En un contexto en el que el mundo acelera hacia la transición energética, Ignacio Celorrio, CEO de Lithium Argentina, ofreció en el Forbes Energy Summit una visión ambiciosa pero también matizada sobre el rol de la Argentina en esta carrera. Su discurso, centrado en el litio, la electromovilidad y las barreras a sortear para convertir el potencial en realidad, dejó varios pasajes clave.
Celorrio comenzó destacando que Argentina “está en el lugar correcto y en el momento adecuado” para explotar su riqueza en minerales críticos, en especial el litio. Al respecto señaló que, aunque los precios del carbonato de litio han bajado después de máximos espectaculares, se ha encontrado un “piso razonable” que permite planificar con mayor certidumbre. Forbes Argentina
Para él, el país tiene una ventaja comparativa que debe aprovecharse: “Si eliminamos las retenciones al litio, podemos ganarle mercado a Australia”, afirmó en entrevistas previas y que retomó en la cumbre. Forbes Argentina+1
Los tres ejes: producción, cadena de valor y movilidad
Durante su presentación, Celorrio puntualizó tres ejes estratégicos para que Argentina no quede al margen de la transformación global:
Producción competitiva: No basta con extraer litio; hay que hacerlo con costos bajos, eficiencia y previsibilidad. “Nuestro país tiene reservas de salmuera de alta calidad”, manifestó, pero advirtió que la rentabilidad depende de mantener bajos los costos y manejar la volatilidad de precios. Forbes Argentina
Desarrollo de la cadena de valor local: Además de extraer, es clave industrializar. Celorrio instó a que Argentina avance hacia el procesamiento, fabricación de baterías y exportación de productos de mayor valor agregado. Señaló que así se generarán más empleos, tecnología y beneficios regionales.
Electromovilidad y el mercado global: El ejecutivo vinculó el litio directamente con la movilidad eléctrica, afirmando que la demanda mundial de baterías y vehículos eléctricos está impulsando una necesidad urgente de minerales críticos. En ese sentido, Argentina no puede “dormirse” mientras otros países consolidan cadenas completas de valor.
Los desafíos que no se pueden esquivar
Pero no todo fue optimismo: Celorrio también subrayó obstáculos que, según él, requieren atención urgente:
+Marco regulatorio e institucional: Necesidad de mayor estabilidad jurídica, mayor velocidad en aprobaciones, y menores demoras burocráticas. Estas condiciones, dijo, son clave para atraer inversión privada y extranjera.
+ Retenciones y carga impositiva: Reiteró que los costos fiscales inciden sobre la competitividad del país frente a otros productores.
+ Infraestructura y logística: El desarrollo de proyectos de litio, en regiones remotas del país, exige conectividad, electricidad confiable y un entorno operativo adecuad.
+ Volatilidad del mercado: Aunque el precio del litio haya encontrado un “piso razonable”, Celorrio afirmó que Argentina debe prepararse también para escenarios más moderados y no depender únicamente de picos especulativos.
Celorrio cerró su exposición con una invitación a “no enamorarse de una solución rápida”, sino a construir con paciencia y visión a largo plazo. Las inversiones pueden tardar, dijo, pero si se articulan correctamente producirán beneficios sostenibles.
Según sus palabras, Argentina tiene la oportunidad de transformarse en un jugador global del litio y de la movilidad eléctrica, “si juega bien sus cartas”. Ignacio Celorrio dejó en claro que el discurso de “oportunidad mineral argentina” ya no es sólo retórico: para que se convierta en hechos, se requieren decisiones concretas, velocidad de ejecución e incentivos inteligentes. En el escenario del Forbes Energy Summit, el mensaje fue que el tiempo está a favor, pero la ventana no será infinita.
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