JOE CASH Y MARÍA MARTÍNEZ

Beijing advirtió que las crecientes fricciones con la Unión Europea por las importaciones de vehículos eléctricos podrían desencadenar una guerra comercial, cuando el ministro de Economía de Alemania llegó a la capital china con los aranceles propuestos como una prioridad en su agenda.

El viaje de tres días de Robert Habeck a China es el primero de un alto funcionario europeo desde que Bruselas propuso fuertes aranceles a las importaciones de vehículos eléctricos fabricados en China para combatir los subsidios excesivos. Esto ha desatado contramedidas por parte de China y duras críticas de los líderes chinos.

En un giro inesperado, Habeck -del ecologista Partido Verde, que es un socio menor en la frágil coalición tripartita de Alemania- criticó el documento de estrategia de Berlín de 11 meses de antigüedad por considerarlo demasiado cortoplacista y no sincronizado con las estrategias de China de otros países de la UE.

Sólo esta semana, los fabricantes de automóviles chinos instaron a Beijing a aumentar los aranceles sobre los automóviles europeos importados a gasolina y el gobierno lanzó una investigación sobre dumping sobre las importaciones de carne de cerdo de la UE en represalia por la medida de la Comisión de la UE.

"La parte europea continúa intensificando las fricciones comerciales y podría desencadenar una 'guerra comercial'. La responsabilidad recae enteramente en la parte europea", dijo un comunicado atribuido al portavoz del Ministerio de Comercio chino.

Agregó que con su investigación sobre dumping, la parte europea había "intimidado y coaccionado a las empresas chinas, amenazado con aplicar aranceles punitivos elevados y exigido información demasiado amplia".

OPORTUNIDAD PARA EXPLICAR
La visita de Habeck es vista como una oportunidad para que Alemania, la mayor economía de Europa, explique a los funcionarios chinos el reciente anuncio arancelario y al mismo tiempo disipe el riesgo de represalias de China que podrían dañar a las empresas alemanas.

La voz de Alemania tiene un peso particular y sus principales fabricantes de automóviles se han opuesto a gritos a los aranceles de la UE. Berlín ha instado al diálogo mientras espera que China llegue a un compromiso.

Los fabricantes de automóviles del país serían los más expuestos a cualquier contraataque de China , ya que casi un tercio de sus ventas provinieron de la economía de 18,6 billones de dólares el año pasado.

La medida de la UE sobre los aranceles a los vehículos eléctricos hundió los lazos comerciales con la segunda economía más grande del mundo a un nuevo mínimo.

Pero los medios estatales chinos describieron su visita como una oportunidad para calmar las tensiones. Alemania debería buscar un consenso, dijeron algunos expertos, según el tabloide estatal Global Times.

A su llegada a Beijing el viernes, Habeck se reunió con embajadores de varios países de la UE al inicio de un viaje que incluirá conversaciones con funcionarios chinos y escalas en Shanghai y Hangzhou. Se esperaba que se reuniera con el primer ministro Li Qiang, pero fuentes de la delegación alemana dijeron el viernes por la noche que no había sido posible programar esa reunión antes de la salida de Habeck de Beijing.

En una recepción en la embajada alemana en Beijing, Habeck expresó su descontento con la actual estrategia de Berlín hacia China, tal como se describe en un documento publicado en julio pasado después de meses de disputas sobre la coalición.

El documento de 64 páginas acusó a Beijing de ser cada vez más asertivo y de "prácticas injustas", pero fue vago en cuanto a las medidas políticas para reducir las dependencias críticas.

"Una estrategia significa que hay que mirar hacia el futuro y describir al menos un camino hacia el futuro, incluso cuando nunca sucederá como se describe", afirmó.

"Esta es la estrategia del gobierno alemán para China, por lo que lo que falta es el enfoque europeo", dijo, añadiendo que sería necesaria una actualización "tarde o temprano". No explicó en términos exactos cómo veía la evolución de la estrategia de Alemania.

El gobierno alemán no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios sobre la declaración de Habeck, lo que aumenta la percepción de que Berlín aún tiene que establecer un camino claro para el modelo económico alemán orientado a las exportaciones en una era de creciente proteccionismo.

Más temprano el viernes, Habeck había moderado las expectativas sobre lo que podría resolverse durante su visita, diciendo que no esperaba alcanzar una solución a las tensiones comerciales.

Alemania también busca ampliar el acceso de sus empresas al vasto mercado chino, al tiempo que intenta "eliminar el riesgo" de que su economía dependa demasiado de un solo país.

Los expertos en comercio dicen que todos los factores económicos y políticos favorecen cada vez más la relación entre Estados Unidos y Alemania.

Los 60.000 millones de euros de comercio de Alemania con China en el primer trimestre de 2024 fueron menos que el volumen total de 63 mil millones de euros del comercio entre Estados Unidos y Alemania. Eso rompió una tendencia que ha clasificado a China como el principal socio comercial de Alemania durante ocho años consecutivos.

Las cifras oficiales publicadas subrayan el cambio: las exportaciones alemanas a China cayeron un 14% en mayo respecto al año anterior, mientras que las exportaciones a Estados Unidos aumentaron un 4,1%.