El proyecto, que representa una inversión de US$ 2.000 millones, busca asegurar la continuidad de la producción de cobre de forma sustentable, utilizando energías limpias y agua de mar desalinizada
Minera Los Pelambres, perteneciente a Antofagasta Minerals del grupo Luksic, ha ingresado al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) el proyecto "Extensión de Vida Útil (EVU)" con el objetivo de prolongar sus operaciones más allá de 2035, fecha de vencimiento de sus permisos actuales, potencialmente hasta el año 2051.
El proyecto, que representa una inversión de US$ 2.000 millones, busca asegurar la continuidad de la producción de cobre de forma sustentable, utilizando energías limpias y agua de mar desalinizada.
La iniciativa ya superó la primera etapa con la admisión a trámite por parte del SEA de Coquimbo. El proyecto EVU contempla la incorporación de aproximadamente 1.200 millones de toneladas (Mt) de reservas adicionales a las 2.100 Mt ya aprobadas en el permiso ambiental de 2004. Para lograrlo, se realizarán modificaciones que incluyen:
+ Extensión y profundización del rajo: Aumentando la tasa de extracción a 500 mil toneladas diarias (ktpd) como promedio anual.
+ Aumento de la capacidad y superficie de botaderos: Tanto de Los Pelambres como de Las Hualtatas.
+ Aumento de la tasa de procesamiento: Pasando de un máximo diario de 210.000 toneladas a un promedio anual de 205.000 toneladas diarias, con máximos puntuales de 245.000 toneladas diarias, buscando compensar la disminución de la ley del mineral.
+ Incremento de la capacidad del Tranque de Relaves El Mauro: En un 70%, pasando de 1.700 Mt a 2.900 Mt, lo que determinaría la vida útil del proyecto hasta 2051, aunque esta fecha podría variar según el procesamiento anual y la generación de relaves.
+ Aumento de la producción de agua desalada: Hasta 800 litros por segundo (l/s) nominales, alcanzando una producción final de hasta 1.600 l/s.
Un aspecto central del proyecto es el compromiso de cesar las extracciones de aguas superficiales para fines productivos después de 2035, manteniéndolas únicamente para consumo humano y fines ambientales. Esto profundiza la transición hídrica iniciada por la compañía, que se convirtió en la primera minera de la zona central de Chile en utilizar agua de mar en sus procesos productivos.
El proceso de evaluación ambiental continuará con la revisión del Estudio de Impacto Ambiental por parte del SEA. Posteriormente, se requerirá la votación de la Comisión de Evaluación Ambiental (Coeva) de la región.
La aprobación de la Coeva resultará en la emisión de la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) favorable. En caso de rechazo, la empresa podrá recurrir administrativamente.