El informe analiza la oferta y demanda de este insumo, así como las principales fuentes de producción
El mercado del ácido sulfúrico en Chile está estrechamente vinculado a la industria minera del cobre, que representa la principal fuente de demanda para este insumo. Durante el período 2024- 2033, se proyectan importantes fluctuaciones tanto en la producción como en el consumo de ácido sulfúrico, influenciadas por factores internos como el cierre de líneas de hidrometalurgia y cambios en la demanda de grandes faenas mineras.
La presente actualización del balance del mercado del ácido sulfúrico al año 2033 no proyecta cambios en la condición deficitaria del mercado nacional, manteniendo la situación observada en informes previos.
Esto se explica, principalmente, por la extensión de la vida útil de las actuales operaciones hidrometalurgias, así como, por el mayor consumo de ácido de las operaciones existentes a consecuencia de factores técnicos. Por su parte, el nivel de oferta se mantiene relativamente constante al largo plazo.
El déficit proyectado va disminuyendo posterior al año 2029, debido al fin de la vida útil de líneas de óxidos según la planificación esperada de faenas de gran envergadura, disminuyendo la demanda en, aproximadamente, 990.000 toneladas de ácido sulfúrico.
El déficit proyectado al año 2033 implica precios de mediano plazo con tendencia al alza, induciendo que parte de los actuales recursos de óxidos se transformarían en reservas económicamente extraíbles.
En corto plazo (periodo 2024-2025) se espera un incremento del 4% promedio anual en el balance deficitario, debido al mayor consumo impulsado por proyectos potenciales, de esta manera el consumo se elevaría a 8,2 millones de toneladas a fines de 2025, mientras que la oferta se mantiene relativamente constante en 5,1 millones de toneladas como promedio anual.
Mientras que en mediano plazo (2026-2028), la oferta aumentaría a razón de 1,2% promedio anual, mientras que la demanda disminuiría 2,4% en promedio anual, presionando a la baja el déficit a un total de 2,4 millones de toneladas para el fin del periodo.
Por último, en largo plazo (2029-2033) el balance permanece en déficit. Sin embargo, este déficit disminuye, pasando de 2,4 millones de toneladas en 2028 hasta 0,8 millones de toneladas en 2033. La persistencia del déficit se debe a proyectos que han extendido sus vidas útiles respecto a lo registrado en el informe anterior, posponiendo el cambio de balance.
A nivel regional, se observan variaciones importantes en el equilibrio entre oferta y demanda, lo que podría generar desequilibrios en el mercado interno en el horizonte de proyección del presente informe.
Las proyecciones indican que la capacidad de producción nacional podría no ser suficiente para satisfacer la demanda interna, especialmente si se mantienen las tendencias actuales. En 2023, la región de Antofagasta destaca como el principal consumidor de ácido, representando el 81,6% del consumo país.
En tanto, la región de Tarapacá experimentó la mayor variación en volumen, con una disminución de 43,8% en relación al año previo, equivalente a 122.000 toneladas. Esto se explica, principalmente, por el cierre de la línea de óxido de Cerro Colorado lo que traduce en 123.000 toneladas menos de consumo y Centinela Óxidos, la cual disminuyó su consumo en 11,4% por el tratamiento de una menor calidad de minera
A nivel nacional y desde la perspectiva de la producción de ácido sulfúrico, en 2023 se registró un aumento de 0,4%, alcanzando un volumen de 4.875 miles de toneladas. Este aumento se fundamentó en el desempeño productivo de las regiones de Atacama y Valparaíso, que experimentaron alzas de 21% (109.000 toneladas) y 30,5% (175.000 toneladas), respectivamente.
Este aumento se explica por la mayor producción de Potrerillos, que superó a la del año previo en 36,5% y, en la Fundición Chagres, que aumentó un 9,9%. En contraste, las caídas en la producción se debieron principalmente a lo acontecido en Altonorte (por problemas operacionales y mantención general de la fundición), con una reducción del 15,2%, y en la División Ministro Hales, con una caída del 18,4%.
En 2023 la relación entre la producción de ácido sulfúrico proveniente de fundición alcanzó las 3,64 toneladas de ácido por tonelada de cobre producido en FURE. Esto como consecuencia del incremento en la producción de la Fundición Chagres (9,9%) y Potrerillos (36,5%). No obstante, la caída del 28,5% de la producción de Paipote generó el 3,4% de menor producción de cobre fundido.
Por otro lado, al segmentar la producción de cátodos SxEw de 2023 en quintiles se destacan 15 operaciones, que equivalen al 54,2% de la producción total de cátodos SxEw en 2023, se sitúan por debajo de la tasa promedio nacional de consumo (5,99 toneladas de ácido sulfúrico por tonelada de cobre contenido en cátodos SxEw).
En cuanto al comercio exterior se observa en 2023 una disminución de las importaciones en un 7,3% (268 miles de toneladas) en comparación con lo importado en 2022. A mayo del presente año se registran 1.459 miles de toneladas, ritmo parecido a lo que se llevaba a la misma fecha en 2023 con un volumen importado de 1.566 miles de toneladas.
Las importaciones en Chile estuvieron dominadas por Perú (35,8%) seguida por China (13,3%) y Corea del Sur (10,3%). Por su parte, las exportaciones de ácido sulfúrico totalizaron 44.125,2 toneladas en 2023 y hasta mayo de 2024, se han exportado 29.171,9 toneladas de ácido sulfúrico. Si en 2023 el 86% de estas exportaciones tuvo como destino Perú, en 2024 no ha habido exportaciones al país vecino y ha sido Brasil (37,0%) y Bolivia los principales destinos de exportación (13,8%).
El aumento del nivel de embarques de importación se vio acompañado de un aumento del valor CIF en un 95,6% en 2023 en comparación con 2022. Cabe destacar que en 2022 se registró un aumento de valor de 137,5%. De esta manera, el CIF 2023 alcanzó su valor más alto en la última década con un total de US$ 466 millones.
En 2024 el precio sigue cayendo y durante los dos primeros trimestres se registraron precios de 133,26 US$/ton y 128,80 US$/ton. No obstante, en julio de este año se alcanzó un valor de 156.7 US$/ton en julio. Este incremento se debe principalmente a la escasez de ácido causada por la situación en el puerto de Mejillones. Se espera que esta situación mejore en el segundo semestre, debido a las importaciones desde China, las cuales deberían dinamizar el mercado del ácido sulfúrico en Chile.
Al analizar los componentes del CIF se observa que, en promedio, el CIF unitario disminuyó un 38% en China, Perú y Corea del Sur. Para los países asiáticos, esta disminución se atribuye principalmente a la caída en el valor del flete unitario, que registró un descenso promedio del 72%. En el caso de Perú, la reducción se explica por una disminución del 37,6% en el valor FOB unitario.
El análisis concluye que, para mitigar estos posibles desequilibrios, será fundamental buscar alternativas para la importación de ácido sulfúrico, ya que hasta la fecha las importaciones han estado dominadas por Perú y China. Sin embargo, es importante considerar los nuevos proyectos en estos países que podrían afectar su oferta de ácido sulfúrico, con posibles implicaciones para el balance nacional. Un ejemplo de esto es el proyecto Tía María de Southern Copper en la provincia de Islay, Arequipa.
Este proyecto, que cuenta con todas las licencias y permisos requeridos por el Estado Peruano, busca extraer 650,72 millones de toneladas métricas de material de cobre oxidado en sus dos yacimientos (La Tapada y Tía María), lo que podría reducir la cantidad de ácido disponible para importar desde Perú. Además, la logística del transporte del ácido se ve aún más desafiada por la compleja geografía de Chile.
La mayor parte de la oferta interna de ácido proviene de la zona centro-sur del país, mientras que la demanda se concentra en la zona norte. Este escenario presiona a los proveedores a ubicar las importaciones lo más cerca posible de los consumidores, con el objetivo de mitigar los elevados costos de transporte.
Por estos motivos, es crucial fortalecer el mercado nacional estableciendo acuerdos con las productoras locales para asegurar un suministro continuo y buscar, a través de convenios, el aumento de la producción. Esta medida permitiría disminuir costos en el transporte de ácido sulfúrico, sobre todo para regiones como la de Antofagasta que en 2023 requirió importar 4.443 miles de toneladas de ácido.