La provincia junto a autoridades nacionales presentó el balance de la primera evaluación que determina el Plan Pilares.
En un evento realizado en Casa de Gobierno, Mendoza presentó los resultados de la primera etapa del Plan Pilares, el proyecto de iniciativa público-privada enfocado en promover la minería sustentable y facilitar una transición energética eficiente en la provincia.
El plan fue elaborado por una iniciativa público-privada en la que participaron Impulsa Mendoza, la Universidad Nacional de Cuyo, el CEM, las empresas Argenteo Mining, Tassaroli y destacados profesionales del sector minero.
De acuerdo a los resultados de la primera etapa del estudio, presentados por la ministra de Energía y Ambiente, Jimena Latorre, "Mendoza puede aprovechar su potencial geográfico, su rica geología, sus capacidades humanas y tecnológicas y su experiencia y tradición industrial para dar un salto de prosperidad en torno a un desarrollo minero moderno, que dinamice la economía y genere empleo de calidad, a la vez que cuida cuencas hídricas y ecosistemas".
Cada pilar del programa identifica y analiza los aspectos de Mendoza que son necesarios para desarrollar su potencial minero. Además, el estudio analiza las fortalezas y debilidades, e identifica las mejoras necesarias para promover un crecimiento sustentable de una industria que tendrá cada vez más demanda mundial para la descarbonización y las emisiones cero.
En la presentación, el Secretario de Minería de la Nación, Luis Lucero, destacó el trabajo realizado “por los tres sectores que supieron aunarse en pos de un objetivo común: la academia representada por la Universidad Nacional de Cuyo, el sector privado representado por el Consejo Empresario Minero y el sector público”
El funcionario afirmó que “hoy, Mendoza dará un gran paso hacia su desarrollo integral. El camino adoptado por la sociedad mendocina en lo que a la minería respecta es un ejercicio ejemplar de eso que llamamos civilidad, es decir una coordinación colectiva, cooperativa, cuyo resultado es un plan orgánico realista y a la vez ambicioso, que mira al futuro pensando en las próximas generaciones de mendocinos. El plan Pilares tiene un horizonte que mira al 2050, es decir que atiende al bienestar de una o dos generaciones futuras”.
La segunda etapa del Plan Pilares consiste en diseñar los planes y programas específicos para cerrar las brechas detectadas en el diagnóstico, en temas como exploración, proveedores, capital humano, infraestructura y controles y gobernanza minera.
El Gobernador, Alfredo Cornejo, habló de la economía diversa que tiene la provincia y de las oportunidades de desarrollar minería sustentable. “Cada vez que se quiere cambiar algo, hay un coro del status quo permanente que insiste en no modificar lo que está funcionando. Y no modificar lo que está funcionando es seguir en el deterioro social y económico que la Argentina tiene. Por eso creo que hay una gran ventana de oportunidades, no solo para el desarrollo de la minería sustentable en Mendoza, sino para múltiples proyectos que requieren de inversión. Por eso estamos muy comprometidos con ello. Mendoza tiene una economía muy diversa y que nos orgullece. Pero nos faltan cosas y no podemos solo vivir de lo que ya hacemos".
Y agregó que "Tenemos una agricultura competitiva en muchos lugares de la provincia y lo hacemos muy bien, tenemos una agroindustria que es un orgullo y que tiene marca internacional. Hacemos muy bien industrias del conocimiento en las que estamos incursionando con éxitos también. Hacemos metalmecánica como proveedora de muchas industrias, en particular del petróleo. Hacemos muchas, muchas cosas y estamos en los primeros niveles. Nuestra economía diversa nos llena de orgullo, pero que requiere agregarle mucha más riqueza”.
Plan Pilares en detalle
El Plan Pilares marca la hoja de ruta para que Mendoza se posicione como protagonista en la transición energética. Sus lineamientos fueron presentados en marzo ante más de 4.500 asistentes al Foro de Inversiones y Negocios. Contempla cinco etapas, la primera de las cuales finalizó y sus conclusiones se dieron a conocer este jueves.
En detalle, el Plan Pilares hace especial énfasis en el cobre y el potasio, ya que ambos son minerales estratégicos para el desarrollo no solo provincial, sino también nacional y mundial. El cobre, por su rol fundamental en las nuevas tecnologías para la transición energética; y el potasio, por su importancia para la recuperación de suelos en la agricultura intensiva.
“Mendoza puede aprovechar su potencial geográfico, su rica geología, sus capacidades humanas y tecnológicas y su experiencia y tradición industrial para dar un salto de prosperidad en torno a un desarrollo minero moderno, que dinamice la economía y genere empleo de calidad, a la vez que cuida cuencas hídricas y ecosistemas”, afirma el estudio.
Además, puntualiza que para 2050 se necesita más cobre que lo producido desde 1900 hasta hoy en todo el mundo.
Argentina hoy tiene producción cero de cobre y las perspectivas para Mendoza son auspiciosas. La provincia tiene capacidad para producir 500.000 toneladas cúbicas con solo 4 proyectos cupríferos y 1.500.000 toneladas cúbicas con 8 que podrían desarrollarse, según Pilares. El trabajo también hace hincapié en la demanda de minerales extraídos de forma “sostenible”.
Además, se espera que con el impulso al cobre las inversiones solo en exploración y estudios de cuatro proyectos cupríferos lleguen a US$ 1.332 hasta 2050 y, en producción, a US$ 12.693, es decir, unos US$ 470 millones anuales en la provincia, con exportaciones de unos US$ 3.150 millones al año.
Se prevé que el desarrollo cuprífero genere más de 2.000 puestos de empleo directo y casi 5.000 indirectos, junto con el trabajo de empresas y pymes de servicios.
En ese sentido, seguiremos trabajando para diversificar nuestra economía, utilizando recursos naturales como el cobre y generando oportunidades de desarrollo concretas para impulsar la inversión y el crecimiento económico de nuestra provincia", comentó Alfredo Cornejo, gobernador de Mendoza.
Se trata de cinco pilares para llegar a que Mendoza sea un actor central. Primero, condiciones para impulsar inversiones para conocer y desarrollar el recurso y mantener continuidad operacional. Segundo, encadenamientos es decir, condiciones para disponer de proveedores y capital humano productivo y confiable e I+D+i pertinente.
El tercer pilar son condiciones para desarrollar una minería con baja huella hídrica y ecoambiental, que ayuda a enfrentar o ser resiliente al cambio climático y a recuperar y cuidar los ecosistemas; el cuarto es la infraestructura logística, conectividad, energía y comunicaciones, y el quinto, la gobernanza y vocación territorial, es decir, condiciones regulatorias y de control, sociopolíticas macro y de aceptación e integración social en los territorios que permite atraer inversiones.
Como mineral esencial para la energía limpia, su exploración y explotación se realizaría con una modalidad sostenible, que prevé un consumo estimado de agua bajo (0,8% en años con caudal normal), con recirculación y recuperación de 80% de esa agua y altos estándares internacionales. Esto, junto con una gobernanza colectiva y comprometida con la sociedad.