En línea con la receta que en círculos empresarios denominan como “capitalismo de amigos”, el Gobierno frenó una asociación entre la petrolera Shell –una de las tres más grandes firmas de la actividad a nivel mundial y enemiga declarada del kirchnerismo– y la provincia de Neuquén, gobernada por Jorge Sapag, que tenía por objetivo llevar adelante una inversión inicial estimada en u$s 40 millones para producir gas no convencional. De ser exitosos los primeros trabajos, hubiese derivado en ingentes desembolsos.
Así lo confirmaron a El Cronista fuentes oficiales en estricta reserva. “Nos comunicaron que no se podía hacer ningún acuerdo con Shell porque no es una empresa amiga”, resumieron. Y especularon con que el argumento oficial será que otra empresa hará una oferta mejor.
Enarsa, la empresa estatal de energía, es el tercer eslabón de la historia. La firma conducida por Exequiel Espinoza conformó una Unión Transitoria de Empresas (UTE) con Gas & Petróleo del Neuquén (GYP), la compañía provincial, que realizó exploraciones y descubrimientos de petróleo en el área Aguada del Chañar.
La filial local de Shell, a cargo de Juan José Aranguren (uno de los pocos ejecutivos que planteó en voz alta sus críticas al kirchnerismo) es una compañía con más de un siglo en el país, pero principalmente dedicada a la refinación de crudo para la producción de combustibles.
En enero, sin embargo, Shale Oil, una compañía del grupo, se interesó por una porción remanente de la locación que comparten Enarsa y la firma provincial. Según las charlas previas con la gobernación de Sapag esgrimió la intención de realizar al menos cuatro pozos exploratorios –cada uno cuesta cerca de u$s 10 millones– para determinar si en la zona existen reservas de gas no convencional (tight gas en la jerga técnica).
Desde la firma estatal, por orden del Ministerio de Planificación, a cargo de Julio de Vido, le informaron a Sapag, de buen vínculo con Cristina Fernández, que no querían como vecina a la firma de origen angloholandesa. “En el Ministerio le sacaron la bolilla negra”, aseguró un funcionario.
Tras el desaire, Shell apuntó sus cañones hacia Medanito, una petrolera pequeña con áreas en explotación en Neuquén y ávida por recibir socios con fondos frescos para destinar a inversiones, según confirmaron fuentes al tanto de las conversaciones. En las empresas prefirieron no hacer comentarios.
En despachos oficiales advirtieron que es posible que el Gobierno intente abortar también ese intento de la firma transnacional.
Las diferencias entre el kirchnerismo y Shell tienen una fecha de inicio precisa: el jueves 11 de marzo de 2005, cuando el ex presidente Néstor Kirchner convocó a un boicot contra el aumento de precios que la empresa había aplicado el día anterior.
Más tarde se sucedieron una multiplicidad de causas penales iniciadas por el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, contra Aranguren.
El tight gas es un recurso estratégico a nivel internacional. Se trata de un hidrocarburo que se explota de una forma novedosa y revolucionó a la industria petrolera, en especial en Estados Unidos. Según el Departamento de Energía americano, la Argentina tendría 774 TCF (trillones de pies cúbicos) de gas no convencional, que multiplican en más de 50 veces a sus reservas actuales. Y el epicentro de esa abundancia sería Neuquén.
La empresa extranjera ya cuenta con la información del bloque cercano a donde perfora G&P con Enarsa.
Neuquén > La petrolera Shell está interesada en explorar en la provincia de Neuquén en busca de gas no convencional.
La compañía anglo-holandesa puso su mirada sobre un remanente del área Aguada del Chañar, que es propiedad de la empresa estatal Gas y Petróleo de Neuquén (G&P).
“Firmamos un convenio con Shell que está interesada en la exploración de gas no convencional y ahora ellos están estudiando la información del área”, dijo el presidente de G&P, Rubén Etcheverry, a La Mañana de Neuquén.
Esta semana, Shell presentará una propuesta formal a la empresa estatal neuquina. De llegar a un acuerdo, la compañía petrolera desembarcaría por primera vez en Neuquén y perforaría entre dos y cuatro pozos, a un costo de unos 10 millones de dólares cada uno.
Shell cuenta con una importante experiencia en la explotación de gas no convencional en Estados Unidos. La compañía cuenta, a través de su subsidiaria O&G Developments Ltd. S.A., con actividad de exploración y producción en la Argentina.
Posee una participación del 22,5 por ciento en la concesión del área gasífera de Acambuco, situada en la provincia de Salta, la cual es operada por la empresa Pan American Energy.
Dicha concesión produce gas y condensados asociados en los yacimientos de San Pedrito y Macueta.
Segundo pozo con crudo
G&P ya perfora el segundo pozo en Aguada del Chañar, junto con la estatal nacional Enarsa. Se trata del X-2 que va por los 2.300 metros de profundidad y que se terminará en unos 10 días. Según informó Etcheverry, se encontraron rastros de crudo en la formación Quintuco.
Se trata de una estructura geológica diferente a la del X-1, que fue perforado a fines de 2010 a 10 kilómetros del X-2.
G&P está a la espera de que Enarsa apruebe la terminación del primer pozo, por lo cual en un par de semanas comenzarán los ensayos. Esta perforación inicial arrojó resultados alentadores, ya que se hallaron 12 capas productoras en 5 formaciones.
Se alcanzó la profundidad final de los 3.250 metros, y se halló petróleo entre los 2.450 y los 2.480 y gas en 2.608 metros.
Se estima que la incorporación en reservas en valores de mínima pueden ser de 500 mil barriles en petróleo y de 1.000 millones de metros cúbicos de gas.
Además, se prevé la perforación de 15 pozos más en Aguada del Chañar, para las que se buscará financiamiento de entidades bancarias.
AGUADA DEL CHAÑAR. El blanco de Shell
Shell, el gigante energético anglo holandés que en Argentina sólo refina petróleo y comercializa combustibles, está interesado en el desarrollo de un bloque del área Aguada del Chañar que está en manos de la estatal Gas y Petróleo de Neuquén (G&P). El contacto con el gobierno de Jorge Sapag se realizó directamente desde Estados Unidos.
G&P está asociada con la estatal nacional Enarsa para desarrollar otro bloque, que tiene ya una perforación, financiada por el gobierno central, que arroja, por ahora, una producción diaria de 400 barriles de petróleo y 700.000 metros cúbicos de gas, que seguramente tenderán a declinar con el paso de los días y los meses (si no lo hace, el hallazgo sería doblemente interesante).
Lo que comunicó el gobierno neuquino es que el reservorio podría contener 500.000 barriles de petróleo y 1.000 millones de metros cúbicos de gas.
Pero mucho antes de que se perforara este pozo, Shell se puso en contacto con la administración de Jorge Sapag para realizar una oferta de exploración de gas no convencional en esa misma área, que tiene 266 kilómetros cuadrados. La información trascendió de fuentes oficiales porque la empresa mantiene la carta de intención en reserva, en cumplimiento de cláusulas que así lo determinan.
Los contactos fueron entre el presidente de G&P, Rubén Etcheverry, y el gerente de Shell de Nuevos Negocios para América, con sede en Houston, Randolph Hiscock; el gerente de desarrollo de Nuevos Negocios de Shell México, Julio Ledesma; y otros dos ejecutivos con decisión sobre asuntos en América latina, Maximilian Hardie y Rick Goenner.
(21-01-2011) La petrolera Shell estudia producir gas no convencional en Neuquén
El Cronista
Con una presencia de casi 100 años en la Argentina, la petrolera Shell mantuvo sus negocios locales orientados principalmente a la refinación y comercialización de combustibles. Sin embargo, la compañía de origen angloholandés ahora está interesada en comenzar a desarrollar áreas de exploración de gas no convencional –shale y tight gas– en la provincia de Neuquén.
La empresa tiene previsto iniciar tareas de exploración en un bloque de más de 200 kilómetros cuadrados ubicado en el área Aguada del Chañar, a unos 100 kilómetros al Norte de la capital provincial, que actualmente está en manos de la empresa estatal Gas y Petróleo de Neuquén (G&P).
“Estuvimos reunidos con directivos de Shell en Houston (Estados Unidos) el año pasado y nos mostraron su interés en la exploración de gas no convencional. Firmamos un convenio y ahora ellos están estudiando la información del área. La idea es que en las próximas semanas hagan una propuesta para la exploración”, explicó a El Cronista el presidente de G&P, Rubén Etcheverry.
En el caso de llegar a un acuerdo, Shell firmaría un contrato con G&P de “servicios de exploración a riesgo”. Se estima que las tareas de exploración requieren la perforación de entre dos y cuatro pozos y, a partir de allí, una inversión intensiva. Cada pozo tiene un costo promedio de unos u$s 10 millones.
Desde las oficinas porteñas de la petrolera, que en el país es comandada por Juan José Aranguren, prefirieron reserva sobre el tema. “Shell mantiene su interés en desarrollar negocios de exploración y producción de petróleo crudo y gas natural en el mundo y rutinariamente evalúa oportunidades que incluyen tratativas con funcionarios o compañías del sector, las que son confidenciales hasta tanto las partes acuerden lo contrario”, explicaron.
A nivel global, Shell cuenta con una importante experiencia en la explotación de gas no convencional, una tecnología que se desarrolló en los Estados Unidos a fines de los ‘80. Se trata de gas que está contenido en arcillas o arenas compactas lo que hace más difícil y costosa su extracción: se requieren tecnologías para fracturar la roca que contiene el gas con inyecciones de arena y agua a alta presiones. Shell comenzó a usar esta tecnología en 2001, en el estado de Wyoming, Estados Unidos, donde logró un rápido crecimiento de la producción. Más recientemente, expandió sus operaciones a Texas y Louisiana y también al Oeste de Canadá. En 2009, la compañía logró un incremento del 62% en su producción de tight gas.
“Neuquén tiene condiciones geológicas similares a Estados Unidos y Canadá. Por eso las grandes empresas están mirando con mucho interés la zona”, detalló Etcheverry. Entre las compañías que están encarando proyectos se destacan YPF, Apache, Pluspetrol, Total, Petrobras y Pampa Energía.
Si se concreta el desembarco de Shell en Neuquén, la compañía volverá a incursionar en el negocio del upstream. En su larga historia en el país lo hizo en algunas ocasiones: de 1925 a 1977 explotó el yacimiento Diadema, a 27 kilómetros de Comodoro Rivadavia, y en la década del ‘60 con dos zonas de exploración de petróleo en San Juan.