El Gobierno Nacional anunció la eliminación de las retenciones a la exportación de petróleo convencional, una medida que busca dinamizar la actividad hidrocarburífera, mejorar la competitividad del sector y reforzar las señales de previsibilidad para las empresas que operan en cuencas maduras y en regiones productoras del país.
La decisión, anticipada por fuentes del Poder Ejecutivo y confirmada por autoridades de Energía, forma parte de un paquete de políticas orientadas a reactivar la producción convencional, que en los últimos años ha enfrentado una declinación sostenida frente al avance del shale y una menor inversión exploratoria.
Una señal para cuencas maduras y provincias productoras
Con la quita de retenciones, el Gobierno apunta a mejorar la ecuación económica de proyectos convencionales que requieren inversiones de recuperación secundaria y terciaria, reequipamiento, perforación de pozos y extensión de vida útil de campos histórica y geológicamente complejos.
La medida beneficiará especialmente a cuencas en declinación como la Austral, Cuyana, Golfo San Jorge y Noroeste, donde operan tanto empresas estatales como privadas y donde centenares de pymes y proveedores dependen de la continuidad de la actividad.
Fuentes oficiales señalaron que la eliminación del tributo “permite sostener la producción convencional, proteger empleos regionales y estimular inversiones que no competirán con Vaca Muerta, sino que complementan la matriz energética nacional”.
Previsibilidad para atraer inversiones
El Gobierno remarcó que la quita de retenciones forma parte de una estrategia más amplia para otorgar previsibilidad regulatoria, en un contexto de precios internacionales volátiles y cambios en los balances globales de oferta y demanda.
Empresas del sector venían reclamando desde hacía tiempo un marco fiscal estable que reconozca los mayores costos de operación del petróleo convencional y evite el cierre anticipado de campos, lo que podría impactar en comunidades locales y en la infraestructura energética asociada.
“Es una medida necesaria para mantener la actividad, aumentar la recuperación de reservas y dar horizonte de inversión”, señalaron desde el sector privado.
Impacto en la producción y en las exportaciones
Si bien el Gobierno no detalló el impacto fiscal esperado, la eliminación de las retenciones busca incrementar el volumen exportable de crudo convencional y liberar presión financiera sobre proyectos que estaban al límite de su rentabilidad.
Analistas del mercado estiman que, con mejores márgenes, las compañías podrían acelerar planes de inversión, aumentar la perforación en campos maduros y recuperar pozos hoy paralizados.
Además, la medida podría mejorar el perfil exportador del país en un contexto donde la infraestructura de evacuación —principalmente oleoductos hacia Chile y al Atlántico— está siendo ampliada para absorber mayor producción.
Reacciones en provincias y sindicatos
Gobiernos de provincias productoras celebraron el anuncio y destacaron que la medida permitirá sostener empleo, actividad económica y regalías, especialmente en regiones donde la producción convencional sigue siendo la principal fuente energética.
Los sindicatos también observaron la medida de manera positiva, aunque anticiparon que seguirán de cerca su implementación para garantizar que los incentivos se traduzcan en nuevas inversiones, actividad y estabilidad laboral.
Un nuevo paso en la agenda energética
La eliminación de retenciones al petróleo convencional se suma a otras iniciativas orientadas a fortalecer la producción hidrocarburífera, entre ellas la modernización del esquema de promoción de inversiones, la simplificación de trámites regulatorios y la búsqueda de nuevos mercados para el crudo argentino.
Con esta decisión, el Gobierno busca enviar un mensaje claro: reactivar el petróleo convencional sigue siendo estratégico para diversificar la matriz energética, sostener el empleo regional y complementar el crecimiento del shale.