El petróleo sigue en baja atravesasdo por los aranceles de Estados Unidos, y un temor de una recesión global por los reajustes de la economía global, donde China advierte con una devaluación del yuan para competir a las medidas de Trump. En este escenario, JP Morgan prepara a los inversores por un valor de petróleo en US$ 50, o menos.
El crudo Brent se negociaba a poco menos de US$ 64 dólares, mientras que el West Texas Intermediate se negociaba a 60,54 dólares por barril, ambos un 2% menos que el cierre del viernes.
La semana pasada, los precios del petróleo crudo se desplomaron un 7% después de que China anunciara aranceles de represalia a las importaciones estadounidenses, igualando la tasa estadounidense del 34%, además de los gravámenes existentes. Esta medida se consideró generalmente bajista para el petróleo crudo, de ahí su efecto en los precios.
Los precios del petróleo podrían caer a 50 dólares por barril o incluso menos, ya que la oferta global continúa superando la demanda y la Administración estadounidense prioriza costos energéticos más bajos, advirtieron estrategas de JPMorgan (NYSE:JPM).
El banco de Wall Street espera que los mercados petroleros permanezcan con excedente hasta 2026, con la media de los precios del Brent en 73 dólares en 2025 y cayendo a 61 dólares en 2026. Pronostica que el Brent terminará este año en 64 dólares y caerá por debajo de los 60 dólares para finales de 2026, asumiendo que Arabia Saudí y Rusia mantengan la producción estable bajo el actual acuerdo de la OPEP+, informó Investing.com
La perspectiva refleja tanto las condiciones fundamentales del mercado como las señales políticas desde Washington.
"La Administración del presidente Trump ha indicado una fuerte preferencia por reducir los precios del crudo a 50 dólares por barril o menos", señalaron los estrategas de materias primas Natasha Kaneva y Prateek Kedia.
Este objetivo se considera crítico para contener la inflación y potencialmente avanzar en objetivos geopolíticos, incluyendo la situación en Ucrania.
El informe también destaca que la administración está dispuesta a soportar un "período de disrupción en la industria" para lograr precios del petróleo más bajos, similar al enfrentamiento entre la OPEP y el esquisto en 2014.