YPF logró captar 150 millones de dólares de los mercados de capitales. Y lo más importante, emitió esta deuda, a 5 años de plazo, bajo las leyes de Nueva York. La misma sede judicial donde litigan fondos buitres y el Gobierno Nacional.
Las condiciones de la emisión son estas: se regirá por la ley de Nueva York, será a 5 años de plazo y pagará una tasa de interés LIBOR más 7,5%, lo que hace una tasa total del 8%.
No menos importante, los dólares de los intereses y la amortización de capital se pagarán exclusivamente en el exterior. Para ello, YPF se aferrará a la circular 5464 del Banco Central, que garantiza los pagos fuera del país de las deudas contraídas para desarrollos energéticos.
Fue la circular que se elaboró a medida del acuerdo entre el Gobierno y Chevron. De todas formas, se estaría pagando una tasa menor a la que tuviese que abonar en los mercados internacionales.
El Cronista. Por Verónica Dalto
YPF pasó la primera prueba internacional ayer, al lograr colocar los u$s 150 millones previstos al 7,75% en una obligación negociable (ON) garantizada por las exportaciones agropecuarias de la petrolera que vencerá en 2018. Se trata de la primera emisión en el exterior, después de que YPF fuera estatizada en mayo de 2012 y al día siguiente que el juez Thomas Griesa pusiera en jaque la teoría del alter ego que aplicó la petrolera para no quedar atrapada en el juicio con los holdouts.
Pero la empresa dice que no planea repetir la salida al extranjero este año, por la disponibilidad de liquidez con la que cuenta tras firmar los últimos acuerdos de exploración, sino emitir otra ON en pesos en la plaza local.
El bono fue adquirido en un 95% por inversores extranjeros, fondos institucionales y hedge funds, todos con asiento en Estados Unidos, aunque con cuentas en otras plazas para cumplir con las condiciones de la emisión que impedía ser adquirida por personas estadounidenses, según fuentes de la colocación. Una parte estaba precolocada: había recibido un adelanto de u$s 50 millones.
En tanto, no cóntó con demasiada sobresuscripción, porque la emisión ya estaba prácticamente direccionada.
Utilizamos una estructura creativa para reabrir los mercados de capitales con una transacción de u$s 150 millones al 7,75% de tasa de interés y con un plazo de 5 años. Este bono encaja perfectamente en nuestra estrategia, que busca diversificar fuentes de fondeo y extender los plazos de nuestro financiamiento”, afirmó Daniel González, CFO de YPF, en un comunicado.
Sin embargo, la compañía dice que no tiene planeado salir al mundo nuevamente este año, ya que cuenta con u$s 1.200 millones de liquidez, a partir de los acuerdos de explotación con Chevron y Dow Chemical, y porque buena parte de las inversiones planeadas para este año ya están realizadas. Por el contrario, emitirá un bono en pesos en el mercado local, ajustable por Badlar, que se estima, será de unos $ 400 millones.
El bono bajo ley Nueva York, integrante del programa global de u$s 5.000 millones, es pequeño para las necesidades de financiamiento de u$s 37.000 millones de su plan de inversiones a 2017. Tuvo una calificación crediticia de B-/RR4, en línea con la baja calificación de Argentina.
La inversión vencerá el 15 de agosto de 2018 y amortizará en 17 cuotas trimestrales iguales en cada pago de intereses, que comenzarán el 15 de agosto de 2014. Devengará intereses sobre el capital a la Libor (0,24%) más 7,5% nominal anual, salvo en el primer devengamiento (7,7632%).
Para los inversores, los pagos están garantizados por cuentas por cobrar y derechos de exportaciones de productos agrícolas de YPF. La petrolera vende diésel, fertilizantes, lubricantes, agroquímicos y bolsas de silo a productores agropecuarios de los que recibe granos en canje (80% de soja, 15% de maíz, entre otros) que luego exporta.
Las amortizaciones serán depositadas en una cuenta bancaria en el exterior, de acuerdo a lo previsto en la comunicación 5464, del BCRA, que permite acumular seis meses de servicios de la deuda. YPF prevé generar suficientes cuentas por cobrar de exportación con los traders designados a fin de integrar el monto mínimo de la cuenta de exportación en garantía.
Entre los factores de riesgo, la firma mencionaba en el suplemento de precio el juicio a los fondos buitre y la economía local: “Nuestro negocio depende en gran medida de las condiciones económicas en Argentina” y el “litigio con los holdouts”. Especificaba: “Las demandas iniciadas por los acreedores (holdouts) contra el gobierno argentino” podría “afectar nuestra capacidad de acceder al financiamiento internacional o repagar nuestras obligaciones, incluyendo las ON”. Pero recordaba que un juez federal de California no logró establecer que YPF y Argentina sean la misma persona (alter ego).
Justo el día anterior de la emisión, Griesa desestimó cerrar una causa en la que los fondos buitre pretendían demostrar que el Banco Central actuaba en nombre del Gobierno y así embargar las reservas.
En YPF ayer indicaban que la decisión de Griesa no había afectado “para nada” la colocación. En tanto, la petrolera, como compañía privada con el 51% en manos del Estado argentino, “está lejos de ser el alter ego” del soberano.
La emisión se basó en un fideicomiso suscripto junto con U.S. Bank National Association y First Trust of New York.
YPF colocó ayer un bono por u$s 150 millones y, según trascendidos confiables, más del 96% de la emisión fue suscripta por fondos de inversión extranjeros. Las obligaciones negociables que corresponden a la Clase XXIV vencen el 15 de agosto de 2018, prácticamente en cinco años, y pagan una tasa variable equivalente a la Libor más un plus del 7,5% , lo que arroja un interés de alrededor del 8%.
Esta operación es la primera colocación que realiza YPF en el mercado internacional desde que se reestatizó, pero es también la primera desde 1999 porque cuando la petrolera estuvo gerenciada por la española Repsol y el grupo local Eskenazi, no colocó bonos en los mercados externos.
Por los problemas judiciales del país con los fondos buitre, y las dificultades de YPF por las demandas que le está realizando Repsol por la expropiación de las acciones, la tasa que paga la empresa por el bono es el doble del que afrontan actualmente otros países latinoamericanos como Colombia y Bolivia. Además, YPF debió garantizar estas obligaciones negociables con exportaciones de granos que obtiene en pago por la venta de gasoil y agroquímicos a productores agropecuarios.
Sumando esta colocación, YPF obtuvo esta semana u$s 270 millones para su plan de inversión, si se considera que por el acuerdo firmado con dos filiales de Dow Chemical, recibirá financiamiento también a 5 años por u$s 120 millones para desarrollar el área gasífera El Orejano en Vaca Muerta. A esto se debe añadir que Chevron ingresó a principios de este mes u$s 300 millones para los primeros doce meses de perforaciones en Loma Campana, un bloque no convencional de petróleo.
YPF volvió a colocar deuda en el exterior
La Nación. Por Pablo Fernández Blanco
Daniel González, la mayor autoridad financiera de la estatizada YPF, pasó casi todo el día de ayer con una sonrisa en la cara. Casi en silencio, había lanzado el viernes pasado una colocación de obligaciones negociables (ON) que apuntaba a captar fondos de inversores externos. Después de cinco días, tuvo los resultados sobre su escritorio: por primera vez en 15 años, la petrolera volvió a financiarse en el mercado internacional con la venta de bonos por US$ 150 millones, a una tasa de 7,75% a cinco años.
Con la misma operación, González puso en su vitrina otro lauro: en un contexto de descreimiento del mercado internacional hacia la Argentina, la expedición financiera de YPF fue la primera de su clase de una empresa local en el último año y medio.
"Estamos haciendo exactamente lo que dijimos hace un año, cuando anunciamos el plan estratégico: nuestro programa de inversiones se financia con la reinversión de las utilidades del negocio, con endeudamiento en los mercados local e internacional, y con socios estratégicos, como Chevron y Dow", explicó a LA NACION el CFO de YPF.
De acuerdo con los números de la petrolera, la empresa tiene US$ 1200 millones de liquidez, por lo que sus necesidades financieras del año están cubiertas. Una parte sustancial de los fondos para este año fueron cubiertos por el acuerdo con Chevron, que activó un depósito de US$ 300 millones a favor de la petrolera estatizada cuando la Legislatura de Neuquén aprobó la extensión de la concesión en la formación Vaca Muerta.
Es un aporte para el colchón del año próximo. Y el monto que obtuvo en el exterior es mínimo en comparación con los US$ 5500 millones de inversión que prometió para este año. En la mirada de la mesa chica de conducción de la petrolera, en cambio, la colocación en el exterior fue como atreverse a poner "el primer pie en el agua", tal como definieron en sus oficinas. En otros términos: mostrar que la empresa está dispuesta y en condiciones de tomar deuda en el exterior a través de los mayores bancos del rubro, como el Citi y el HSBC, que estuvieron a cargo, para recuperar una parte del "prestigio" que perdió tras la estatización.
González y su equipo comenzaron a trabajar de lleno en la colocación hace aproximadamente 45 días. En la práctica, fue la culminación de una intención que había nacido mucho antes. Durante meses, el equipo de YPF tomó contacto personalmente con posibles inversores. Cuando la oferta estuvo lista, levantaron el teléfono y los invitaron. La mayoría de los compradores tienen sede en Estados Unidos. Eso evitó que la empresa hiciera un road show.
La empresa comunicó el resultado de la colocación, que se hará efectiva el 3 de octubre, ayer por la tarde a través de la Comisión Nacional de Valores (CNV). Los inversores cobrarán intereses trimestrales por período vencido. Los títulos vencerán el 15 de agosto de 2018. El capital de las ON será amortizado en diecisiete (17) cuotas trimestrales iguales y consecutivas a partir del 15 de agosto de 2014.
La acción de YPF que cotiza en Wall Street en forma de ADR subió 11% desde que la petrolera anunció la colocación de una Obligación Negociable (ON) en el exterior hace una semana y su precio ya supera el que mostraba cuando el Gobierno envió al Congreso el proyecto de ley para expropiar la empresa.
Con un volumen que casi duplicó el promedio operado, el ADR de YPF subió 1,35% ayer y acumula una suba de 6,3% desde el inicio de la semana debido a que los inversores ven con buenos ojos la emisión de deuda de la petrolera.
Toda colocación de deuda es positiva si es para financiar obras y toda la deuda que YPF estuvo colocando fue para gastos de capital, lo cual es imprescindible para crecer”, destacó Mariano Peretti, de Maxinver, en declaraciones a El Cronista.
El precio de la acción en Wall Street, que ayer cerró en u$s 20,98, todavía está lejos del promedio de u$s 40 que ostentaba el ADR de la petrolera antes de la estatización. Sin embargo ya subió casi 120% desde el mínimo alcanzado en noviembre del 2012 cuando el juez Thomas Griesa falló en contra de Argentina en Nueva York.
Superó la barrera de los u$s 20 e hizo buen volumen. Puede seguir subiendo porque la emisión de deuda es una muy buena noticia. Si el ADR llega a los u$s25 sería importante”, aseguró Soledad López, de Rava Sociedad de Bolsa, en diálogo con este diario.
Lo de YPF bien puede ser un bargain trade en estos niveles en la medida que se tenga la paciencia suficiente y la predisposición a transitar años en Argentina con claros desafíos económicos”, explico el director de la maestría en Finanzas de la Universidad Torcuato Di Tella, Germán Fermo.
Obvio que YPF no está acá en estos precios por casualidad, Argentina enfrenta muchos desafíos importantes a nivel macroeconómico en los próximos años y uno podría entonces argumentar que mi enfoque es totalmente incorrecto. Comparar a YPF privada en 2009 con una nacionalizada en 2013 está mal en el sentido de que ya no son la misma empresa”, agregó en un reciente post en su blog.
En este sentido, para el analista YPF sin dudas es un activo codiciado a nivel mundial y eso debería valer mucho más que u$s 20 porque además será clave para revertir el déficit de energía y “bien puede ser la joyita a cuidar por Argentina en los próximos años”.
Para Peretti, la petrolera tiene un horizonte a mediano y largo plazo “impresionante” si se concretan las perspectivas para Vaca Muerta pero “si bien la acción tiene potencial todavía no está como para volver a los u$s 40 promedio de antes de la estatización”.
Creo que tiene todavía un poco más de aire pero cuánto no te sabría decir. A medida que vayan aumentando los contratos con otras empresas y el clima político argentino se tranquilice un poco va a encarar bien pero hay que resolver el tema con Repsol”, concluyó.