JAIRO STRACCIA
Tres razones de peso terminaron por eyectar de su cargo al ahora ex secretario de Energía Javier Iguacel. Y en ese top tres no está el fallido pago en cuotas de la compensación a las empresas petroleras por la devaluación, que en todo caso lo expuso en público y apenas sumó una gota más al vaso.
Llegado de Vialidad Nacional para suceder a Juan José Aranguren cuando todavía la cartera era un ministerio, el bonaerense de Capitán Sarmiento no duró más de seis meses, por sus crecientes diferencias, que incluyeron hasta gritos con el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, de quien pasó a depender.
Tampoco cuadraba con su sucesor y hombre fuerte en la materia durante toda la gestión Macri, Gustavo Lopetegui,
De perfil alto en redes sociales, Iguacel arribó sin equipo propio y sorprendió por la autonomía con la que se movía en el área. Rápidamente, se embanderó con el yacimiento no convencional de Vaca Muerta, en Neuquén, un emblema del Presidente.
Por eso, cuando a poco de asumir, en julio, Dujovne planteó que el subsidio de US$ 1.000 millones que hoy reciben las empresas que invierten para garantizar mejores precios por el gas que producen, debía bajar a entre US$ 700 y US$ 500 millones, se generó el primer roce.
En ese momento, Iguacel convenció a Macri de lo inoportuno de la medida y el planteo quedó en stand by.
una nueva turbulencia financiera y un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, en Hacienda volvieron a la carga y se repitieron las diferencias, de un tema que tiene nombre y apellido: el Grupo Techint.
El holding de la familia Rocca se lleva el 75% de los subsidios para que invierta su compañía Tecpetrol en el área. Aunque Rocca tiene línea directa con Macri por este tema, Iguacel no dejaba de jugar en favor de la T.
Tomar ese rol le valió la bronca de otros pesos pesados del sector, como PAE e YPF, que invierten en “la joya” de Neuquén pero que han cedido precio y volumen a manos de Techint. Con el crecimiento de Tecpetrol, el holding se quedó con el 20% del mercado del gas en la Argentina, y forzó una baja del precio, perjudicando a la competencia, que además se lleva una porción marginal de los subsidios
Mientras avanzaba ese debate, en Hacienda pusieron el grito en el cielo cuando Iguacel propuso hacer un acto en Bahía Blanca con la partida del barco regasificador, presentado como símbolo de la importación de gas durante el kirchnerismo. Dujovne y Lopetegui constataron que muy posiblemente esa nave deba volver en abril.
Y a partir de esa equivocación tomaron una decisión que anticipó el desenlace. Empezaron a validar con consultores privados las medidas que proponía Iguacel. En los últimos veinte días, Dujovne de hecho le ofreció el cargo de secretario de dos figuras del sector, que lo rechazaron.
El viernes pasado, la Casa Rosada terminó por forzar la salida del funcionario, que sin embargo se quedó una semana más en el cargo, y convocó a una rueda con periodistas para informar los aumentos de electricidad, aún ya estando fuera del Gobierno.
Ni 24 horas después de su último acto, sus superiores formalizaron la despedida, que más tarde Iguacel atribuyó por Twitter a razones personales
El jueves a las 17.30, el secretario de Energía, Javier Iguacel, comunicaba en una ronda off the record los aumentos de tarifas. “Sí, ya había renunciado”, reconoció el funcionario ayer a PERFIL. El único momento donde se percibió que algo no estaba bien fue cuando alguien le preguntó qué iba a pasar con los subsidios a las productoras de gas en Vaca Muerta
. “Sí, va a haber cambios pero se van a anunciar más adelante”, dijo, y solo mencionó que afectarían a los que ya producen y a los nuevos proyectos también. “Más adelante”, significaba, después de su salida. Pero nadie lo notaría hasta 24 horas después. —
¿Te voltearon YPF y PAE?, le preguntó PERFIL.
No, la decisión fue mía—, se limitó a responder el funcionario. Iguacel tenía aspiraciones más allá de lo técnico. Tanto en Vialidad Nacional como en estos meses en Energía, mostró un perfil alto y no paraba de tuitear obras en rutas o energías
SANTIAGO SPALTRO
El nuevo secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, asumirá con un sector energético en llamas. Es que Javier Iguacel renunció el viernes, un día después de anunciar aumentos de tarifas de luz y gas, y se fue sin terminar de resolver cómo será el nuevo esquema de subsidios para Vaca Muerta desde 2019.
Lopetegui, ex secretario de Coordinación de Políticas Públicas de la Jefatura de Gabinete, asumiría este miércoles 2 de enero de 2019. Su primer desafío será coordinar con el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, las modificaciones a la Resolución 46/2017, que establece los subsidios a la producción de gas no convencional en Vaca Muerta y también en la Cuenca Austral.
El Presupuesto 2019 prevé que el Estado nacional transferirá a las petroleras unos $ 28.700 millones o entre u$s 650 millones y u$s 700 millones para sostener la producción de gas. Las principales beneficiadas son Tecpetrol (de Paolo Rocca) y la Compañía General de Combustibles (de Eduardo Eurnekian). Según cuentan en la Secretaría, Iguacel tenía roces con Dujovne por los cambios que se implementarán en las próximas semanas. Incluso, algunas versiones indican que su salida tiene que ver con una presión de Techint, publicó el medio La Política Online.
En concreto, el Gobierno topeará los subsidios y dejará afuera del programa de incentivos a la producción por encima de la declarada al principio.
Así, Tecpetrol, después de una inversión de u$s 2300 millones en tres años, tendrá solamente 10 millones de metros cúbicos por día (MMm3/d) cobrando u$s 7 por millón de BTU (MMBTU) en 2019, mientras que los 7 MMm3/d restantes los cobrará al precio del mercado, que ronda los u$s 4 / MMBTU.
El Estado paga la diferencia, que son unos u$s 3 / MMBTU. Al margen, Lopetegui, que se desempeñaba hasta el momento como asesor del presidente Mauricio, tiene un camino limpio con los anuncios de aumentos de tarifas que se hicieron el jueves.
De esta manera, no tendría que responsabilizarse por los incrementos que se harán a lo largo de 2019 en la luz (55% en cuotas entre febrero, marzo, mayo y agosto) y el gas (35%, concentrado principalmente en abril). Su perfil orientado a los números (es el funcionario que llevaba el famoso Excel) se concentrará en la baja de los subsidios, que para 2019 están proyectados en u$s 5114 millones: u$s 2565 millones para electricidad, u$s 2464 millones en gas natural y u$s 84 millones para Gas Licuado del Petróleo (GLP o garrafas).
Aunque sea un mercado desregulado, Lopetegui también tendrá que lidiar con una guerra entre petroleras por el precio del petróleo, que bajó más de 30% en los últimos tres meses. Mientras las productoras reclaman que se eliminen las retenciones a las exportaciones (que están en torno al 10% y operan en el sector para bajar el precio interno), las refinadoras empiezan a dejar de tener pérdidas y recuperan ingresos.
Además de los problemas propios en el mercado del gas, la baja del petróleo atenta contra la sustentabilidad a largo plazo de proyectos en Vaca Muerta, aunque por ahora el Gobierno no dio señales de hacia dónde se va a inclinar para saldar esta disputa entre las empresas del sector. El nuevo secretario no tiene experiencia en el sector energético, a diferencia de sus antecesores Juan José Aranguren e Iguacel.
Es contador, trabajó en la consultora McKinsey, fundó la cadena de supermercados Eki, y fue CEO de LAN Argentina hasta que llegó a ser vicejefe de Gabinete, en un trío de plena confianza con Macri, junto a Marcos Peña y Mario Quintana. Ver también: Faltaría gas para la generación eléctrica en invierno