La minera canadiense Kobrea Exploration Corp. comenzó oficialmente las labores de perforación en el proyecto El Perdido, ubicado en el Distrito Minero Occidental de Malargüe (MDMO), tras obtener los permisos definitivos que habilitan esta fase de exploración en una de las zonas con mayor potencial cuprífero del país.
Este hito representa la primera campaña de perforación en profundidad en la región, hasta ahora poco explorada a pesar de situarse dentro de una faja de pórfidos de cobre de clase mundial —estructuras geológicas similares a las que albergan grandes yacimientos en Chile.
Según la compañía, los estudios geofísicos y de magnetometría realizados previamente demostraron que El Perdido alberga un sistema de pórfido con presencia de cobre, oro y molibdeno, con una extensión mayor a las estimaciones iniciales. La perforación buscará convertir los indicios geológicos en reservas minerales comprobadas, en un contexto de alta demanda global por cobre, un insumo clave para tecnologías limpias y la transición energética.
La aprobación de este programa exploratorio fue posible luego de un extenso proceso de audiencias públicas, participación ciudadana y análisis técnicos, que concluyeron con la actualización de la Declaración de Impacto Ambiental y otras resoluciones de cumplimiento normativo. Las autorizaciones incluyen monitoreo geotécnico y condiciones ambientales específicas, en línea con las exigencias regulatorias provinciales.
Desde el punto de vista institucional, esta licencia marca un precedente técnico, jurídico y estratégico para Mendoza, destacando la articulación entre la empresa y los organismos provinciales para avanzar en un proyecto de exploración con impacto local y proyección internacional.
El proyecto El Perdido forma parte de un grupo de siete propiedades que Kobrea controla dentro del MDMO, un área que ha sido recientemente habilitada para actividades mineras y que consolidó su posición como un nuevo polo de interés para exploradores de cobre en Argentina.
La firma también ha señalado su compromiso con el desarrollo regional, con planes de establecer una presencia permanente en Malargüe que potencie la vinculación con la comunidad, la mano de obra local y el desarrollo socioeconómico asociado a la actividad minera.
Este avance se suma a otras señales de confianza en el sector: Kobrea había confirmado una inversión inicial de millones de dólares para explorar cobre en la zona y planifica continuar con estudios geológicos detallados durante la temporada de exploración.