Veracruz - Con la puja entre Siderar y el Gobierno como telón de fondo, Techint profundiza su plan de expansión mundial. Con la inauguración en esta ciudad ayer de un centro laminador -para la producción de tubos sin costura que se emplean en los pozos petrolíferos-, Tenaris Tamsa (México) poseerá una capacidad para producir 1,2 millón de toneladas, mientras que en la Argentina, Siderca provee 1 millón.
Ante la atenta mirada del presidente mexicano, Felipe Calderón (ataviado con la guayabera típica), el titular de Techint, Paolo Rocca, explicó en la inauguración del centro industrial que «con esta inversión, la planta de Tenaris Tamsa se transforma en el mayor centro industrial del mundo para la producción de tubos de acero sin costura».
La planta requirió en su primera etapa una inversión de u$s 850 millones y se complementará en una segunda instancia con otros u$s 750 millones. Al ser consultado sobre si era más fácil invertir en la Argentina que en México, Rocca sólo dijo: «Me preguntan sobre la Argentina cuando estamos en Veracruz».
De la producción total de esta planta, un 70% será exportado a 50 países. El 30% restante se quedará en la economía azteca, aprovechando la potencialidad del Golfo de México en la extracción de crudo, ligado especialmente a la empresa Pemex (Petróleos Mexicanos). Por su parte, el Gobierno de Calderón cumple con un plan de ampliación del puerto de Veracruz para transformar la ciudad en un polo industrial.
En la inauguración, ante más 700 personas, entre invitados y empleados, también estuvo el ministro de Economía mexicano, Bruno Ferrari, quien, al igual que el mandatario, dedicó su discurso a enaltecer la «seguridad económica» que brinda el país a la hora de atraer inversiones. «Tenemos confianza en México y en su Gobierno», le habría dicho Rocca a Calderón cuando estalló la crisis internacional en 2008, y aun así decidieron continuar con el proyecto.
La ceremonia de presentación se realizó en una de las naves de la planta, bajo un intenso calor que explicaba la predominancia de guayaberas entre los asistentes. En total, Tenaris despacha 3,8 millones de toneladas sin costura, su producto estrella. En tanto, al contabilizar también los tubos con costura, de menor valor agregado, el volumen alcanza las 6 millones. Detrás del mayor productor mundial, le siguen la franco-alemana Vallourec y la japonesa Sumitomo.
RECORRIDA. Paolo Rocca con Felipe Calderon, presidente de México, durante el acto de ayer
En medio del conflicto con el gobierno de Cristina Fernández, el titular del grupo Techint, Paolo Rocca, hizo una fuerte defensa del modelo de internacionalización que despliega desde hace casi dos décadas el mayor holding siderúrgico argentino. En esta ciudad, al sur de México, inauguró un proyecto de Tenaris-Tamsa que le permite a la filial de Veracruz convertirse en la mayor planta del mundo para la fabricación de tubos de acero sin costura, un producto premium utilizado en la industria petrolera.
Se trata de una especialidad que Siderca inició en Campana, en la provincia de Buenos Aires, y hoy Tenaris –el mayor grupo del mundo en su especialidad– lleva a cabo en más de 25 países. “Queremos crecer a nivel global”, fue una frase repetida por el titular del mayor grupo industrial argentino. Es una máxima que va en contra del pedido del Gobierno de focalizar el esfuerzo inversor puertas adentro de la Argentina y es uno de los motivos que sembró diferencias en la hasta hace dos años “inquebrantable” relación de Techint con el kirchnerismo. Es, también, uno de los argumentos por los cuales el holding rechazó el ingreso de Axel Kiciloff, un hombre de “La Cámpora” y número dos de Aerolíneas Argentinas, en el directorio de la empresa.
Siempre que se lo consultó, el titular de Techint rechazó con fastidio la pregunta por la situación del grupo en el país. “Me preguntan sobre la Argentina cuando estamos en Veracruz”, reprochó.
Sin hacer una mención expresa, Rocca marcó diferencias entre la situación que su empresa vive en México y los negocios en la Argentina. Muy enfático y con visible entusiasmo, aseguró que “no podríamos haber llevado adelante esta obra sin el apoyo permanente y el compromiso de usted, señor presidente”. En la primera fila del improvisado auditorio –emplazado en la calurosa nave industrial que contiene al nuevo laminador continuo que se inauguró ayer– el destinatario de esta frase era el primer mandatario de México, Felipe Calderón.
Lejos del buen gusto y la predilección por la alta costura que se le reconoce a la presidenta Cristina Fernández, su par mexicano vistió una guayabera (un estilo de camisa de uso corriente en estas tierras) a tono con el calor del día, muy similar al atuendo de Rocca.
Minutos después, el presidente de la segunda mayor economía de Latinoamérica, después de Brasil, le devolvió el favor colmándolo de elogios a él y a Tenaris. “Mi estimado Paolo Rocca, gracias por invitarme y por su confianza en México”, saludó Calderón.
Elección
La elección de Veracruz para radicar la inversión no fue ingenua: bañan sus costas las aguas del Golfo de México, una efervescente zona de producción petrolera.
El presidente de Techint también se refirió al ministro de Economía, Bruno Ferrari, como “el amigo” y remarcó que la inserción en el mundo de “nuestros países” puede acelerar un crecimiento económico y social fundado sobre “la iniciativa privada y sostenido por el Estado, en un clima de paz, de diálogo, de seguridad y de convivencia civil”.
Con la inauguración del laminador continuo, que costó u$s 850 millones, la planta de Veracruz pasó a ser la mayor productora de tubos de acero sin costura del grupo, con una capacidad de 1,2 millones de toneladas anuales. La empresa tiene inversiones en marcha por u$s 6.000 millones en estas tierras.
En segundo término quedó Siderca, en Campana, con 1 millón de toneladas, y más atrás Dalmine, en Italia.
En el grupo aseguran, sin embargo, que su estrategia de crecimiento es global porque deben atender lo más cerca posible a sus mercados. Y que el futuro de la empresa es impensable sin la Argentina, desde donde emigran ejecutivos e ingenieros al resto del mundo.
De acuerdo con su capitalización, Tenaris vale unos u$s 28.000 millones, y el año pasado tuvo ventas por u$s 7.700 millones.
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iEco