Los precios del cobre subieron en las operaciones tempranas del lunes debido a la reaparición de problemas de suministro y la fortaleza de la demanda china. Los precios en la Bolsa de Metales de Londres aumentaron un 0,6% hasta los 9.996,5 dólares por tonelada métrica durante las primeras horas de negociación.
Según analistas de ANZ, podría desarrollarse una tensión en el mercado si la suspensión en la mina chilena El Teniente se extiende más de lo previsto. Codelco informó el viernes que la mina de cobre de Chile necesitará más tiempo para volver a su capacidad total de producción que lo inicialmente pronosticado tras un derrumbe de túnel en julio.
Al mismo tiempo, la demanda china parece resistente, y se espera que aumenten las importaciones de cobre refinado, señalaron los analistas de ANZ.
En lo que va de 2025, el precio del cobre ha demostrado una notable volatilidad, manteniéndose en un rango elevado que ronda los US$ 9,500 a US$ 10,000 por tonelada métrica. Este comportamiento se explica por una combinación de factores que tensionan el mercado:
Demanda de la transición energética: El principal motor de crecimiento. El cobre es un material indispensable para la electrificación global. La producción de vehículos eléctricos, las baterías, las redes de carga, los paneles solares y los aerogeneradores requieren cantidades significativamente mayores de cobre que sus contrapartes convencionales.
Crecimiento económico de China: Como el mayor consumidor mundial de cobre, la salud de la economía china y sus medidas de estímulo siguen siendo determinantes para la demanda a corto plazo.
Restricciones en la oferta: A pesar del fuerte interés, la producción minera enfrenta desafíos. El aumento de los costos, las leyes de mineral más bajas en minas antiguas, los conflictos laborales y la escasez de agua en países productores clave como Chile y Perú limitan la capacidad de la oferta para responder a la demanda.
Proyecciones y perspectivas a futuro
Las proyecciones para el mercado del cobre son consistentemente alcistas, tanto a corto como a largo plazo.
Proyecciones a corto plazo (2025-2026): La mayoría de los expertos prevé que el precio se mantendrá elevado o incluso subirá, ya que el mercado global entrará en un déficit de oferta que será difícil de superar. Las existencias actuales son bajas y los proyectos mineros en desarrollo no podrán compensar la demanda creciente.
Proyecciones a largo plazo (década de 2030 en adelante): El panorama es extremadamente positivo. La "electrificación de todo" creará una brecha de oferta y demanda masiva y persistente. Se estima que, para satisfacer las metas de descarbonización, la demanda de cobre podría duplicarse en la próxima década, una cifra que los analistas consideran imposible de alcanzar solo con la oferta actual y la planificada.
En resumen, el cobre ha dejado de ser solo un termómetro de la economía mundial para convertirse en el pilar de la nueva economía verde. Este cambio de rol ha sentado las bases para un período prolongado de precios altos, haciendo del cobre uno de los metales más estratégicos del futuro.