El huracán, que excusaba al gobierno de Cuba para mantener el apagón total en la isla, tocó tierra y los cortes, que llevan más de tres días, aún persisten. A los reclamos de los ciudadanos se le suma la respuesta del régimen dictatorial de Miguel Díaz-Canel quien qu no tolerará que se altere el orden público.

Según el Centro Nacional de Huracanes, Oscar tocó tierra cerca de Baracoa, en la provincia de Guantánamo en Cuba, con vientos de categoría 1 de 129 km/h. y lo hizo en medio de cortes de energía generalizados en todo el país. Uno de los últimos comunicados del Ministerio de Energía y Minas afirmó, previo a la llegada del huracán,  que  "En estos momentos se trabaja para ir creando microsistemas por territorios y regiones, hasta tanto se logre mayor estabilidad".

Las desconexiones y los problemas energéticos que afectan a la isla poco tienen que ver con los eventos climáticos y son sostenidos en el tiempo como consecuencia de un régimen dictatorial de exclusión. Según indicó el diario El País, un auto estatal con parlante recorre lento el barrio de El Vélez y avisa a los vecinos que si no tienen luz es por culpa del bloqueo que mantiene Estados Unidos contra Cuba, aunque nadie cree esto.

Los apagones son habituales desde hace años, pero la situación se ha agravado en las últimas semanas. En los últimos días se han registrado jornadas con tasas de afectación máxima superiores al 50%, esto es, momentos en que la mitad del país estaba simultáneamente sin corriente.

Los cortes frecuentes dañan la economía cubana -que en 2023 se contrajo un 1,9% y se encuentra aún por debajo de los niveles de 2019, según datos oficiales- e impulsan el descontento social en una sociedad afectada por una crisis económica agravada en los últimos años.

 Según informó el domingo a la televisión estatal el director del despacho nacional de carga de la empresa Unión Eléctrica, Félix Estrada, “En este momento se están dando pasos para restablecer la conexión”.

El directivo de la compañía estatal explicó que actualmente se sigue una estrategia para reorganizar por regiones las unidades generadoras de electricidad del país para después realizar su arrancada.

Señaló que el objetivo es restaurar en el menor tiempo posible la conexión del SEN para restablecer gradualmente el servicio de los cerca de diez millones de habitantes de la isla. La causa de este tercer apagón se produjo por un “fallo de transmisión” cuando se había logrado conectar en un mismo subsistema a Mariel (oeste) y Holguín (este), separadas por más de 600 kilómetros.

El ministro de Energía y Minas, Vicente de la O Levy, reconoció este domingo en una comparecencia que la situación en el sistema eléctrico es “muy tensa”. Pero dijo que el Gobierno aspira a que el SEN recupere dentro de dos días el estado que tenía antes del primer apagón masivo y que en consecuencia la mayoría de los consumidores volverá a tener luz “mañana lunes” y que “el último cliente quizás puede estar recibiendo (corriente) el próximo martes”.

El SEN se encuentra en un estado muy precario por la escasez de combustible -fruto de la falta de divisas para importarlo- y las frecuentes averías en las obsoletas centrales termoeléctricas, con cuatro décadas de explotación y carencia crónica de inversiones.

Los apagones son habituales desde hace años pero la situación se ha agravado en las últimas semanas. En los últimos días se han registrado jornadas con tasas de afectación máxima superiores al 50 %, esto es, momentos en que la mitad del país estaba simultáneamente sin corriente.