El Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) de Chile decidió extender hasta el 31 de marzo de 2026 el plazo para continuar la tramitación del Proyecto integral para la producción y exportación de amoníaco verde en la Región de Magallanes, impulsado por HNH Energy, uno de los consorcios más avanzados en la carrera por posicionar a Chile como un exportador de hidrógeno y derivados renovables.
El aplazamiento, solicitado por el titular del proyecto, refleja la magnitud técnica, social y ambiental del emprendimiento, que contempla una inversión cercana a los US$ 11.000 millones, infraestructura industrial de gran escala y un puerto multipropósito en San Gregorio. La decisión también confirma que las autoridades chilenas están aplicando criterios de revisión más estrictos a los megaproyectos de hidrógeno verde, a medida que la región avanza hacia un marco regulatorio más robusto.
El proyecto se encuentra en proceso de evaluación desde 2024 y, como parte del procedimiento, el SEA emitió una serie de 364 observaciones que la empresa debía responder mediante una Adenda complementaria. Entre estas observaciones figuran:
+Caracterización y levantamiento exhaustivo de sitios arqueológicos en el área de influencia.
+Actualizaciones en las modelaciones técnicas, incluidas emisiones, ruido, y comportamientos de la planta industrial frente a escenarios climáticos extremos.
+Un estudio integral de rutas de cargas sobredimensionadas, clave para determinar impactos logísticos y de transporte de componentes de gran porte.
+Información adicional sobre la interacción del proyecto con ecosistemas marinos y terrestres.
+Detalles sobre impactos acumulativos junto a otros proyectos de hidrógeno verde presentes o proyectados en Magallanes.
Dada la complejidad de la información requerida, HNH Energy solicitó prórroga, la cual fue aprobada por el SEA. El plazo original vencía el 3 de diciembre de 2025.
Este tipo de extensiones no es inusual en proyectos estratégicos, pero sí marca un punto relevante para un sector que aspira a iniciar obras antes de 2030.
Un megaproyecto estratégico para Chile
HNH Energy —consorcio conformado por AustriaEnergy, Copenhagen Infrastructure Partners (CIP) y Ökowind— apunta a convertir a Magallanes en un polo mundial de producción de hidrógeno verde y derivados.
El proyecto incluye:
1) Parque eólico de gran escala
Será la fuente principal de energía renovable para el proceso de electrólisis. Se instalará en terrenos de San Gregorio, donde los vientos patagónicos se encuentran entre los más intensos y constantes del planeta.
2) Planta de electrólisis e instalaciones de síntesis de amoníaco
El hidrógeno se producirá mediante electrólisis del agua y luego se combinará con nitrógeno para generar amoníaco verde, destinado principalmente a exportación.
3) Planta desaladora
Dado que la zona carece de fuentes de agua dulce suficientes, se instalará una planta de desalinización para abastecer el proceso industrial.
4) Infraestructura logística y portuaria
Incluye la construcción de: Un puerto multipropósito. Terminal marítimo para la carga de amoníaco. Áreas de almacenamiento y embarque.
5) Redes internas y caminos industriales
Tendrán impacto territorial significativo y requieren evaluaciones detalladas de flora, fauna, suelos y paisaje.
El emplazamiento principal se sitúa en la bahía de San Gregorio, a unos 120 km de Punta Arenas. También se contemplan instalaciones específicas en Punta Arenas y Laguna Blanca, lo que amplía la escala territorial del proyecto.
Cronograma y horizonte operativo
Antes del aplazamiento, el consorcio estimaba:
2024–2026: fase de permisos, estudios y aprobación ambiental.
2027–2030: fase de construcción.
Finales de 2030: inicio de operaciones industriales y exportación.
Con la extensión otorgada por el SEA, el cronograma se corre algunos meses, aunque en proyectos de esta magnitud esto no necesariamente altera su viabilidad financiera o comercial.
El contexto: Magallanes como polo global del hidrógeno y el desafío de la regulación
El proyecto se inserta en una estrategia mayor del Gobierno de Chile, que desde 2020 impulsa la Estrategia Nacional de Hidrógeno Verde, con dos pilares clave:
+Producir el hidrógeno verde más barato del mundo gracias al potencial eólico y solar.
+Convertirse en un actor exportador, especialmente hacia Europa y Asia.
Magallanes, con vientos patagónicos de categoría mundial, se ha transformado en un centro de interés global para empresas europeas, estadounidenses y asiáticas.
Pero esta carrera ha generado desafíos:
Presión sobre el sistema ambiental
La llegada simultánea de múltiples megaproyectos —eólicos, puertos, plantas de combustibles verdes— saturó organismos regionales que deben revisar miles de páginas de estudios. El SEA ha reforzado exigencias para asegurar:
Protección de ecosistemas sensibles, incluyendo humedales y aves migratorias.
Gestión adecuada de impactos acumulativos, una problemática central en la región.
Participación ciudadana informada en zonas rurales y aisladas.
Expectativas sociales
Comunidades locales, incluidas asociaciones ganaderas y pueblos originarios, han manifestado inquietudes sobre: Uso del territorio. Conservación paisajística. Potenciales cambios en actividades tradicionales. Capacidad de infraestructura vial y portuaria. El aumento de sus demandas también influye en los plazos.
Impactos económicos y estratégicos del proyecto
De concretarse, HNH Energy podría: 1. Impulsar inversiones por más de US$ 11.000 millones. Es uno de los megaproyectos energéticos más grandes del Cono Sur.
Generar miles de empleos. La empresa proyecta: Miles de empleos en construcción (entre 2027 y 2030). Cientos de empleos permanentes en operación. La región, históricamente dependiente de hidrocarburos y ganadería, diversificaría su matriz económica.
Posicionar a Chile como exportador de amoníaco verde. El amoníaco es un vector energético clave para descarbonizar: Industria química; Transporte marítimo; Producción de fertilizantes sin emisiones.
Países como Alemania, Japón y Corea del Sur han manifestado interés en alianzas para importar combustibles verdes desde América Latina.
Desarrollar infraestructura portuaria estratégica. El nuevo terminal podría convertirse en una plataforma logística general, no solo para combustibles verdes.
Riesgos y desafíos centrales
El retraso del SEA ilumina las áreas críticas del proyecto: 1. Complejidad ambiental. Magallanes tiene ecosistemas frágiles que requieren estudios con un nivel de detalle superior. El volumen de observaciones refleja que el proyecto aún necesita robustecer sus análisis.
2- Impactos acumulativos. Varios proyectos en la zona requieren: Uso de áreas marítimas; Instalación de parques eólicos gigantes; Construcción de nuevos puertos.
La falta de planificación territorial previa dificulta la evaluación de cada uno por separado.
3- Demandas sociales en aumento. Las comunidades piden: Más información, medidas claras de mitigación, compromisos en empleo local y beneficios permanentes.
4- Ajustes en el mercado del hidrógeno. A nivel global, la demanda de hidrógeno verde crece, pero aún está en fase de consolidación. Los retrasos regulatorios pueden afectar la ventana de oportunidad para proyectos exportadores.
El aplazamiento del SEA no significa un frenazo al proyecto, sino una señal de que Chile está aplicando criterios más estrictos a los megaproyectos de hidrógeno verde. HNH Energy sigue en carrera, pero debe fortalecer sustancialmente su información técnica y ambiental.
El resultado final tendrá implicancias de largo alcance: no solo para Magallanes sino para Chile, que busca consolidarse como líder mundial en producción y exportación de combustibles verdes.