El Salvador y Costa Rica, dos países con históricas restricciones a la minería, han comenzado a replantear sus posturas frente a esta actividad. Ambos presidentes subrayan la necesidad de equilibrar desarrollo económico y cuidado ambiental.
En El Salvador, el presidente Nayib Bukele calificó de absurda la prohibición vigente desde hace siete años y propuso permitir la extracción de oro para aprovechar recursos estratégicos.
Mientras que en Costa Rica, el presidente Rodrigo Chaves anunció un proyecto de ley para relegalizar la minería a cielo abierto, prohibida desde 2010, destacando el potencial de una mina de oro en el norte del país.
Bukele destacó a través de las redes sociales que toda la riqueza potencial en oro que existe en El Salvador podría equivaler a “3 billones de dólares”, lo que equivaldría, según sus cálculos, a 8.800% del Producto Interno Bruto nacional, que cerró en 2023 en $34.015 millones.
“Somos en el único país en el mundo con una prohibición total de la minería metálica, algo que ningún otro país aplica. ¡Absurdo!”, escribió el mandatario en la red social X, antes Twitter.
El Salvador se convirtió en el primer país en el mundo en prohibir la minería de metales en marzo de 2017, luego de una petición respaldada por sacerdotes católicos. El Congreso consideró esa actividad como una amenaza ambiental debido a la excesiva demanda de agua que exige y al drenaje de metales pesados y de desechos tóxicos como mercurio y cianuro.
Ahora, el presidente Bukele plantea que la extracción de oro es una “riqueza que podría transformar El Salvador” y apuntó que generaría “miles de empleos de calidad”, que financiaría “infraestructura en todo” el país e impulsaría economías locales.
Al mismo tiempo, aseguró que la minería en El Salvador sería “moderna y sostenible” y cuidaría el medio ambiente.
Por otra parte, el presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, informó que su gobierno busca legalizar de nuevo la minería a cielo abierto tras su prohibición en 2010 en un país mundialmente conocido por su respeto al medioambiente.
"Estamos sentados en una mina de oro", dijo el mandatario desde San José al anunciar que el Ejecutivo presentó a la Asamblea Nacional un proyecto de ley para levantar la prohibición y explotar una mina de oro en el norte del país.
El yacimiento se encuentra en Crucitas, a unos 200 kilómetros al norte de San José, cerca de la frontera con Nicaragua. Está clausurado desde hace 14 años cuando se canceló la concesión a la minera canadiense Infinito Gold y se aprobó la prohibición de explotación minera a cielo abierto a nivel nacional.
El proyecto busca reformar la ley de Minería y obtener la excepción solo para este yacimiento y que pueda ser concesionado a través de subasta a uno o varios oferentes con una regalía mínima del 5% para el Estado.
El proyecto contempla la aplicación de estándares internacionales en la operación y la eliminación del uso de materiales peligrosos para el ambiente.
Debido a la minería ilegal y la extracción de oro constante, el gobierno tiene desplegado en el lugar un contingente policial encargado de detener a los mineros y desbaratar sus operaciones de extracción.