La Sociedad Nacional de Minería (SONAMI), liderada por su presidente Jorge Riesco, presentó un requerimiento ante la Contraloría General de la República solicitando una revisión de la legalidad en la venta del 10% de las acciones que Enami poseía en la Minera Teck Quebrada Blanca a Codelco. Al mismo tiempo, los parlamentarios calificaron como “un pésimo negocio para la compañía, y la pequeña y mediana minería, la entrega del activo a Codelco”.

En su requerimiento, SONAMI subraya que la transacción se llevó a cabo con "escasos antecedentes públicos" y que los directivos de ambas empresas han esgrimido la confidencialidad de las negociaciones como justificación. Además, la organización cuestiona la actuación de Codelco y Enami como entidades públicas, ya que "han actuado como si fueran privadas, sin respetar los principios de transparencia".

Riesco ha sido particularmente crítico del negocio, calificándolo como un "pésimo acuerdo" para Enami, que generaría un grave perjuicio patrimonial. Según SONAMI, mientras Enami recibió US$ 520 millones por la venta, en lugar de los aproximadamente US$ 1.900 millones en dividendos que se esperaban por su participación en el proyecto minero tras la expansión de Quebrada Blanca.

"A nosotros los números no nos dan. Si una inversión de US$ 8.700 millones no puede valer el 10%, parece que hay algo raro", afirmó Riesco en una entrevista reciente.

CRÍTICAS POR FALTA DE IMPARCIALIDAD EN LOS DIRECTORIOS
Otro de los puntos que destacó SONAMI en su presentación ante la Contraloría fue la presunta falta de imparcialidad en los directorios de Codelco y Enami durante la aprobación del acuerdo.

Mientras que Codelco afirmó que la decisión fue unánime en su directorio, Enami no precisó esta información, lo que llevó a la suposición de que hubo divisiones en la votación. Además, se cuestionó que algunos directores, quienes según SONAMI debieron inhabilitarse por conflictos de interés, participaron en la deliberación.

SONAMI también planteó que las circunstancias que rodearon la aprobación del acuerdo son motivo suficiente para que la Contraloría asuma temporalmente las facultades de fiscalización de Cochilco y audite el contrato. Esta solicitud se fundamenta en el "evidente perjuicio patrimonial" que la venta representa para Enami y en las posibles ilegalidades involucradas en el proceso.

EL IMPACTO EN LA PEQUEÑA Y MEDIANA MINERÍA
Un aspecto crucial que SONAMI destacó en su solicitud es el impacto que esta transacción podría tener en la pequeña y mediana minería chilena, que depende de Enami. La organización advirtió que el deterioro patrimonial de Enami repercutirá negativamente en las comunidades y economías locales que dependen de esta actividad.

Riesco, en declaraciones adicionales, expresó su preocupación por la falta de transparencia y el carácter secreto de las negociaciones. Incluso mencionó que a los directores de Enami, designados por SONAMI, se les impuso una "mordaza" que les impedía divulgar cualquier información sobre el acuerdo, lo que contribuyó al clima de desconfianza y sospecha en torno a la operación.

En resumen, SONAMI ha pedido a la Contraloría General de la República que asuma todas las facultades de fiscalización para revisar y auditar la venta de las acciones de Enami en Quebrada Blanca, dado el perjuicio que esta operación podría generar en el patrimonio estatal y en las comunidades locales que dependen de la minería.

COMISIÓN DE MINERÍA CUESTIONA DECISIÓN DE ENAMI
Los parlamentarios calificaron como “un pésimo negocio para la compañía, y la pequeña y mediana minería, la entrega del activo a Codelco” recordando las cualidades del mega yacimiento de cobre ubicado a 240 kilómetros de Iquique.

Preocupados se encuentran los integrantes de la Comisión de Minería y Energía tras conocerse que la Empresa Nacional de Minería (Enami) vendió a Codelco, el 10% de su principal activo: la mina Quebrada Blanca.

En la última sesión, los parlamentarios conocieron mayores antecedentes del caso de voz de la ministra de Minería, Aurora Williams, y del vicepresidente ejecutivo de Enami, Iván Mlynarz, dichos que lejos de tranquilizarlos, los llevaron a acordar solicitar más información sobre la ejecución presupuestaria relativa al fomento, los planes de modernización de los planteles y la contratación de personal.

VENTA
El pasado 5 de septiembre, Codelco concretó la compra del 10% de Quebrada Blanca, activo de propiedad de la Enami, según lo informado a la Comisión del Mercado Financiero (CMF) a través de un hecho esencial. Esto implica un desembolso de 520 millones de dólares en dos pagos (182 millones pagado al suscribir la compraventa y el monto restante, será desembolsado dentro de un plazo máximo de 120 días).

Quebrada Blanca es un mega yacimiento de cobre ubicado a 240 kilómetros de Iquique, que cuenta con una base de recursos de diez mil millones de toneladas, con una ley de 0,38% de este mineral y oportunidades de crecimiento futuro. Se espera que, en su segunda fase de operación, se posicione dentro de las 20 operaciones con mayor producción de cobre del mundo.

En la sesión, la ministra Williams aseguró que, de los 520 millones de dólares, 490 se destinarán a pagar deuda informándose que “la mora actual es de 640 millones de dólares, pero la expectativa de deuda a diciembre 2024 se consideraba en 780 millones de dólares. La venta permite bajar a 740 millones de dólares dicha proyección (…) Gracias a esto, se podrá acceder a una mejor tasa de interés. Hoy se pagan 65 millones de dólares de interés anual”.

En tanto, Mlynarz aclaró que “no se ha perdido un activo, lo hemos vendido. No se ha perdido flujo, sino que lo hemos adelantado. Estamos dando estabilidad financiera a los productores mineros que nos venden con los que estamos endeudados y que merecen que les paguemos mejor”.

El ejecutivo enfatizó que “en la discusión presupuestaria que viene, se verá la capitalización directa de Enami, lo que nos permitirá contar con un nuevo sistema de financiamiento de cara al 2035 (…) Para cumplir los compromisos con nuestros acreedores se tuvo que vender Quebrada Blanca (…) El proyecto de modernización avanza desde el hito del cierre de la fundición Hernán Rivera Lira (HRL). Se está viendo el impacto ambiental y el estudio de factibilidad, luego viene el financiamiento, por eso es tan importante rebajar la deuda”.

CUESTIONAMIENTOS
Los senadores se mostraron muy molestos con la decisión argumentando que “no se ha tomado el peso a lo que significa la pérdida de un activo tan importante como es Quebrada Blanca”. De hecho, el presidente de la Comisión, el senador Juan Luis Castro aseguró que “estamos ante un diagnóstico apocalíptico”.

La senadora Luz Ebensperger planteó que “vender el principal activo para pagar deuda es doloroso. Es pan para hoy y hambre para mañana. Quebrada Blanca no es cualquier proyecto, tiene una tremenda proyección a futuro. Acá el único gran beneficiado es Codelco. Se podría decir que da lo mismo porque es una transacción dentro del mismo Estado, pero no es tan así porque Enami tiene un rol bien específico que con esto no se cumple”.

En la misma línea, el senador Rafael Prohens comentó que “Enami se fue por el camino fácil porque podría el mismo Estado haber intervenido salvando la deuda y a Quebrada Blanca. Es preocupante que se haya valorizado tan rápido este proyecto (…) Desde el punto de vista de los productores de cobre, es complejo porque se les debe mucho, no se les paga a tiempo, es urgente que Enami ajuste sus valores”.

Luego la senadora Yasna Provoste hizo ver que “la valorización del 10% no es lo central, sí lo es el uso de los recursos. Esto fue una mala decisión para Enami, los pequeños y medianos productores, y este gobierno de izquierda. Acá se reconoce que se tiene una alta tasa de interés, pero entonces ¿por qué el Estado no interviene para tener una mejor tasa, por qué no sirvió de aval para pedir una deuda a largo plazo? Creo que estamos frente a un gobierno que no valora la pequeña minería”.

En tanto, el senador Daniel Nuñez reconoció que “vender el 10% no fue fácil. No me gusta en lo personal. Había un riesgo real de cesación de pago con los propios trabajadores de Enami más allá de la deuda que se tiene con los pequeños mineros. Valoro eso sí, que este porcentaje esté en manos de Codelco y no se haya privatizado porque el modelo minero de los últimos 30 años es el privilegiar a las grandes empresas”.

Con todo, se acordó solicitar por oficio, antecedentes acerca de la ejecución presupuestaria de Enami respecto al fomento minero desde el 2003 a la fecha, la inversión en la modernización de los planteles, los avances de los permisos relacionados con la modernización de la fundición HRL, el personal que trabaja en el proyecto de litio Alto Andino y el pacto de accionistas de Quebrada Blanca.