de manera crucial la compra de ETF, en gran medida inactiva”, dijeron los analistas, refiriéndose a los flujos de fondos negociados en bolsa.

Por el contrario, y destacando su llamado a un enfoque selectivo, el banco se mantuvo bajista en cuanto a las perspectivas para los metales para baterías como el níquel, el cobalto y el carbonato de litio. “Creemos que es demasiado pronto para poner un final decisivo a estos respectivos mercados bajistas”, dijeron los analistas.

Si bien la Fed dejó las tasas de interés sin cambios la semana pasada, los banqueros centrales mantuvieron su perspectiva de tres recortes este año. Aun así, un indicador de inflación estadounidense que se publica en los próximos días —la medida preferida de la Fed para medir las presiones subyacentes sobre los precios— probablemente se mantuvo incómodamente alto en febrero.