Tras su reciente viaje a Nueva York y su consolidación como principal accionista de Challenger Gold, el empresario Eduardo Elsztain reafirma su inquebrantable optimismo sobre el potencial de Argentina.
Desde la visión de un inversor de largo plazo, el presidente de IRSA y Austral Gold subraya la necesidad de continuidad, confianza y el rol fundamental de las empresas para transformar la expectativa global en una realidad de crecimiento y desarrollo para el país.
LA PUBLICACIÓN DE ELSZTAIN EN LINKEDIN
Volví hace poco de un viaje por trabajo que hicimos a Nueva York, y me quedaron en la cabeza algunas impresiones del momento que estamos atravesando. Soy un optimista de nuestro país desde siempre, más allá de los vaivenes y los momentos difíciles. En tiempos de incertidumbre, sostener una mirada de largo plazo es un ejercicio que exige valentía, paciencia y trabajo.
Como compañía llevamos décadas invirtiendo en el desarrollo de la Argentina con la certeza de que este país tiene un potencial inmenso. Argentina tiene recursos, talento y creatividad. Lo que se necesita es continuidad, esfuerzo compartido y confianza. Y las empresas tenemos un rol clave: invertir, generar empleo, innovar y construir vínculos sólidos con las comunidades donde trabajamos. Eso es lo que intentamos hacer todos los días, desde cada proyecto urbano, comercial o productivo que llevamos adelante.
En Nueva York muchos me preguntaban por Argentina. No es la primera vez que me pasa, y creo que nos pasa a muchos que viajamos por trabajo. Es emocionante, cada vez que uno va a otro país, escuchar comentarios positivos y dar cuenta de las expectativas de los otros. Y ahí tenemos un desafío.
Esa expectativa necesita transformarse en esperanza, y de nosotros depende que esa esperanza se convierta en realidad. Todos cumplimos un rol. Y ese rol se ejerce cada día en lo que hacemos, en cómo trabajamos, en cómo pensamos y hacemos futuro.
El optimismo no es ingenuidad. Es la consecuencia de ver que, cuando se trabaja con responsabilidad y visión, los resultados llegan. Nuestra tarea no es comentar el presente, sino comprometernos con el futuro. Creo profundamente que la Argentina está para más. Y que vale la pena seguir apostando por lo que podemos ser y sabemos hacer. Cumplamos nuestra parte.