La petrolera angloholandesa decidió dar un paso atrás por cambios en el alcance del proyecto. YPF mantiene como prioridad la alianza con ENI y XRG, mientras busca un nuevo socio para recuperar la escala original.
La salida de Shell, tal como adelantó Reuters, de una de las fases del megaproyecto de exportación de gas natural licuado (GNL) que lidera YPF generó un reacomodamiento inmediato en la estrategia de la petrolera estatal. La compañía angloholandesa comunicó en los últimos días que dejará de participar en la etapa que había asumido tras la salida previa de Petronas, al considerar que hubo un “cambio importante en el alcance del proyecto”.
La decisión se conoció en paralelo a la presentación del CEO de YPF, Horacio Marín, quien ratificó que la compañía mantiene como “prioritaria” la fase desarrollada junto a los socios ENI (Italia) y XRG, la unidad de gas de ADNOC (Emiratos Árabes Unidos). Según el ejecutivo, esa etapa —que contempla una capacidad de 12 millones de toneladas anuales (mtpa)— podría alcanzar una decisión final de inversión (FID) a mediados de 2026.
Un proyecto que pierde un jugador global
Shell era considerada un socio estratégico por su peso en el mercado global de GNL, su experiencia técnica y su acceso a compradores internacionales. Su incorporación se había dado tras la baja de Petronas en 2024, y apuntaba a sostener una de las fases del proyecto Argentina LNG, que prevé la producción y exportación de gas desde Vaca Muerta a través de un complejo de licuefacción en la provincia de Río Negro.
Sin embargo, la etapa en la que participaba Shell había experimentado modificaciones relevantes. La capacidad proyectada se redujo de 12 a 6 mtpa, un cambio que la compañía consideró incompatible con su estrategia actual. Con esa reconfiguración, la petrolera decidió retirarse, aunque señaló que podría evaluar futuras oportunidades en Argentina.
Repercusiones y próximos pasos
La salida de Shell obliga a YPF a buscar un nuevo socio si busca recuperar la escala original del proyecto. Aunque la prioridad está puesta en la alianza con ENI y XRG, que permanece sin cambios, la ausencia de un actor global adicional implicará ajustes en los plazos de ingeniería, financiamiento y negociación comercial.
Pese al golpe, desde YPF insistieron en que el desarrollo de GNL sigue firme, con una hoja de ruta que apunta a iniciar exportaciones hacia 2030–2031. La FID para la fase prioritaria sigue prevista para mediados de 2026, un cronograma que, por ahora, no se modificó.
Un proyecto estratégico para el país
Argentina LNG es considerado uno de los proyectos energéticos más relevantes de la próxima década. La iniciativa permitiría monetizar parte del excedente de Vaca Muerta, diversificar mercados y generar ingresos de exportación de largo plazo. Pero su concreción requiere inversiones superiores a los USD 20.000 millones y la articulación de socios globales de peso.
En ese sentido, la salida de Shell exhibe los desafíos de sostener grandes proyectos en un contexto global volátil y con necesidades de certeza regulatoria y financiera. Para YPF, la tarea ahora será reconstruir la estructura societaria sin frenar el avance de la fase principal.