Un día después de que Argentina reafirmó su voluntad de reabrir el canje, la Corte de Apelaciones suspendió ayer, hasta nuevo aviso, la ejecución del fallo en el que el juez Thomas Griesa ordenó al Gobierno argentino pagar 1.330 millones de dólares mas intereses el 15 de diciembre próximo.
La decisión de la Corte de Apelaciones representa, sin duda, un gran alivio para la Argentina, para los tenedores de bonos que aceptaron ingresar en el canje y para los agentes y bancos involucrados en los pagos, al mismo tiempo que es un gran revés para Griesa.
De hecho, con su dictamen la Corte de Apelaciones envió una señal muy clara de que está dispuesta no sólo a suspender su ejecución sino también a rever y/o revertir el fallo en el que Griesa estableció que Argentina tiene que pagarle a los fondos buitre el 100% de lo que les debe, en un sólo pago y que todos los agentes de pagos podrían ser objetos de juicios si le pagan a los tenedores de bonos reestructurados sin que la Argentina les pague a los fondos buitre.
De hecho, en el escrito que presentó ayer la Corte de Apelaciones pide a todas las partes involucradas en el caso que presenten sus posiciones.
La Argentina tiene hasta el 28 de diciembre para hacerlo, Los fondos buitre deben responder antes del 25 de enero y Argentina tendrá hasta el 1° de febrero para comentar sobre la posición de los fondos buitre. Paralelamente las terceras partes, como el llamado Exchange Bondholder Group y demás interesados pueden presentar sus posiciones y/o amicus curae antes del 4 de enero. Finalmente el 27 de febrero próximo habrá una audiencia en la que los miembros de la Corte podrán pedir precisiones a los abogados de todas las partes, incluyendo los de los bonistas que ingresaron en el canje.
¿Cuánto tuvo que ver con este dictamen el cambio de actitud del Gobierno, que paso de decir que no le va a pagar nada a los fondos buitre a ofrecer pagarles lo mismo que les pago a los tenedores de bonos reestructurados? De hecho ayer la presidenta Cristina Kirchner reafirmó la voluntad de cumplir con todos los compromisos internacionales. Es difícil de saber cuál fue el impacto de todos esto. Pero sin duda fue positivo.
Entre los abogados y especialistas consultados por Clarín esta semana en Nueva York y en Washington la preocupación estaba, sin embargo, menos centrada sobre las idas y vueltas del Gobierno argentino que sobre lo que puede implicar el fallo de Griesa sobre el sistema financiero internacional.
Lo que les parece excesivo es que Griesa haya dispuesto que todos los agentes de pago, incluyendo las Clearing House, puedan ser objeto de juicios si hacen pagos a los tenedores de bonos estructurados sin que Argentina les pague también a los fondos buitre.
Más aún, temen el impacto que todo esto pudiese tener sobre organismos como el FMI y Banco Mundial, que si bien siempre han sido considerados acreedores preferidos, en realidad no lo son ante la ley.
“Es imposible calcular el alcance que todo esto puede tener, pero se trata de algo muy serio, todo el sistema está en juego ”, dijo a Clarín una abogada que está siguiendo muy de cerca este caso pero que pidió no ser identificada.
Pese a los pronósticos que decían que aceptaría pasivamente los fallos de Griesa sin modificarlos, todo indica que la Corte de Apelaciones está dispuesta a actuar con celeridad. De hecho en otro revés para Griesa este Tribunal le otorgó ayer por la mañana a EBG, un grupo de tenedores de bonos reestructurados, la posibilidad de ser oficialmente parte en el caso con derecho a apelación, algo que el juez de primera instancia les había negado.
Este fue el primer indicador de que la Corte de Apelaciones no está dispuesta a aceptar los dictámenes del juez Griesa sin revisarlos más profundamente.
El hecho de que EBG, también sea ahora parte del juicio es una buena noticia para Argentina. Presidido por Gramercy, un fondo de inversiones que tiene 1.000 millones de dólares en bonos argentinos, este grupo ha venido apoyando la posición argentina, desde un principio preocupados por la posibilidad de no poder cobrar.
“Soy muy optimista”, dijo a Clarín ayer Sean O Shea, el abogado que junto al famoso David Boies representan a EBG . “Yo creo que al final van a revertir el fallo. No es justo que utilicen nuestro dinero para pagarles a los holdouts”.
De acuerdo O Shea el fallo de Griesa “obstaculiza ilegalmente e inconstitucionalmente el derecho de acreedores inocentes, incluyendo EGB, a cobrar pagos que la República les debe”.
Ayer, tal vez, se empezó a escribir otra historia.
Clarín
¿Qué significa el fallo de anoche?
La Sala II de la Corte de Apelaciones de Nueva York aceptó la medida cautelar solicitada por la Argentina y suspendió la aplicación del fallo del juez Griesa que ordenaba depositar US$ 1.330 millones como garantía del pago del 100% de la deuda con los bonistas y fondos que no ingresaron al canje. Con esta decisión, la Argentina puede pagar en diciembre los más de US$ 3.400 millones del cupón PBI sin que una parte de ese pago quede embargado y sin incurrir en el default, como se temía. La suspensión rige hasta el 27 de febrero —tres meses— cuando está citada una audiencia con ambas partes. Entonces se sabrá la postura definitiva de los jueces.
¿Por qué el Tribunal estadounidense aceptó la suspensión?
Porque la Argentina varió de posición. Hasta la presentación de la cautelar, Argentina desconocía la deuda con los que no ingresaron al canje, posición reforzada por los dichos de la Presidenta y otros funcionarios. En esas condiciones, la Sala II de la Cámara ordenó que la Argentina honrara esa deuda y que el juez Griesa fijara la forma de pago, cosa que hizo en términos muy duros. Ahora, en cambio, la Argentina reconoce esa deuda, dice que está dispuesto a pagar y ofrecería un plan de pagos consistente con los canjes anteriores y con la cláusula de igual trato o “parí passu” con los demás acreedores.
¿Qué pasa si los bonistas y fondos no aceptan este plan de pagos?
“Lo importante no es que lo acepten los acreedores sino convencer a la Justicia estadounidense que la propuesta es razonable y consistente y obtener así un fallo favorable”, le dijo a Clarín el ex secretario de Finanzas, Daniel Marx. Y eso seria posible ahora –agregó- porque la Argentina se allanó y cambió de posición. Por eso se considera que es decisivo lo que haga la Argentina en estos tres meses .
¿Qué puede pasar ahora?
La Argentina puede ensayar varias propuestas, no excluyentes. Una de ellas, con seguridad, con la aprobación del Congreso, es suspender la ley cerrojo y reabrir el canje de la deuda, como anticipó el ministro Hernán Lorenzino. Con eso, mostraría una voluntad de pago en los mismos términos que los aplicados a los acreedores que ingresaron en los dos canjes anteriores. Simultáneamente, ganaría tiempo para que prosperen sus otras apelaciones, como que la Sala reconsidere su fallo que ordenó pagar el 100% o que se pronuncie en términos favorables la totalidad de la Cámara.
¿Puede tener éxito este nuevo canje?
Seguramente, los fondos que no ingresaron a los canjes anteriores, tampoco lo hagan en esta oportunidad. No obstante, podría ayudar a achicar el porcentaje –hoy del 7%– de los que quedaron fuera del canje y mostrar que más del 93% de la deuda quedó normalizada.
¿A cuánto asciende la deuda pública en litigio?
Según los datos oficiales, al 30 de junio pasado, la deuda pública que no ingresó a los canjes en manos de fondos de inversión, fondos buitre y particulares suma, entre capital e intereses, 11.000 millones de dólares. En tanto la deuda reconocida es de 185.000 millones de dólares, incluyendo los atrasos con el Club de París. Algunos especialistas consideran que en estos tres meses, la Argentina debería también normalizar los pagos con el Club de París –del orden de los 9.000 millones de dólares, sumando intereses moratorios y punitorios– como otra muestra de voluntad de pago y para obtener el apoyo de los gobiernos acreedores. Y empezar a regularizar todo el pasivo.
La Cámara de Apelaciones de Nueva York hizo lugar ayer al pedido de suspender el fallo del juez Thomas Griesa, evitando un default técnico y liberando la posibilidad de pagar en tiempo y forma los u$s 3.500 millones del Cupón PBI el 15 de diciembre. Ahora el Gobierno tendrá que enviar al Congreso un proyecto de ley para reabrir el canje en condiciones similares al llamado de 2010, que tendría que estar aprobado, reglamentado y en funcionamiento antes del próximo 27 de febrero. Para ese día fue fijada la nueva audiencia en la Cámara de Apelaciones de Nueva York, donde la Argentina deberá presentar su propuesta para negociar con tenedores de los aproximadamente u$s 7.000 millones en bonos que no ingresaron en los canjes de 2005 y 2010.
El Gobierno logró así la victoria parcial más importante desde que hace casi 10 años los fondos buitre NML Elliot, Dart, Gramercy, Aurelius y Blue Skay, entre otros, iniciaron la demanda al país luego del default.
Además del plazo hasta el 27 de febrero para mantener el «no innovar», el tribunal le otorgó a la Argentina el mismo plazo para realizar la defensa técnica respectiva y que las partes concreten en una audiencia las presentaciones orales. En este sentido, otro elemento importante es que la cámara habilitó la posibilidad de recibir como partes a todos los que se sientan afectados por el proceso de reestructuración de deuda, incluyendo a los bonistas que aceptaron los anteriores canjes. Aquí también la cámara da marcha atrás con decisiones de Griesa, que el lunes pasado había rechazado la posibilidad de que algunas representaciones de bonistas puedan ser parte del proceso.
La decisión a favor de la Argentina dependió en gran parte del nuevo llamado al canje de deuda pese a que públicamente se había dicho que esta alternativa era inaceptable. El lunes en la apelación se delsizó abiertamente a la Cámara que si esta disponía la posibilida de un nuevo llamado en las mismas condiciones de 2010 «el Congreso argentino podría aprobar una ley en ese sentido». Esto destrabó el conflicto, al abrir una nueva instancia negociadora. En este llamado estarán incluidos los fondos buitre, que tienen unos u$s 4.500 millones en bonos de la deuda aún en default, además de inversores que nunca aceptaron las propuestas argentinas.
En lo inmediato, la Argentina evita ahora la caída en default técnico y la necesidad de recurrir a alguna alternativa para liquidar el pago del cupón en dólares de diciembre. Todos los pagos del próximo mes están ahora salvados y recién el Gobierno debería preocuparse en los vencimientos de marzo de 2013.
Según el fallo de dos párrafos conocido ayer, firmado por los jueces de cámara Rosemary Pooler, Barrington Parker y Reena Raggi, el nuevo cronograma para la Argentina comienza el 28 de diciembre con la presentación de los detalles de la apelación, y sigue el 25 de enero de 2013 con una oposición a la defensa. Los papeles de respuesta de las partes serán el 1 de febrero, mientras que el 27 de febrero se efectuarán los argumentos orales.
La sentencia de la Corte de Apelaciones de Nueva York de Segundo Distrityo se firmó el mismo día en que Cristina de Kirchner prometió que la Argentina «cumplirá» con los pagos de deuda y cuestionó a su vez a los fondos buitre. Aseguró que estas organizaciones «ni siquiera tienen domicilio fiscal en los Estados Unidos, sino en paraísos fiscales» y llegó a calificar la medida de Griesa como «colonialismo judicial».
La primera información sobre el fallo de la cámara que benefició a la Argentina fue difundida en su cuenta de Twitter por el embajador en los Estados Unidos, Jorge Argüello. «Fondos buitre: en Nueva York, la cámara hizo lugar al pedido de suspensión del fallo de Griesa realizado por la Argentina», adelantó, con venia de Cristina desde Olivos.
El Cronista
Para el Estado, este fallo es importante porque las cosas hubieran sido muy complicadas si la sentencia era favorable para el demandante, ya que el nivel de litigiosidad sería altísimo, decía aliviado el entonces secretario de Finanzas Guillermo Nielsen. El juez Thomas Griesa acababa de fallar en contra de dos bonistas que habían planteado una acción de clase, esto es, una demanda en representación de todos los acreedores del país. Era mayo del 2003 y Griesa todavía parecía un aliado en una Argentina que se caía a pedazos.
Casi un año después, se anotaba otro punto: le exigía a NML Capital la firma que embargó la fragata revelar quiénes eran sus propietarios y quiénes tomaban las decisiones de inversión. Esta es una de las organizaciones corporativas más anónimas de las que jamás he oído y hay varias razones por las que sus directivos deben ser conocidos, se quejaba el magistrado designado en 1972 por Richard Nixon casi tan molesto como hoy se muestra con la Argentina una década después.
Las cosas claramente cambiaron. Pero no tanto. En agosto del 2003 Griesa pedía en un extraño deja vu explicaciones sobre declaraciones mediáticas de Néstor Kirchner. Un artículo del New York Times lo había alarmado: La Argentina ya demostró que puede sobrevivir sin un acuerdo con el FMI. La economía tiene pocas o ninguna posibilidad de pagar la cantidad que piden los acreedores, había dicho un Néstor provocador. Y la historia se repite.
Es poco lo que sabe de Griesa el hombre. Enjuto, casi consumido y con cara de pocos amigos, nació en el año de la Gran Depresión en Kansas y estudió en Harvard y Stanford en los cincuenta. Asumió como juez federal del distrito sur de Nueva York en el 2000, tribunal que encabezó como juez principal desde 1993 hasta ese año, cuando a sus 70 decidió aflojar el ritmo. Se metió con el sindicato de camioneros en una denuncia por corrupción, falló en contra del FBI en el caso del Socialist Workers Party en la década del 70 y condenó al ex dictador panameño Manuel Noriega. De joven fue guardacostas.
Es vago y no se digna a leer ningún escrito. Debe tener los días de juicio más cortos en el distrito sur. A las 4.30 en punto para aunque se esté en la mitad de los argumentos de cierre, dice un comentario en The robbing room, un sitio de Internet donde se puede calificar a los jueces federales. Es impaciente y da poca oportunidad de cambiar de parecer, se desahoga otro abogado.
Cuenta la anécdota que rara vez despunta una sonrisa. Pero hizo una excepción con John Lennon durante una demanda por copyright (el ex beatle fue demandado por el jefe de Roulette Records Morris Levy). En el estrado, Lennon se quejaba de que habían usado en la tapa de un disco una foto vieja en la que tenía el pelo largo que atentaba contra su credibilidad como artista. El abogado lo acusa de habérselo cortado a propósito justo antes del juicio. Y el beatle se enfurece. ¡Mentira! Si me lo corto cada año y medio. Quizás fue lo desopilante de la situación. O su simpatía por el músico. Pero Griesa explotó en una carcajada y pasó a los anales.
Nadie lo vio sonreir en la audiencia de la Argentina. Se lo veía muy enojado, comenta un analista de Wall Street que viene siguiendo de cerca el caso. Se lo veía cansado y enojado, completa. En varias oportunidades repitió que la Corte había fallado a favor de la Argentina muchas veces y que no podía ser que una vez que fallaba en contra no quieran reconocerlo, apunta.
Un argentino que trabaja en Wall Street agregó: A los bonistas los paró en seco y les dijo: yo no fallo para el mercado, fallo de acuerdo a lo que dice la ley. El tipo basa sus decisiones en lo que dicen los contratos. No se deja influenciar ni por el mercado ni por el gobierno. Igual, en cierto punto la visión de este hombre me parece extrema. Pero la Corte de Apelaciones va a estar más abierta a los argumentos de la Argentina, básicamente porque es más política. Y ayer quedó demostrado.
Como siempre, las apreciaciones cambian según los bandos. Me llamó la atención un político argentino que salió a decir indignado cómo podía ser que un juez no escuchara lo que decía la propia Fed de Nueva York. Le costaba entender que un juez fuera independiente del Gobierno, insistió.
Impermeable a las presiones políticas para unos, senil e intransigente para otros, no faltan quienes dicen que con sus ochenta largos, Griesa debería dejar la toga por un descanso en la Florida. Puede que antes haya querido liquidar el affaire Argentina. Exasperado por Cristina. Nostalgioso, quizás, de su momento beatle.
Gaceta Mercantil
Lo informó el embajador argentino en Washington, Jorge Argüello. De esta manera, la Argentina no deberá pagarle a los denominados "fondos buitre" que no entraron en los canjes de la deuda en "default".
La Cámara de Apelaciones de Nueva York suspendió hoy el fallo del juez Thomas Griesa que beneficiaba a "fondos buitre", al aceptar la apelación del Gobierno argentino, que consideraba que se trataba de una decisión "injusta e ilegal en términos de normativa internacional".
La decisión de la Justicia neoyorquina fue anunciada por el embajador argentino en Washington, Jorge Argüello, a través de su cuenta personal en Twitter.
Al apelar la decisión de Griesa, el Gobierno consideró que el fallo del magistrado que había ordenado a la Argentina pagar 1.330 millones de dólares a los "fondos buitre" que quedaron fuera del canje de la deuda en default “viola hasta el sentido común".
"Porque con este fallo, ¿quién va a aceptar una restructuración de la deuda, con quita, a 30 años de plazo, si con tiempo, buenos abogados y un juez permeable puede cobrar todo, y al contado?”, se preguntó el ministro de Economía, Hernán Lorenzino tras conocerse la sentencia.
La Cámara de Apelaciones de Nueva York aceptó el pedido del Gobierno Argentino para que se suspenda, por el momento, la obligación de pagar u$s 1.300 millones a fondos buitre ordenada por el juez Thomas Griesa. Técnicamente, esa cámara concedió a la Argentina una orden de emergencia que le da más tiempo para defenderse.
La medida permite al Gobierno argentino afrontar el próximo 15 de diciembre, sin riesgo de embargo, el pago de bonos por u$s 3.300 millones. Hoy el Gobierno había anticipado que iba a esperar la decisión de la Cámara para evaluar la reapertura del canje para que los fondos buitre tengan la opción de ingresar
Más temprano, El ministro de Economía, Hernán Lorenzino, aseguró que la decisión de reabrir el canje de deuda o no está atada a la decisión que tome la Cámara de Apelaciones de Nueva York, sobre la demanda que los fondos buitre realizaron contra el país.
"Estamos esperando la decisión de la Cámara de Apelaciones. Hasta tanto no haya decisión al respecto, no tendremos nada que agregar a lo que hemos dicho en estos últimos días", indicó el ministro, en conferencia de prensa.
Como adelantó el lunes Ambito Financiero, ayer Lorenzino admitió que el canje de deuda podría reabrirse, si logra el visto bueno del Congreso. "Una propuesta que traslade a los bonistas que no entraron al canje las condiciones del canje de 2010 iría en línea con los antecedentes de nuestro país y sería pasible de ser debatida en el Congreso", comentó el titular del Palacio de Hacienda
Con este fallo que da tiempo a la Argentina para defenderse hasta el 27 de febrero, todo indica que re reabrirá finalmente el canje.
La Justicia de EE.UU. frenó el pago a bonistas que ordenó Griesa
El Cronista
La Corte de Apelaciones de Nueva York aceptó la cautelar presentada por la Argentina y suspendió así el pago a los fondos buitre que había ordenado el juez Thomas Griesa para el 15 de diciembre. El fallo del Tribunal despejó, de esa manera, el camino para que el país abone el vencimiento del cupon PBI en diciembre sin riesgo de que la Justicia acoja el pedido de los bonistas que no entraron en ninguno de los canjes para incautar ese depósito.