Cochilco actualizó la proyección del precio promedio del cobre a US$ 4,30 la libra para 2025 y 2026, sustentada en un escenario de mercado considerablemente más sólido y optimista a mediados de mayo respecto de los meses anteriores.
El mercado del cobre ha exhibido una elevada volatilidad, atribuible en gran medida a la creciente incertidumbre derivada de la agresiva política arancelaria impulsada por Estados Unidos. Este entorno de tensiones geopolíticas ha debilitado temporalmente los fundamentos estructurales del mercado, es decir, el vínculo entre oferta, demanda y precios.
Cochilco actualiza la proyección del precio promedio del cobre a US$ 4,30 la libra para 2025 y 2026, sustentada en un escenario de mercado considerablemente más sólido y optimista a mediados de mayo respecto de los meses anteriores. Este cambio positivo se debe principalmente al acuerdo arancelario alcanzado entre Estados Unidos y China, que ha reducido significativamente las barreras comerciales, aliviando las tensiones que afectaban la confianza y el dinamismo del comercio global. La magnitud del retroceso arancelario, junto con la implementación de una pausa temporal de 90 días en nuevas medidas, han contribuido de forma decisiva a mejorar la percepción de estabilidad en los mercados internacionales. A ello se suma la continuidad de fundamentos sólidos, marcada por la restricción en la oferta y la resiliencia de la demanda estructural del metal.
Durante el primer cuatrimestre de 2025, el spread entre los precios del cobre en COMEX y LME se amplió notablemente, alcanzando niveles históricamente altos debido a la incertidumbre por la política arancelaria de EE.UU., que elevó las expectativas de restricciones al comercio de cobre, sobre todo en su propio mercado. Las tensiones logísticas, la menor importación de chatarra de cobre desde EE.UU. a China y el alza de primas físicas en América del Norte profundizaron la brecha, reflejando un desajuste regional entre oferta y demanda, intensificado por factores geopolíticos y financieros.
Vulnerabilidad de la oferta minera: durante el primer trimestre de 2025, varias empresas de clase mundial, como Freeport McMoRan, Glencore y Anglo American, registraron caídas en su producción. Aunque Codelco y Antofagasta Minerals aumentaron su producción en Chile, estos incrementos no lograron compensar la disminución global. Como resultado, la previsión de crecimiento mundial de cobre mina para 2025 se redujo a 1,3%, desde un 4,7% previo, reflejando problemas operacionales y logísticos en distintas regiones productoras. Este escenario mantiene un equilibrio ajustado entre oferta y demanda, elevando el riesgo de suministro y presionando al alza la cotización del metal.
Por el lado de la demanda, el avance de las negociaciones entre Estados Unidos y China redujo la incertidumbre global, fortaleciendo la confianza de los mercados e impulsando los indicadores de expectativas de consumo. En EE. UU., la mejora de indicadores económicos disminuyó el riesgo de recesión y generó un importante repunte de los mercados financieros y una recuperación de índice dólar.
En tanto China, pese a mantener su tasa oficial de crecimiento para el presente año (5%), mejoró la percepción de su trayectoria económica. Estos factores sentaron las bases de un nuevo escenario para el mercado del cobre al elevarse las expectativas de un aumento de la demanda de cobre, respaldando su cotización.
Para 2025, se estima que el mercado mundial del cobre registre un déficit de 109 mil toneladas, debido a que, si bien la demanda se corrigió levemente a la baja respecto de proyecciones previas, se mantiene sólida y supera el ritmo de expansión de la oferta.
Para 2026 se anticipa un superávit marginal de 19.000 toneladas, asociado a una recuperación gradual de la producción minera y a una normalización parcial de los flujos de concentrados hacia las fundiciones. No obstante, este leve superávit no modificaría sustancialmente la condición ajustada del mercado, que seguirá siendo sensible a cualquier disrupción en la oferta o la demanda.