El jefe de la Operación San Lorenzo habla de los cambios que sufrió su vida a un año del rescate de los 33 mineros de San José. El líder de la Operación San Lorenzo y subgerente general de Operaciones de El Teniente, André Sougarret, describe los días siguientes al rescate de los 33 mineros de San José, como caóticos.
A un día de cumplirse un año de la odisea, el 13 de octubre, el ingeniero en Minas de la Universidad de Chile cuenta que si bien no se ha mantenido en contacto con los mineros, el mensaje sigue siendo el mismo que les entregó en diciembre pasado, en el Crowne Plaza. "Tienen que ponerse las pilas, porque las cosas no van a aparecer gracias al Divino. Tienen que volver a encarrilarse", dice.
A su juicio, ellos tienen que pensar qué van a hacer en el futuro. "Ese es el gran tema hoy día. Algunos ya lo tienen claro, otros, los más adultos, están recibiendo pensiones de gracia, pero la gran mayoría está recién visualizando cuál será su futuro final".
Sougarret señala que su vida volvió a retomar su cauce normal sólo en los últimos meses. "Al principio fue caótico. A veces ni siquiera podía salir a comprar, porque la gente me reconocía y me pedían sacarme fotos", dice.
Ahora sus jornadas se dividen entre su familia, su trabajo en El Teniente y en asistir a seleccionadas charlas en Chile y en el exterior. En ellas habla de la experiencia de la operación que liberó a los trabajadores de la mina San José, que pasaron 70 días bajo 622 metros de roca y tierra.
"No hemos asistido a todas las exposiciones a las que nos han invitado. Sigo trabajando en la mina El Teniente, con un poco más de responsabilidades, y la verdad es que estamos siendo selectivos en las salidas", explicó. A fines del año pasado fue a Madrid y este año a Washington y Colombia. Su último viaje fue a Costa Rica. Sougarret destaca que en las charlas, la pregunta más frecuente que recibe es cuál fue el peor momento que vivió en los tres meses del rescate: "Fue pocos días antes de que los encontráramos con vida, cuando el primer sondaje pasó por el costado", dijo.
Pero al ingeniero lo que más le llama la atención es que, a un año del episodio, países que no tienen desarrollado el negocio minero conozcan en detalle lo que sucedió en la mina de Atacama. "Lo he preguntado a personas de otros países, y lo que me dicen es que sabían que había riesgo, pero estaban muy esperanzados de que todo saldría bien. Entonces, más bien, había un tema de apoyo espiritual en algunos cosas o de apoyo moral en otros. Al principio no había muchas expectativas y fue como doblarle la mano al destino. La gente estaba muy interesada de que fuera un éxito y se involucró mucho. Eso me tiene muy sorprendido", reflexiona.
La vida profesional de Sougarret también sufrió modificaciones. Accedió a un cargo nuevo en El Teniente. Se convirtió en el segundo hombre del yacimiento ubicado en Rancagua y ha recibido muchos reconocimientos. Uno de ellos es el premio al ingeniero por acciones distinguidas, que se lo dará el Instituto de Ingenieros en Minas, el 18 de octubre. Esa distinción la han recibido el presidente ejecutivo de Codelco, Diego Hernández, y Patricio Meller. En el ámbito laboral reconoce que también ha recibido "varias ofertas importantes" de mineras internacionales, las que ha desechado.
"Estoy acá trabajando en lo que me gusta y hasta el momento, hasta que no me digan otra cosa, vamos a seguir acá en Codelco", dice.