El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha publicado su "Actualización de Perspectivas de la Economía Mundial" de julio de 2025, destacando una "tenue resiliencia" de la economía global en un entorno de persistente incertidumbre. El informe revisa al alza las proyecciones de crecimiento mundial para 2025, aunque advierte sobre los riesgos latentes derivados de las tensiones comerciales y geopolíticas, y subraya la necesidad de políticas prudentes para garantizar la estabilidad.
El FMI proyecta una tasa de crecimiento mundial del 3,0% en 2025 y 3,1% en 20261. El pronóstico para 2025 representa un incremento de 0,2 puntos porcentuales respecto a las "Perspectivas de la Economía Mundial" (informe WEO) de abril de 2025, y es 0,1 puntos porcentuales superior para 2026. Esta revisión al alza se atribuye a un adelantamiento de las importaciones más marcado de lo previsto antes de la subida de aranceles, a tasas arancelarias efectivas medias en Estados Unidos más bajas de lo anunciado, a una mejora de las condiciones financieras (en particular por el debilitamiento del dólar estadounidense) y a medidas de expansión fiscal en jurisdicciones importantes.
Sin embargo, el informe señala que la aparente resiliencia en el primer trimestre de 2025 se debe más a "distorsiones introducidas por los aranceles" que a una solidez subyacente4. El crecimiento global en el primer trimestre de 2025 superó lo pronosticado, impulsado por el comercio y la inversión internacionales, mientras que el consumo privado fue más moderado5. Se espera que el efecto del adelantamiento de las operaciones comerciales se disipe en el segundo semestre de 2025, lo que podría frenar la actividad en 2026.
Inflación: Tendencias Divergentes y Riesgos Arancelarios
Se prevé que la inflación general a escala mundial descienda al 4,2% en 2025 y 3,6% en 2026, manteniendo una trayectoria similar a la proyectada en abril. No obstante, este panorama oculta diferencias notables entre países. En Estados Unidos, la inflación ha aumentado levemente, con indicios de que los aranceles y el debilitamiento del dólar están repercutiendo en los precios al consumidor en ciertas categorías sensibles a las importaciones, y se espera que la inflación se mantenga por encima de la meta del 2% hasta 2026.
En contraste, en la zona del euro se espera una dinámica inflacionaria más moderada debido, en parte, a la apreciación de la moneda y la adopción de medidas fiscales excepcionales. Para China, la inflación general prácticamente no experimentará cambios respecto a abril, pero la inflación subyacente se revisa ligeramente al alza.
Proyecciones por Economías Clave
Economías Avanzadas: Se proyecta un crecimiento del 1,5% en 2025 y 1,6% en 2026.
Estados Unidos: Una expansión del 1,9% en 2025 y un repunte al 2,0% en 2026. Esto se atribuye a la estabilización de las tasas arancelarias en niveles más bajos y a condiciones financieras más favorables, además del estímulo fiscal de la "Ley Grande y Hermosa" (OBBBA), que podría elevar el producto en un 0,5% en promedio hasta 2030. A pesar de los recortes de gastos programados y los ingresos arancelarios, se proyecta que Estados Unidos registrará déficits fiscales más abultados a mediano plazo.
Zona del Euro: El crecimiento se aceleraría al 1,0% en 2025 y 1,2% en 2026, impulsado en gran parte por el sólido PIB de Irlanda en el primer trimestre16.
Japón: Contracción del PIB real del 0,2% anualizado en el primer trimestre debido a la debilidad del consumo privado y las exportaciones netas.
Economías de Mercados Emergentes y en Desarrollo (EMED): Se prevén tasas de crecimiento del 4,1% en 2025 y 4,0% en 2026.
China: Crecimiento del 4,8% en 2025 (revisión al alza de 0,8 puntos porcentuales) y 4,2% en 2026, debido a una actividad más vigorosa de lo previsto y a la reducción de los aranceles de Estados Unidos.
India: Crecimiento proyectado del 6,4% en 2025 y 2026, con leves revisiones al alza gracias a una coyuntura externa más favorable.
Oriente Medio y Asia Central: Crecimiento acelerado al 3,4% en 2025 y 3,5% en 2026.
África Subsahariana: Crecimiento relativamente estable en 4,0% en 2025, repuntando al 4,3% en 2026.
América Latina y el Caribe: Crecimiento disminuirá al 2,2% en 2025, para luego recuperarse al 2,4% en 2026.
Economías Emergentes y en Desarrollo de Europa: El crecimiento se desacelerará y permanecerá flojo, en 1,8% en 2025 y 2,2% en 2026.
Riesgos y Políticas Recomendadas
El informe del FMI subraya que las perspectivas están expuestas a factores adversos. Un posible repunte de las tasas arancelarias efectivas podría frenar el crecimiento mundial. La elevada incertidumbre, exacerbada por los plazos de aplicación de aranceles adicionales sin acuerdos sustanciales, podría lastrar aún más la actividad. Las tensiones geopolíticas, especialmente en Oriente Medio o Ucrania, podrían provocar interrupciones en las cadenas de suministro globales y aumentar los precios de las materias primas.
En cuanto a las políticas fiscales, un aumento de los déficits fiscales o de la aversión al riesgo podría incrementar las tasas de interés a largo plazo y endurecer las condiciones financieras mundiales, reactivando la volatilidad en los mercados. El FMI enfatiza la necesidad de reconstruir el espacio fiscal y garantizar la sostenibilidad de la deuda pública. Esto implica una consolidación fiscal creíble a mediano plazo, aumentando los ingresos fiscales, mejorando la eficiencia del gasto y atrayendo la inversión del sector privado.
En el ámbito de la política monetaria, los bancos centrales deben calibrar cuidadosamente sus acciones para mantener la estabilidad financiera y de precios en un contexto de tensiones comerciales prolongadas. Las medidas arancelarias actúan como shocks de oferta, lo que plantea un dilema a los bancos centrales entre proteger el sector real y evitar que el aumento temporal de precios se convierta en una inflación permanente.
La adopción de políticas monetarias más laxas dependerá de evidencia convincente de que la inflación y las expectativas inflacionarias están retornando a la meta. Es crucial que los bancos centrales comuniquen sus intenciones de manera clara y coherente, y que su independencia esté protegida.
El FMI también destaca la importancia de promover marcos comerciales claros y transparentes para reducir la incertidumbre, cooperar en la modernización de las normas comerciales y buscar soluciones plurilaterales o regionales. Se alienta a las negociaciones bilaterales a reducir los obstáculos sin aumentar las barreras a terceros, buscando corregir las causas de fondo de las tensiones comerciales, como los desequilibrios externos excesivos.
En un lado más positivo, el informe señala que un avance en las negociaciones comerciales que establezca un marco predecible podría llevar a nuevas reducciones de las tasas arancelarias y a una disminución significativa de la incertidumbre, facilitando las decisiones de inversión y mejorando la resiliencia ante shocks externos.