Haldeman Mining ingresó al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) el proyecto "Continuidad Operacional y Modificación del Proyecto Minero Sagasca", con el que busca extender la vida útil de la faena por 21 años.
La iniciativa, que supone una inversión de US$ 63 millones, pretende dar continuidad a la explotación y procesamiento de mineral en la mina subterránea Longacho, ubicada en la Quebrada de Sagasca, a 100 kilómetros de Iquique y a una altitud de 1.700 metros sobre el nivel del mar.
La faena Sagasca, que operó entre 2004 y 2015 con una producción promedio de 15.000 toneladas anuales de cátodos de cobre, se encuentra actualmente en paralización temporal.
Su cierre fue parte de un plan estratégico de la compañía en el contexto de la caída del precio del cobre, privilegiando la producción de oro y la faena cuprífera Michilla, adquirida en 2016 a Antofagasta Minerals.
El proyecto contempla la explotación de Longacho por un período de 16 años con una tasa máxima de extracción de 111.000 toneladas mensuales, totalizando reservas mineras de 16.220.000 toneladas.
Tras la extracción, el mineral será procesado en las instalaciones existentes mediante etapas de chancado, aglomeración, carguío de pilas y riego con ácido sulfúrico, seguido de recuperación de PLS, extracción por solvente (SX) y electro-obtención (EW) para la producción de cátodos de cobre.
Para la reactivación de la faena, se contemplan obras de adecuación y rehabilitación de las instalaciones. En la fase de construcción, se estima una dotación máxima de 330 personas, mientras que en la operación la cifra ascendería a 570 trabajadores, con un promedio de 362 empleados.
El proyecto, ingresado al SEIA en 2022, busca actualizar la aprobación ambiental obtenida en el año 2000, incorporando la extensión de vida útil de la faena y la reapertura de las instalaciones necesarias para su ejecución.