La reducción del precio del petróleo a nivel internacional, juntamente con la instauración de retenciones a las exportaciones de crudo en los últimos meses, podría generar una reducción de las inversiones planificadas para el año próximo en Vaca Muerta, advierten empresarios del sector.
El desarrollo masivo del yacimiento no convencional, con mayor potencialidad fuera de los Estados Unidos, es una de las pocas posibilidades que tiene la economía argentina de revertir el histórico déficit externo.
La baja en el barril a nivel internacional y la aplicación de retenciones a las exportaciones a nivel local ubicarían al precio del crudo por debajo de los 55 u$s/BBL.
Actualmente, el precio de los combustibles en surtidor permite abonar un crudo en torno a los 70 u$s/BBL, según los cálculos que trascendieron.
A la vez, que la convergencia que buscan los refinadores en el valor del crudo local a su paridad de exportación implicaría la conformación de márgenes de refinación extraordinarios, incluso superiores a los que existían a comienzos de 2018.
Un productor petrolero señaló: “El Estado puso una retención que en este sector casi no genera ingresos fiscales porque se exporta poquísimo crudo, y movieron el margen de exploración y producción (negocios de riesgo a muchos años con inversiones billonarias) al refino, un negocio de bajo riesgo y escasísimo valor agregado”.
SEAN ROONEY*
El desarrollo pleno de Vaca Muerta está cada vez más cerca. Estamos viviendo los últimos momentos de su era como promesa y pronto entraremos en la del yacimiento como realidad. Los próximos años, la actividad de explotación de gas y petróleo no convencional en Argentina dará un salto fenomenal en inversión, producción, exportación y generación de empleo, entre otros aspectos.
Desde el punto de vista técnico, existen muchos factores que sostienen el optimismo. Vaca Muerta es una de las mejores formaciones de hidrocarburos no convencionales del mundo, comparable a muchas áreas de Permian, en Estados Unidos, y yacimientos de Canadá y Rusia. Para Shell, es una de las tres reservas más importantes a nivel global. Los resultados preliminares de los pozos que perforamos en algunas de nuestras áreas y de nuestros pilotos de producción temprana han sido muy favorables comparados con otros activos de la misma clase en el mundo. La calidad geológica de la roca es indudable.
Desde el punto económico, el margen para mejorar todavía es muy amplio. Vaca Muerta es competitiva, pero todavía puede serlo mucho más.
Los grandes desafíos por delante para Vaca Muerta son ampliar la disponibilidad de infraestructura, especialmente en transporte de gas y petróleo (midstream); contar con más y mejores empresas de servicios asociados a la industria; lograr más eficiencia en las operaciones y alcanzar el desarrollo de las operaciones de manera social y medioambientalmente responsable. Solo así se podrá garantizar la competitividad a nivel global necesaria para asegurar el ingreso de las inversiones para el despegue de la actividad.
La buena noticia es que estamos avanzando muy rápidamente hacia esos objetivos.
Desde que Shell ingresó en Vaca Muerta en 2012, logramos transitar la curva de aprendizaje de manera muy veloz, reduciendo nuestros costos de perforación de un pozo a la mitad, de US$ 15.000 millones a menos de US$ 10.000 millones. Lo hicimos implementando las innovaciones tecnológicas más avanzadas en el mundo, con pozos de ramas laterales más largas y con más etapas de fractura. La innovación tecnológica debe ser un aliado fundamental del desarrollo de Vaca Muerta.
A su vez, nuestro conocimiento de la formación creció muchísimo. Eso nos permitió focalizar mejor nuestro portfolio de inversiones para crecer más, pero también mejor. Una prueba es el swap de activos entre Aguila Mora y Coirón Amargo Sur Oeste que realizamos con Vista Oil & Gas. Iniciativas multisectoriales que permitan el intercambio de información técnica sobre el yacimiento son imprescindibles.
A nivel industria, la implementación total de la adenda al convenio colectivo de trabajo de Vaca Muerta nos permitirá adaptar las prácticas de la industria a los procesos actuales y reducir los tiempos improductivos, ganando eficiencia y competitividad.
Sin embargo, uno de los grandes hitos de este año fue la creación de la Mesa Vaca Muerta, organizada por la Secretaría de Energía. En ese ámbito del que participamos todas las operadoras presentes en Vaca Muerta, las cámaras, el Gobierno Nacional, el del Neuquén y los sindicatos, empezamos a crear ámbitos de diálogo público-privado para encontrar las soluciones que necesitamos a nivel industria. Continuar con espacios como este nos hará ganar eficiencia, reducir costos y ganar competitividad internacionalmente.
Por último, pero no menos importante, es necesario resaltar que las comunidades próximas a las operaciones deben cumplir un rol fundamental en nuestra actividad. Crear programas de inversión social con actores locales, como Desafío Emprendedor, es a nuestro juicio la forma más adecuada de relacionamiento con ellas. De esa manera, apostamos al fortalecimiento de las comunidades y las involucramos activamente en nuestros proyectos futuros, generando espacios de confianza mutua, diálogo abierto y transparente y participación.
Solo con eficiencia y con un desarrollo responsable lograremos que Vaca Muerta se convierta en lo que todos esperamos que sea. Más pronto que tarde.
*Presidente de Shell Argentina