La decisión del Gobierno de intimar a la empresa LAN a dejar Aeroparque podría desatar un conflicto diplomático de amplia envergadura entre la Argentina y Chile, que sólo un encuentro a solas de los presidentes Cristina Kirchner y Sebastián Piñera podría servir para calmar los caldeados ánimos que hay a ambos lados de la Cordillera.
Ni siquiera las gestiones de urgencia que hubo anoche entre la embajada de Chile en Buenos Aires con la Cancillería o un encuentro previsto para mañana entre los cancilleres Héctor Timerman y Alfredo Moreno en Santiago serían suficientes para frenar el daño que generó la decisión argentina de embestir contra la empresa de capital chileno.
Ayer, fuentes del Palacio de la Moneda dijeron que el canciller Moreno habría hablado con Timerman para interceder por LAN. Pero en la Casa Rosada no creen que una reunión entre Moreno y Timerman pueda llevar demasiadas soluciones a la mesa de negociaciones porque el tema LAN lo excede al canciller argentino.
Por otra parte, la predisposición de Cristina Kirchner a mejorar los canales de diálogo con Chile no parece marchar por el camino ideal. Hay que recordar que la semana pasada la Presidenta eludió en Paraguay a Piñera y canceló a último momento una reunión bilateral que la diplomacia de ambos países había previsto realizar en medio de la asunción del nuevo presidente paraguayo, Horacio Cartes. Cristina Kirchner le hizo un desplante a su par chileno sin mayores motivos.
"Esto es muy complicado y la diplomacia ya hizo demasiado: ahora debe actuar la política para evitar un efecto expansivo en otras áreas de las relaciones entre la Argentina y Chile", coincidieron en forma paralela ante LA NACION un funcionario de la Cancillería y un diplomático chileno.
Cuando ambos representantes hablaban del "efecto expansivo" se referían a otros temas que están en la agenda bilateral y que podrían verse opacados por el conflicto de LAN. Concretamente se mencionaron los proyectos de minería, que contemplan más de 8000 millones de dólares de inversión; la construcción de obras públicas en la frontera; el intercambio comercial entre ambos países, y el intercambio en turismo.
Todos estos temas estarán presentes en la V Reunión Binacional de Ministros y la III Reunión Binacional de Intendentes chilenos y Gobernadores argentinos de la Frontera Común. En ese encuentro, que comenzará hoy con la discusión de técnicos de ambos países y que se extenderá mañana con ocho ministros y 10 gobernadores, se iba a avanzar en todos los tópicos pendientes de las relaciones. Pero ahora todo quedará opacado por el conflicto de LAN y nadie podía asegurar anoche, tanto en Buenos Aires como en Santiago, hasta qué punto servirá esa cumbre de gabinetes si el clima político de la relación está muy enrarecido.
El embajador de Chile en Buenos Aires, Milenko Skoknic, se reunió ayer con Timerman en el Palacio San Martín, en un intento de poner paños fríos al asunto y obtener alguna explicación del conflicto. Pero según dijeron a LA NACION las fuentes diplomáticas consultadas, "no hubo demasiado para explicar", ya que el canciller argentino habría quedado afuera de la decisión intempestiva que tomó el organismo aeroportuario (Orsna).
Tanto en la Cancillería como en Chile creen que la decisión de avanzar contra LAN es el reflejo de una pelea interna en el Gobierno. Allí se ponen en juego las tensas relaciones del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, con Mariano Recalde, presidente de Aerolíneas Argentinas, que responde a La Cámpora, y con el viceministro de Economía, Axel Kicillof. Aunque el enfrentamiento diplomático con Chile deberá asumirlo Timerman, que, en principio, será el más perjudicado por el daño ocasionado. Paradójicamente, el canciller es el que menos explicaciones puede dar, ya que fue ajeno a la decisión del Gobierno.
Incluso el secretario de Minería, Jorge Mayoral, quedó en off side ayer, cuando se reunió con el presidente de la Cámara Argentina de Servicios Mineros, Martín Dedeu, para analizar la agenda de trabajo que tendrán en Santiago con empresarios de ambos países y revisar los avances del proyecto Pascua Lama, donde está previsto un desembolso de US$ 4000 millones y una inversión total de 8500 millones.
¿Cómo explicarán los funcionarios argentinos a los inversores chilenos el conflicto desatado con LAN, al mismo tiempo que tratan de convencerlos sobre las bondades de seguridad jurídica que ofrece la Argentina?
No hay demasiadas explicaciones. Ni siquiera Timerman supo explicar ayer al embajador de Chile los motivos ocultos que hubo al lanzar el polémico anuncio un día antes de una reunión bilateral programada hace varios meses.
No son pocos en la Cancillería los que ayer entrevieron en el caso LAN un frente de tormenta diplomático con Chile similar al que dejó con España la estatización de Repsol. Sólo cambiarían los actores y los insumos: ya no se habla de petróleo, sino de aviones, pero el efecto sería el mismo.
El Gobierno, a través del organismo regulador de los aeropuertos, intimó a la aerolínea LAN Argentina a desalojar en el plazo de 10 días corridos el hangar de 2.500 metros cuadrados que ocupa en el Aeroparque metropolitano. En ese hangar, la aerolínea de capitales chilenos realiza tareas de mantenimiento de los diez aviones Airbus con los que vuela desde allí a 14 destinos dentro del país. El vocero de la compañía, Agustín Agraz, dijo que apelarán la decisión del ORSNA ante la Justicia. Y que si finalmente se vieran obligados a desalojar el hangar, LAN Argentina también deberá dejar el Aeroparque y, por lo tanto, abandonar el mercado de cabotaje. LAN transporta entre 25% y 30% de los pasajeros de los vuelos domésticos. Tiene 3.000 empleados.
“Sin el hangar no podemos prestar servicio a nuestros aviones en Aeroparque. No podemos ocupar los primeros vuelos de la mañana, que son los vuelos premium . Con lo cual, sacarte el hangar o pedirte que te vayas de Aeroparque es exactamente lo mismo ”, dijo ayer Agraz a Radio Mitre.
Este es el capítulo más reciente de una saga que comenzó en 2010, cuando el Gobierno recortó el uso de las mangas telescópicas a LAN Argentina en Aeroparque. Más adelante, extendió esa restricción a los vuelos de Lan en Ezeiza y, además, no le concedió autorización para volar un nuevo avión que ya estaba matriculado en el país. La flota actual de LAN es de diez aviones Airbus 320, con los que vuela a 14 destinos domésticos, y otros dos Boeing 767, que unen Ezeiza con Miami. En mayo de este año la empresa Intercargo, controlada por el viceministro de Economía y subgerente general de Aerolíneas, Axel Kicillof, dejó de prestarle servicios de rampa en reclamo de una recomposición tarifaria del 30%.
Esos temas ya figuraban en la agenda de un encuentro programado para mañana, en Santiago de Chile, entre los cancilleres de Argentina y de Chile. Ahora al tope de ese temario estará el hangar de Aeroparque (ver página 4).
La decisión del ORSNA está fechada el martes 13, dos días después de las PASO, pero decidieron notificar a LAN recién anteanoche. En sus considerandos, el ORSNA recuerda que ya en noviembre del año pasado había intimado a todas las compañías que tienen hangar en Aeroparque que para el 1º de agosto tenían que devolvérselo al Estado, con algunas excepciones: las aerolíneas que pertenecen al Estado y las que operan vuelos regulares. Agrega el titular del ORSNA, Gustavo Lipovich: “LAN Argentina no pertenece al Estado ni es una línea aérea que opera vuelos regulares internos o internacionales en dicho aeropuerto”. Y que por lo tanto, si en diez días no entrega el hangar, el ORSNA iniciará acciones judiciales para concretar el desalojo “con el auxilio de la fuerza pública”.
La aerolínea que controla la familia Cueto y de la cual fue socio fundador el actual presidente chileno Sebastián Piñera, en realidad sí opera vuelos regulares. Ingresó al mercado de cabotaje argentino el 19 de diciembre de 2005, durante la presidencia de Néstor Kirchner. Aquel día, en una audiencia pública que había sido convocada por el subsecretario de Aviación Aerocomercial, Ricardo Cirielli, LAN Argentina obtuvo sus licencias para operar vuelos regulares de cabotaje.
Cirielli, hoy enfrentado al Gobierno y titular de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA) anunció ayer el alerta y movilización.
“Si no hay suspensión del desalojo, vamos a tomar medidas tanto en Aeroparque como en Ezeiza”, dijo a Clarín.
Pablo Biró, titular de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), también recordó que su gremio está en estado de alerta y movilización desde fines de julio a raíz del conflicto entre el Gobierno y LAN. “No terminamos de creerle a ninguna de las dos partes” dijo Biró a Clarín (ver pág. 5).
El canciller chileno transmitió su preocupación a la Casa Rosada
Clarín. Por Araceli Viceconte
Chile observa el conflicto entre la aerolínea LAN y las autoridades argentinas como una situación muy delicada que fue y será objeto de contactos a nivel político y diplomático. Ayer, el canciller Alfredo Moreno confirmó haberse comunicado con las autoridades del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner para analizar la situación que afecta a las operaciones de la aerolínea en el país.
“Hemos recibido la información de la empresa, de LAN, respecto del contenido y también de las implicancias que esto tendría para la operación de Lan, producto de esto y sin perjuicio de lo que LAN pueda hacer en la justicia argentina.
Producto de la preocupación que tenemos por esta empresa, que si bien opera bajo el marco legal y administrativo argentino, hemos tomado contacto con las autoridades argentinas de la Cancillería y también con las autoridades sectoriales en lo que tiene que ver con el transporte aéreo”, dijo Moreno según informó el diario La Tercera.
El ministro chileno destacó que no va a viajar a Buenos Aires ya que el viernes se realiza aquí, en Santiago de Chile, la V Reunión Binacional de Ministros y la III Reunión Binacional de Intendentes chilenos y gobernadores argentinos de la Frontera Común. Los cancilleres de ambos países lideran esta reunión bilateral ya agendada con anticipación y tratarán el tema de LAN Argentina.
Según señalaron los medios chilenos, en la reunión, que ya estaba acordada, el funcionario trasandino expresará a Timerman “ la preocupación” del gobierno de Sebastián Piñera por la situación que vive la compañía aérea.
Por su parte, la ex presidenta, Michelle Bachelet –y quien ha vuelto a estar en carrera para la presidencia– aseguró que “el Estado chileno tiene que actuar, ya que si hay razones correctas, justas y adecuadas cualquier gobierno ha hecho lo que tiene que hacer al respecto”. Justamente lo hizo al término de una reunión con empresarios de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), Bachelet aseguró ayer que “Siempre los gobernantes velan por el interés del país, siempre los ministros de relaciones exteriores colocan las temáticas de trabajo con sus contrapartes para resolver los problemas de una situación difícil (..) esto es normal entre los países, de que si hay elementos que se pueden mejorar entre relación política o hay elementos técnicos que requiere buscar soluciones, eso siempre se ha hecho”, dijo Bachelet, quien recordó otros casos donde países han decidido no comparar productos chilenos.
La prensa chilena dio amplia cobertura al tema en portadas y programas de televisión, replicando sobre todo la visión de empresarios y políticos locales. El CEO de LAN, Ignacio Cueto, viajó desde Colombia hacia Buenos Aires para informar a la cancillería, según dijo al diario La Tercera.
“Esto será un problema político”, agregó en declaraciones a ese medio.
El presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), que agrupa al empresariado chileno, declaró que “sin ninguna duda nos preocupa la situación. Estamos a disposición si la empresa lo requiere”, dijo.
Las acciones del grupo Latam Airlines se derrumbaron ayer en la bolsa de Santiago, acciones que tienen gran peso y que implicaron que el índice IPSA cayera un 1,8% a 3620 puntos, su nivel más bajo desde octubre de 2011. La caída del 6,68% de las acciones de Latam fue atribuida tanto al conflicto de LAN Argentina como a las pérdidas registradas por el grupo en el segundo trimestre de 2013.
Ámbito Financiero
El Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (ORSNA) intimó a la empresa Lan Argentina para que haga entrega del hangar que ocupa en el predio del Aeroparque Metropolitano Jorge Newbery, en un plazo de 10 días. La resolución del organismo que lleva el número 123 , intimó a la aerolínea "para que en el plazo perentorio de 10 días corridos haga entrega de las instalaciones edilicias anexas a la plataforma sur industrial del Aeroparque Metropolitano Jorge Newbery que ocupa".
Con la medida, el ORSNA, que es la dependencia oficial que regula el uso de los aeropuertos, da por extinguido el contrato de arrendamiento que según la empresa de capitales chilenos vencía en 2023. Por su parte, el director de Asuntos Corporativos de Lan Argentina, Agustín Agraz, adelantó que la compañía recurrirá a la Justicia "para hacer valer nuestros derechos, tenemos un contrato firmado por el hangar y nuestra base de mantenimiento hasta el año 2023 con una inversión realizada de u$s 5.000.000 y un canon mensual de u$s 20.000".
El ejecutivo sostuvo que "la operación de los vuelos locales de la empresa es inviable sin el hangar", y advirtió que "si nos quitan el hangar nos veríamos obligados a dejar de volar a los 14 destinos de la Argentina", porque, según explicó, en el lugar que le piden desocupar, se realizan las tareas de mantenimiento de los 10 aviones que vuelan dentro del país.
La posición del ORSNA y del Gobierno de Cristina de Kirchner fue respaldada por el presidente de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde, quien sostuvo que "Lan tenía una posición de privilegio que no le correspondía y que está empezando a perder", al tiempo que relativizó la posibilidad de que la firma aerocomercial se vaya de la Argentina.
Detrás de este diferendo hay dos cuestiones. La primera es que el Gobierno tiende a que Aerolíneas Argentinas y Austral vuelvan a tener el monopolio del mercado de cabotaje para mejorar la situación financiera de estas compañías reestatizadas.
En segundo lugar, Lan fue autorizada a operar vuelos de cabotaje durante el Gobierno de Néstor Kirchner en contradicción con las normas aeronáuticas que impiden que empresas de capital extranjero operen en el mercado local, en momentos en que Aerolíneas estaba controlada por el grupo español Marsans y que la posibilidad de armar una nueva empresa de capitales locales se desarmó tras la experiencia de Southern Winds que operó subsidiada por el Estado y terminó enredada en un contrabando de drogas a España.
Desde esas argumentaciones, Recalde dijo que desde hace años la empresa chilena contaba con beneficios que poco a poco fue perdiendo y puso como ejemplo el servicio de rampa de Intercargo que cobra una tarifa establecida por el Estado a todas las líneas aéreas pero con Lan tenía un trato especial. Según Recalde, "había una sola empresa que tenía un descuento del 40% en esa tarifa que era Lan".
Según la explicación del funcionario, lo que sucede en la actualidad es que "el Estado, los aeropuertos y la Administración de Aviación Civil están empezando a tener un trato más justo con las aerolíneas en general en relación a su tamaño, a su aporte, a la conectividad". Pero también dijo: "Se estableció un sistema un poco más justo de distribución proporcional y de prioridad para Aerolíneas Argentinas por ser la línea aérea de la Argentina. La línea aérea que conecta a 35 ciudades dentro del país y no solamente a las más rentables".
En Chile, Latam envió un comunicado a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS), firmado por su vicepresidente Enrique Cueto, en el que afirmó que la orden del ORSNA a Lan "no es aislada" y buscaría "dañar sus operaciones" en el país. Añadió que analiza adoptar "todas las acciones legales" que sean necesarias para que se respeten los contratos.
Latam, surgida de la fusión en 2012 de la aerolínea chilena Lan con la brasileña Tam, calificó de "ilegítima" la resolución adoptada por el ORSNA. Añadió que aún es "muy preliminar" evaluar los efectos de las medidas y advirtió que sólo impacta las operaciones internas en la Argentina, operadas por Lan Argentina desde Aeroparque y no sus operaciones internacionales desde y hacia dicho país. En las ventas del grupo, Lan Argentina representa un 11%, después de Chile (25%) y Estados Unidos (20%), mientras en ingresos, también está en el tercer lugar del grupo, con 616 millones de dólares.
Nueva embestida del Gobierno para echar a LAN del mercado argentino
El Cronista. Por Matías Bonelli
La historia de desencuentros entre el Gobierno y LAN Argentina tuvo el martes por la noche uno de sus capítulos más duro.
A través del Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (Orsna), el Estado le comunicó a la línea aérea que en un lapso de 10 días deberá abandonar el hangar con el que hoy cuenta en el Aeroparque Jorge Newbery, en una nueva embestida contra la compañía.
Esto, según afirman desde la propia LAN Argentina, “haría totalmente improbable nuestra operación”, por lo que si no se revierte esta situación la empresa deberá abandonar sus 14 rutas domésticas.
Para esto, el camino que tomará ahora la compañía será el judicial. “Recurriremos a la Justicia para hacer valer nuestros derechos porque tenemos un contrato firmado por el hangar y nuestra base de mantenimiento hasta el 2023 con una inversión de u$s 5 millones y un canon mensual de u$s 20.000”, sostuvo Agustín Agraz, director de Asuntos Corporativos de LAN, ante la consulta de El Cronista.
La presentación judicial se realizará entre hoy y mañana y haría eje en que la resolución “discrimina” a la compañía por el hecho de pertenecer justamente a manos privadas.
En la cédula de notificación que el Orsna le envió a la aérea, se argumenta que “Lan Argentina no pertenece al Estado Nacional, ni es una línea aérea que opera vuelos regulares internos e internacionales desde Aeroparque, ni es una empresa que ofrece servicios de rampa en el aeropuerto”.
El Cronista intentó hablar en varias oportunidades con el organismo oficial, que preside el camporista Gustavo Lipovich, pero no fue posible.
Agraz precisó que, hasta hoy, el último contacto que tuvieron con el Gobierno se dio a través de la cédula de notificación. “En los últimos meses, ningún funcionario atendió nuestros llamados”, comentó, al tiempo que resaltó que “la única persona que atendió nuestras inquietudes es la Presidenta, que nos alentó a invertir en el país”.
Desde Chile –donde funciona Latam, controlante de LAN Argentina– la visión fue muy dura, a tal punto que dejan entrever una suerte de plan diseñado por el gobierno argentino para “dañar las operaciones” de la aérea en el país.
Enrique Cueto, vicepresidente ejecutivo de Latam, precisó mediante un comunicado enviado a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS) de Chile, que “entendemos que esta no es una opción aislada, sino más bien una medida que estaría en línea con un creciente nivel de acciones en contra de nuestra empresa, con el objetivo de dañar nuestras operaciones en la Argentina”. Además, calificó a la determinación oficial como “ilegítima”.
Para Latam, la operación de LAN Argentina representa un 11% de sus negocios.
La serie de acciones a las que hace referencia Cueto tuvieron un episodio reciente en marzo pasado. Por aquel entonces, el Gobierno determinó que se le quitaran a la compañía todas las mangas que transportan a los pasajeros hacia los aviones, con el argumento de que correspondía que la firma le abonara u$s 18 millones adicionales al contrato ya firmado por u$s 32 millones, y que todavía estaba vigente. Luego de varios meses de discusiones, LAN Argentina debió acceder al pedido de la empresa intervenida por el Estado.
Una posibilidad que se deslizó ante estos movimientos fue que el Orsna ofreciera a LAN la posibilidad de operar desde el aeropuerto de Ezeiza, pero esta posibilidad ni siquiera se analiza en la compañía por considerarla “inviable”. En caso de no encontrar eco en la Justicia, LAN Argentina deberá dar de baja su operatoria nacional desde el Jorge Newbery, que moviliza a 1.500 trabajadores.
La Nación. Por Diego Cabot
En los pasillos del aeroparque metropolitano se esperaba el Día D para LAN Argentina. Y ayer llegó. ¿Qué sucedió? El Gobierno, mediante uno de sus organismos de control, intimó a la compañía aérea a abandonar el hangar que tiene en Aeroparque y prácticamente selló el fin de las operaciones de cabotaje de la empresa aérea.
Todo se desencadenó con una cédula de notificaciones que el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (Orsna) le envió a la compañía, en la que se adjunta la resolución 123. La norma establece un plazo 10 días hábiles para desalojar las instalaciones que LAN Argentina tiene en la plataforma Sur de la estación aérea. El hangar por desalojar fue construido por la empresa en un viejo terreno que utilizaban los bomberos. La compañía firmó en 2008 un contrato con Aeropuertos Argentina 2000 (AA 2000) para alquilar el espacio hasta 2023 y desembolsó US$ 5 millones para levantar el edificio que hoy hace las veces de taller de apoyo para los vuelos de la aerolínea.
El director de Asuntos Corporativos de LAN Argentina, Agustín Agraz, fue el encargado de fijar la postura de la empresa: "Recurriremos a la Justicia para hacer valer nuestros derechos, tenemos un contrato firmado por el hangar y nuestra base de mantenimiento hasta el año 2023 con una inversión de 5.000.000 de dólares y un canon mensual de 20.000". ¿Qué pasaría en caso de que la Justicia no hiciera lugar al requerimiento de LAN?, se le preguntó. "La operación es inviable sin el hangar; si nos lo quitan nos veríamos obligados a dejar de volar a los 14 destinos de la Argentina."
Además de la consecuencia para los usuarios, alrededor de 1500 empleados de la compañía podrían ver en peligro sus fuentes de trabajo. "Esa es la plantilla que tienen afectada a los vuelos de cabotaje. No hay ninguna manera de mantenerla si dejan de volar esas rutas", dijo un conocedor del mercado aerocomercial argentino.
Un viejo anhelo de la gestión estatal de Aerolíneas Argentinas es desplazar a toda la competencia de la estación aérea porteña. LAN Argentina ya no dispone prácticamente de mangas para embarcar a sus pasajeros, además de no operar vuelos internacionales desde esa terminal y de soportar continuos problemas con los servicios de tierra que le presta Intercargo.
El sistema aerocomercial argentino es uno de los grandes bastiones de La Cámpora. Además de manejar Aerolíneas Argentinas y Austral, con Mariano Recalde como presidente, tiene el control de Intercargo mediante la interventora María Cecilia García y del Orsna, cuyo titular es el camporista Gustavo Lipovich. A su vez, la agrupación sentó a dos directores en AA2000 y propició la salida del anterior presidente de la empresa, Ernesto Gutiérrez, y la llegada del actual, Rafael Bielsa. También obedece las políticas de los jóvenes K el número uno de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), Alejandro Granados.
Cuestiones políticas
Los argumentos esgrimidos en la resolución se reducen a cuestiones políticas. "LAN Argentina no pertenece al Estado nacional, ni es una línea aérea que opera vuelos regulares internos e internacionales desde Aeroparque, ni es una empresa que ofrece servicios de rampa en el aeropuerto". La ANAC ya había resuelto sacar de Aeroparque a todos los aviones de bajo porte. Justamente de ellas, Aerolíneas Argentinas sumará 10.000 metros cuadrados de hangar, que se agregarán a los 17.500 que actualmente tiene. El hangar de LAN posee 2500 metros.
Recalde no estuvo ajeno a la noticia: "LAN tenía una posición de privilegio que no le correspondía y que está empezando a perder. Se estableció un sistema un poco más justo de distribución proporcional y de prioridad para Aerolíneas Argentinas por ser la línea aérea de Argentina", dijo el ejecutivo militante.
El tema ya golpeó la relación con Chile. Fuentes del Palacio de la Moneda confirmaron que el presidente de Chile, Sebastián Piñera -ex socio de la empresa- enviará a su canciller, Alfredo Moreno, para iniciar un canal de diálogo con las autoridades argentinas.
El personal de LAN trabajó ayer normalmente en Aeroparque
La ofensiva del Gobierno para minar el movimiento comercial de la principal rival de Aerolíneas Argentinas sigue ganando en intensidad, y cada vez más se asemeja a una guerra sin cuartel por el control del negocio aéreo.
En las últimas horas se conoció que el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (ORSNA) notificó a LAN que tiene 10 días para desalojar el hangar que opera en la terminal del Aeroparque porteño Jorge Newbery.
En contraposición, la empresa informó que podría dejar de volar si se mantiene esta medida. Agustín Agraz, director de Asuntos Corporativos de esa empresa, sostuvo que "la operación de LAN Argentina es inviable sin el hangar, si nos quitan el hangar nos veríamos obligados a dejar de volar a los 14 destinos de Argentina".
La intimación se suma a las últimas complicaciones que tuvo la compañía con Intercargo, la firma bajo dirección de La Cámpora que controla los servicios en tierra de todos los aeropuertos de la Argentina, y que le suspendió en reiteradas oportunidades la prestación del servicio de mangas.
Uno de los últimos cruces de LAN con Intercargo tuvo lugar en mayo de este año, y derivó en la suspensión de hasta 60 vuelos por parte de la aerolínea dada la decisión de la firma "K" de no poner a trabajar sus rampas.
En ese momento, Intercargo decidió retirar su servicio, obligando a la trasandina a pagar un "extra" a la tarifa que ya había pactado el año pasado por los servicios que recibe en las terminales.
Con aval del Gobierno, la firma camporista no sólo logró alzarse con lo reclamado a la aerolínea sino que, además, recibió un nuevo espaldarazo oficial en su intento por mantener el monopolio en la provisión de rampas, conos y el traslado de equipajes.
Ahora, la disposición de ORSNA modificó la agenda del CEO de la aerolínea, Ignacio Cueto, quien este martes se encontraba en Colombia para inaugurar el primer vuelo a base de biocombustible en el país.
Debido a la urgencia, el ejecutivo viajará a Buenos Aires para reunirse con las autoridades aeroportuarias y chilenas para ver si es factible encontrar una solución.
