Un reciente análisis basado en datos del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) ha puesto de manifiesto la extrema concentración de las reservas mundiales de oro que aún no han sido extraídas, señalando los países que impulsarán la próxima fase de la producción global.
El informe, que estima las reservas totales de oro sin explotar en toneladas métricas y las valora a un precio de US$ 4.362 por onza troy, revela que el valor total de estas reservas supera los US$ 7 billones. Un dato crucial es que tan solo 10 países concentran más del 85% de esta riqueza mineral.
Rusia y Australia comparten el liderazgo global, posicionándose como los principales poseedores de oro sin explotar del mundo. Cada nación alberga unas 12.000 toneladas de reservas, lo que en conjunto representa casi el 40% del total mundial. Las reservas de cada país están valoradas individualmente en cerca de US$ 1,7 billones.
Rusia: Sus vastas reservas se concentran principalmente en las regiones de Siberia y el Lejano Oriente, con yacimientos notables en las áreas de Krasnoyarsk y Magadán.
Australia: La mayor parte del oro aún se encuentra dentro del cratón de Yilgarn en Australia Occidental, una región conocida por albergar algunos de los depósitos de oro más grandes del mundo.
A medida que el oro se cotiza por encima de los US$ 4.000 por onza troy, la atención de la inversión minera se desplaza hacia países que ofrecen oportunidades de extracción y diversificación en la cadena de suministro.

Sudáfrica destaca como el líder africano, ocupando el tercer lugar global con 5.000 toneladas de reservas. Además, los mercados emergentes de Latinoamérica y Asia muestran un fuerte potencial de crecimiento:
Indonesia: Ocupa el cuarto lugar a nivel mundial con 3.800 toneladas.
Perú y Brasil: Ambos países latinoamericanos poseen entre 2.400 y 2.500 toneladas cada uno, situándose en el top ten.
Estas regiones son vistas como posibles receptoras de inversiones significativas a medida que la demanda global busca yacimientos de menor coste y fuentes más diversificadas.
A pesar de la concentración en los líderes, grandes productores como Estados Unidos y China todavía poseen reservas sustanciales de alrededor de 3.000 toneladas cada uno, aunque la nueva exploración se está dirigiendo cada vez más hacia África, en naciones como Ghana, Malí y Tanzania.