Lugo advirtió que Yacyretá debe terminar obras antes de subir la cota

El presidente electo recorrió la zona baja de Encarnación, anegada por la suba de las aguas. Junto a su equipo técnico anticipó que se planteará nuevas reglas de juego en el manejo de la entidad binacional y que no habrá “concesiones”. También le puso paños fríos a la construcción de la represa de Corpus

Pies en el barro. Lugo se mezcló con los pobladores de la zona más afectada por la suba del Paraná en Encarnación.

Chapoteando en el barro como uno más de los vecinos que viven y trabajan a orillas del Paraná, el presidente electo de Paraguay, Fernando Lugo, recorrió la zona baja de Encarnación, anegada por la suba de la cota de Yacyretá. Escuchó cada uno de los reclamos de las asociaciones de afectados y apuntó a sus futuros funcionarios sus opiniones. Su equipo técnico le mostró en detalle los incumplimientos de la entidad binacional

Sin embargo, con la prensa el ex obispo prefirió mostrar cautela, después del revuelo que generó su reclamo para que la Entidad Binacional Yacyretá baje un metro la cota en la que opera actualmente hasta que no se culminen las obras complementarias, que, por lo que se ve, todavía son apenas un proyecto en el tradicional paseo de compras de la zona baja encarnacena.

“Lo que me doy cuenta es que hay dos perspectivas. Hay una acentuación por un lado de la problemática medioambiental y social, y por otro, las obras que se están realizando desde la Entidad. Algunas medidas colisionan con los datos que tenemos, y lo mejor es confrontar los datos con serenidad y buscar la verdad. Todos queremos que la obra termine, es una obra que ayuda a Encarnación, y sobre todo al país, y nunca dijimos que deberían aplazarse las obras de infraestructura tan necesarias”, analizó el presidente electo en una rueda de prensa.
Los comerciantes y pobladores afectados por el aumento del nivel de las aguas del río Paraná argumentan que en algunos sectores de Encarnación no se han sellado las letrinas ni completado las demoliciones como exige el proyecto antes de elevar la cota.

Lugo juntó a todos los funcionarios de Yacyretá que trabajan en Encarnación para que le expliquen con detalles el estado de las obras y el impacto ambiental que se prevé si se sube la cota. “Esta mesa de diálogo e intercambio de información, de datos técnicos, nos ayudará a pulir posturas que se tienen de esta obra tan grande para este país”, puntualizó.

“Lo que queremos hacer es recabar todo tipo de información, y hacer un informe, para que tengamos un diálogo de alto nivel en el futuro con el vecino país”, advirtió. En ese diálogo con Argentina, el equipo técnico del futuro presidente, advierte que Paraguay ya no será tan flexible con las “concesiones”.

“Acá hubo flojedad de las autoridades que permitieron concesiones por encima del tratado binacional. Debemos dejar de lado la improvisación. Acá no se terminaron las obras e igual se subió la cota”, afirmó Emilio Camacho, ex senador por el Partido Encuentro Nacional y futuro asesor jurídico de la Presidencia.

En la misma línea, quien será ministro de Ambiente (SEAM), José Luis Casaccia, señaló que evidentemente hubo un “negociado en la construcción de las obras complementarias de Yacyretá”.
El futuro funcionario sostuvo que a partir del comunicado de la Alianza Patriótica para el Cambio (APC), que advertía el despido de los responsables de los daños ambientales y sociales, las obras "se están acelerando".

Luego, explicó que "evidentemente aquí se la pagó a gente que no correspondía, a avivados, todo esto se va a corregir a partir del 15 de agosto (fecha en que asumirá Lugo). Van a empezar a dilucidarse muchas falencias. Itaipú y Yacyretá siempre fueron búnker aislados donde todo se manejaba dentro de una discrecionalidad", añadió.
Esa postura se mantendrá también en otra negociación clave con Argentina: la construcción de la represa de Corpus. “No daremos ningún paso en falso mientras Yacyretá no se termine. Sin ninguna duda, primero hay que esperar que se terminen estas obras”, respondió el presidente electo ante una consulta de Misiones On Line.

Las quejas de los vecinos
“Estamos muy mal, a Yacyretá no le importa lo que nos pasa”, se quejaba en un cerrado guaraní uno de los comerciantes de la zona baja que accedió a un diálogo mano a mano con Fernando Lugo. Aunque Yacyretá argumenta que en realidad, los que realizaron las denuncias son ocupantes ilegales de los terrenos de la zona baja, los asesores del presidente electo y los concejales encarnacenos que acompañan a los vecinos, aseguran que todavía queda por relocalizar en el departamento Itapúa a unas cuatro mil familias. Según aseguran, se trata de 400 familias del barrio Mboí-Caé, 350 de Barril Paso, 300 de Santa Rosa, además de 500 inquilinos del área comercial, 120 propietarios y mil comercios informales.

Los concejales encarnacenos aseguran además que en la desembocadura del arroyo Mboí-Tesá se “perpetró el último delito ambiental” de Yacyretá, cuando se elevó la cota y tapó la circulación de las aguas hacia el Paraná.

La respuesta de Yacyretá

En la reunión que Lugo mantuvo con los funcionarios de Yacyretá, el director interino, Hugo Ruiz, quien reemplazó al renunciante Paul Sarubbi, propuso que técnicos de la Alianza trabajen de “cerca con la Binacional” para conocer en detalle el avance de las obras.

Ruiz señaló que durante la reunión mantenida con Lugo, le propusieron que el equipo técnico de la Alianza tome contacto con los especialistas de la Binacional para que estén al tanto de las obras de elevación de la cota. Ruiz informó igualmente que la disposición judicial que ordena bajar la cota a 77,80 fue recurrida tanto por Paraguay como por Argentina, lo que derivó en el fallo del juez federal de Posadas, José Luis Casals, quien ordenó que se mantenga el status quo actual, es decir que la represa opere en el nivel de embalse elevado.