Pese a los informes negativos, Orlando Dos Reis, el hombre que dice tener un tesoro en el patio de su vivienda, continúa esperando ayuda del Gobierno y para que nadie se lo robe, resolvió poner cámaras de seguridad.
El hombre se reunió ayer nuevamente con integrantes de la Dirección de Geología y Minería, luego de que el organismo emitiera un informe negativo sobre la presencia de metales preciosos y sigue adelante en su cruzada por desterrar el tesoro escondido en el barrio Nuevo Garupá.
“Hoy estuve en Gobernación y en Minera y me pidieron que deje pasar unos días porque ahora están con las elecciones del 14. Nosotros vamos a tener una reunión familiar y si no hay respuesta del Gobierno, vamos a contratar una empresa privada”, explicó en charla con El Territorio.
“En minería me dijeron que podemos hacer lo que queremos, que podemos contratar una empresa y listo, pero si queremos esperar ellos nos ayudarían después del 14”, explicó.
Sobre el informe que publicó en exclusiva El Territorio, Orlando dijo: “Hoy estuve hablando con las dos personas que estuvieron acá y ellos me dijeron que hicieron el informe por lo que vieron arriba pero no bajaron, no trajeron elementos, solo observaron y todos los que nosotros trajimos nos dijeron que había algo y las mediciones se realizaron con aparatos modernos”.
“Yo estuve con los secretarios del Gobernador y uno no quiere retroceder en la palabra que le dio, por eso vamos a esperar hasta el 14 y si no nos dan una respuesta vamos a contratar una empresa privada”, volvió a repetir.
Según explicó las ofertas siguen llegando, tanto de empresas de Posadas como de Oberá y Puerto Rico.
La historia de Orlando tomó estado público el viernes pasado cuando publicó un aviso en El Territorio solicitando una retroexcavadora 320 oruga para extraer el supuesto tesoro.
A partir de una predicción de la curandera del barrio, el metalúrgico dejó su vida en Buenos Aires, viajó hasta Garupá y decidió invertir todos sus ahorros en el hallazgo de esta supuesta fortuna que se encontraría a más de once metros de profundidad.
Debido a esa trascendencia y para evitar la presencia de curiosos, Orlando y su familia se turnan para custodiar la casa y resguardar el tesoro.
“Estamos custodiando, con gente, pusimos cámaras de seguridad sobre todo para la noche para que nadie entre, para hacer bien las cosas”, explicó el porteño.
Por ahora la excavación se encuentra paralizada debido a los tóxicos que salen del pozo: “Cuando resolvamos el tema si no es con el Gobierno vamos a hacer un contrato con una empresa privada con abogados, escribanos, para poder llegar al tesoro, no nos falta mucho”.
El pozo ya tiene más de 11 metros de profundidad y según explicó Dos Reis, con la retroescavadora se llegaría rápido al tesoro: “Con una retroexcavadora es el trabajo de un día pero hay que tomar los recaudos con el tema de los tóxicos”, indicó.