La canadiense comenzó las perforaciones de exploración en el 2009 y se localiza en la zona conocida como Cerro Corral en la región de Guandacol, una localidad argentina del Departamento Coronel Felipe Varela.
Hasta el momento se realizó una importante inversión, se concretaron más de 9 mil metros de perforación, para lo cual antes se hicieron trabajos de topografía digital, geofísica aérea y terrestre, mapeo y muestreo de rocas en superficie. A partir de allí, se espera tener una idea de la geometría y volumen del depósito de mineral, del cual ya se tiene evidencia en superficie. Además, esto permitirá confirmar si la mineralización continúa en profundidad.
En la actualidad, la compañía viene perforando a 3.000 metros aproximadamente en casi 17 pozos, interceptando valores auríferos de alta ley que sirven para interpretar que la estructura interceptada podría continuar en profundidad y mantener altos valores. Los resultados a la actualidad en el área Salamanca son similares a los depósitos que conforman Gualcamayo (1,08g/t de oro en QDD, y 2,6g/t de oro en QDD Lower West y AIM). Esto ha llevado a que la compañía a que continúe con su plan perforatorio adicional de 2.000 metros más en los últimos años. En el plan estratégico, la empresa puede agregar una importante cantidad de onzas de oro en Gualcamayo y de esta manera, extender aun más la vida útil de la mina.
Públicamente, el gerente de exploración de Minas Argentinas en 2010, Walter Soechting, había comunicado a los medios especializados que si el proyecto resultase económicamente viable, “sería cuestión de ponerlo en explotación, extracción y enviarlo a Gualcamayo, pero para esto hay que tener primero la factibilidad económica del depósito".
En declaraciones a la prensa local, el secretario de Ambiente riojano, Nito Brizuela comentó que las autoridades nacionales y provinciales de San Juan pusieron mucho énfasis en el cuidado y preservación del medio ambiente. Al respecto, puntualizó que “como nuestra Secretaría es la autoridad de aplicación de los controles ambientales, vamos a seguir esta línea de trabajo adoptada en Gualcamayo, para cuando tengamos que observar las tareas que se lleven a cabo en el proyecto Salamanca”.
“Ya hemos conversado con el gobernador Beder Herrera sobre todas las medidas que verificamos en el campamento de Gualcamayo y de esta manera vamos a continuar haciendo hincapié en un fuerte control, como indicó el gobernador, para evitar cualquier tipo de contaminación, que no haya un mal uso del agua y que no permitamos pasivos ambientales”, aseguró.
Consideró también que “es necesario brindar información a la gente, con un mensaje claro y preciso que llegue a todos y para que la comunidad pueda conocer como es la metodología de extracción y el tratamiento de los minerales”.
“Ya vinimos a observar los trabajos con anterioridad y la idea es estar presentes en los momentos que se inician las tareas, para ver cómo se hacen y cuáles son las medidas que se toman”, concluyó.
De acuerdo a lo informado por el gobierno provincial, se realizan controles ambientales y especificó que el uso del agua es controlado, además de ser recirculada. Se emplean productos biodegradables para evitar la contaminación del suelo y las aguas subterráneas y en la apertura de caminos se trata de remover la menor cantidad de flora autóctona posible.
En este sentido, concluyó la cartera que las medidas ambientalmente correctas permiten un desarrollo de la actividad acorde con la legislación vigente. Específicamente en lo relacionado a las tareas de perforación, dijo que no presentan ningún tipo de impacto ambiental y tampoco se emite polvo por tratarse de un proceso tipo diamantina.
Algunas obras.
La línea de energía para Gualcamayo de 132 Kv, incrementó en un 58% la red eléctrica de San Juan. También se construyó un nuevo acueducto para Huaco, mejorando la distribución de agua potable, en volumen y en calidad, acorde a las necesidades de la localidad. Además se están realizando nuevos proyectos de vertedero de residuos con reciclaje para Jáchal, gas natural y cloacas. Por otra parte, dentro de las obras del fondo fiduciario se está evaluando integrar también la fibra óptica para la región.
La minería en La Rioja, después de su rehabilitación legal, tras una ley que la proscribió por un año, es una interesante promesa. Sus proyectos se presentan en estadios muy incipientes como es la prospección y otros por iniciar los trabajos de exploración. La provincia cuenta con una superficie de más de 89.000 km2, de los cuales el 75 % son zonas montañosas. El menú geológico riojano es amplio y diverso, desde la Cordillera frontal, la precordillera, también en Sierras Pampeanas - Cordón del Famatina – hasta el Sur provincia, en la zona de Sierra de las Minas y Ulapes. Según la Secretaría de Minería de la provincia son numerosas las empresas que han expresado su interés en minerales metalíferos (prospectos de oro, cobre, molibdeno y uranio) y no metalíferos.
La administración de Luis Beder He-rrera impulsó la caducidad de 170 derechos mineros de la ex estatal Yacimientos Mineros Riojanos (Yamiri), hoy devenida en minera privada que cotiza en Canadá. Mientras se resuelven en la justicia estos litigios, el gobierno creó la estatal Energía y Minerales (EMSE) como herramienta de asociación con los inversores. El modelo mixto que propone EMSE proyecta retener el 49% de las acciones. En este contexto, Yamana Gold retomó la exploración en el proyecto Salamanca, en Cerro Corral, departamento Felipe Varela, a pocos kilómetros de la Mina Gualcamayo, en San Juan, actualmente en producción por parte de la misma empresa.
Hoy, la explotación minera en La Rioja se circunscribe a rocas de aplicación y minerales industriales, como el feldespato potásico, feldespato sódico, yeso, arcillas carbonosas o refractarias.
Específicamente acerca de Salamanca, los montos totales acumulados de inversión llegan a los 500.000 dólares. La compañía está llevando a cabo un programa de sondajes de 2.000 metros de diamantes en Salamanca. El actual programa de perforación está diseñado para probar las extensiones de longitud de perforación y para investigar el potencial de repeticiones estructurales de las zonas mineralizadas.
El proyecto está localizado en la parte noreste del Distrito de Guandacol, en la Provincia de La Rioja, Argentina. El área está compuesta de un solo bloque contiguo de 8 minas y una de Cateo cubriendo 4,651 hectáreas.