Flavia Royon, ex Secretaria de Energía, ofreció un profundo análisis sobre el futuro económico de Argentina, posicionando a la minería y los hidrocarburos como los motores esenciales para superar la crisis crónica de falta de dólares. En declaraciones a LN+, Royon defendió el RIGI (Régimen de Incentivo a Grandes Inversiones) y subrayó la necesidad urgente de pasar de ser un país con "alguna provincia minera" a ser un "país minero".
El RIGI: Necesidad Sectorial y un Salvavidas para el Litio
Royon afirmó que la implementación del RIGI era absolutamente necesaria para atraer capitales a grandes proyectos, especialmente en GNL (Gas Natural Licuado) y Cobre. Si bien reconoció que en su gestión se había trabajado en un proyecto de ley de GNL menos "generoso", la mirada sectorial es indispensable para mejorar la competitividad y atraer proyectos de esta magnitud.
Respecto al Litio, Royon dio una perspectiva única: el RIGI actuó como un "contrapeso" frente a la fuerte caída del precio internacional del mineral. "Aquellos proyectos de litio que tenían previsto su ampliación, que después de la caída del precio pusieron en duda [la inversión], con la llegada del RIGI decidieron avanzar", explicó. No obstante, Royon sugirió que hubiera preferido un enfoque más sectorial que permitiera un mejor manejo de la carga impositiva y la integración de la industria nacional en la cadena de valor.
Argentina: Un Proveedor Seguro en el Centro de Cuatro Transiciones
La ex funcionaria destacó que Argentina posee una ventaja comparativa fundamental en recursos naturales (energía y minerales), pero que debe trabajar para convertirla en una ventaja competitiva.
En el contexto geopolítico actual, Royon señaló que Argentina es vista como un "proveedor seguro" global (un país democrático, sin conflictos geopolíticos), lo que lo posiciona excepcionalmente para abastecer tanto a Europa y Estados Unidos como a China.
Este posicionamiento se vuelve vital ante la confluencia de cuatro grandes transiciones globales que demandan más minerales:
Transición Energética: La demanda de minerales como litio, cobre, plata y uranio es indispensable para tecnologías solares, eólicas y autos eléctricos.
Mayor Uso de Datos: El aumento de electrodomésticos y tecnología digital exige más recursos minerales.
Seguridad y Conflictos Bélicos: Las tecnologías de seguridad militar requieren un mayor consumo de minerales.
Crecimiento Demográfico: La incorporación de más población a la demanda de energía y minerales.
Además, resaltó la oportunidad en Uranio, ya que Argentina posee yacimientos y países tradicionalmente proveedores como Rusia y Kazajistán se encuentran en conflicto.
La Minería como Tercer Motor Generador de Dólares
Royon enfatizó que la minería podría constituirse, en los próximos 15 a 20 años, en otro sector del tamaño del agroexportador. El sector minero es clave para resolver la crisis recurrente por falta de dólares por tres razones:
Diversificación: Fortalece y diversifica la matriz exportadora.
Sin Trade-off Interno: A diferencia de los alimentos o combustibles, la minería no genera un conflicto directo con el mercado interno ni con los precios locales.
Alto Balance Positivo: De cada USD 10 que exporta, la minería demanda menos de USD 4 en importaciones, lo que se traduce en un alto saldo positivo de divisas para el país.
La dirigente fue crítica con las provincias que aún mantienen la actividad minera prohibida, señalando que la experiencia de provincias como San Juan, Jujuy y Catamarca —que han visto una profunda transformación local (ej. 12.000 empleos en Salta)— demuestra el potencial de desarrollo territorial, especialmente en las vastas zonas del país que hoy se consideran "desierto".
Gobernadores: El Rol Político Clave y la Curva de Inversión
Royon instó a "nivelar expectativas" sobre el RIGI. Aunque las proyecciones de inversión son enormes (hasta USD 50.000 millones), el proceso es lento. Se requieren al menos tres años de construcción, por lo que la generación de divisas a gran escala se verá recién hacia 2028, 2029 o 2030, y no en el corto plazo.
La ex secretaria destacó el rol político fundamental de los gobernadores (nucleados en la Mesa del Litio o del Cobre), ya que son los dueños de los recursos y tienen la mayor cercanía con los inversores. Son ellos quienes deben asegurar la licencia social y fijar políticas de contratación local y desarrollo de infraestructura, aspectos que el RIGI no contempló explícitamente y que fueron objeto de crítica.
Finalmente, Royon planteó la necesidad de mirar la infraestructura con un enfoque 360, no solo como un requisito para la minería. Proyectos como la expansión de la red de alta tensión en la Puna (una de las zonas más competitivas del mundo para la energía solar) o la reactivación del ferrocarril no solo benefician a la mina, sino que actúan como una palanca de desarrollo para el agro y para la consolidación de corredores bioceánicos, transformando la economía regional.