La secretaría de Energía publicó el viernes a la noche una convocatoria a interés para construir un gasoducto desde Vaca Muerta hasta Bahía Blanca.
También avisó que lanzará un programa para sustituir gas líquido (GNL) importado por producción neuquina, durante los cuatro meses de frío. Las primeras reacciones del sector fueron positivas para los planes oficiales recientes. En cambio, un proyecto ya lanzado hace meses -un tren para transportar agua, arena y otros insumos que se necesitan en el proceso de extracción de petróleo- no está despertando el atractivo esperado por el Poder Ejecutivo.
YPF, la principal petrolera del país, se anotará para encabezar un consorcio -con otras empresas- que construya el gasoducto, con la idea de aprovechar el nuevo esquema que premia el gas neuquino. La propuesta del Gobierno es que Ieasa (la ex Enarsa) adquiera gas de esa cuenca en lugar de importar barcos con GNL. El atractivo es que se les pagará casi el mismo precio que el GNL, cuya cotización internacional casi duplica al precio del gas local.
Para llevar adelante el proyecto es necesario un nuevo gasoducto o ampliaciones de los existentes. En caso de un tercer gasoducto, a construirse, la secretaría de Energía supone que el primer tramo comprenderá Neuquén-Bahía Blanca y el segundo desde esa localidad a Buenos Aires. Aunque el Estado convoca, el desarrollo será privado. Igual, el fondo de sustentabilidad de ANSeS podría fondear algo más de la mitad del proyecto (US$ 450 millones sobre un total de US$ 800 millones que costaría el primer tramo).
Se estima que, a fines de agosto, el gasoducto ya estará adjudicado. YPF está interesado en el proyecto. Miguel Gutiérrez, presidente de la petrolera, participará en una gira que hará el secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, en Houston. En esa sede de las petroleras estadounidenses, al funcionario lo esperan citas con Exxon y otros gigantes energéticos.
Si todo marcha como lo esperado, el gasoducto podría entrar en operaciones hacia julio de 2020, pero Lopetegui supone que estará en plena capacidad hacia 2021. A YPF ya se le acercaron otras compañías predispuestas a acompañar en la obra. Eso si, hay dos obstáculos a la vista. La volatilidad cambiaria de los últimos días generó susto y la posibilidad de un gobernador kirchnerista que cuestione los contratos en Vaca Muerta también preocupa. La elección de mandatario neuquino se realizará hoy.
"La convocatoria pública oficial es buena y alentadora. Pero la macro no ayuda" era una de las frases que repetían entre las petroleras.
Tecpetrol, de Techint, frenó la escalada en su producción de gas en Vaca Muerta. Fue por la interpretación oficial de la resolución 46 -que premiaba al gas extraído en esa localidad desde 2017-, que le reconocerá un estímulo a la mitad de su producción (8,5 millones de metros cúbicos frente a los 17 millones de metros cúbicos que estimaba la empresa). Techint es accionista de Transportadora de Gas del Norte (TGN). Si le interesa acceder a la nueva propuesta oficial, podría propiciar una ampliación del gasoducto de TGN.
Como contracara del entusiasmo por el gasoducto, en el Gobierno están desilusionados con la situación del tren de Vaca Muerta. El Poder Ejecutivo convocó a las petroleras que quieren mover arena, agua u otros insumos que se necesitan en el proceso de extracción a través de ese medio de locomoción. YPF también dijo presente, según fuentes oficiales. Pero ninguna otra grande acercó propuestas. En Energía predomina cierta decepción sobre el cuadro.
El tren es viable si hay empresas que van a usarlo. De lo contrario, en el Poder Ejecutivo dudan de la conveniencia de esa inversión. YPF le manifestó a las autoridades que confía en convencer a otras firmas para que también participen.
En el Gobierno y las empresas coinciden que la producción de gas no puede vivir solo de los cuatro meses invernales. Creen que los otros ocho meses hay que exportarle sin interrupciones a Chile. En los últimos meses, algo de eso se hizo. Sin embargo, en febrero hubo una interrupción de 10 días -se utilizó el gas para alimentar usinas térmicas, que genera electricidad para cubrir la ola de calor- y las empresas trasandinas manifestaron su disgusto frente al comportamiento argentino. Tanto las empresas como el Poder Ejecutivo coinciden que fue un error, pero que no había otra alternativa.
La Secretaría de Energía convocó a dos consultas públicas para ampliar la capacidad de transporte desde Vaca Muerta y para aumentar la compra del hidrocarburo por parte del Estado en invierno.
En octubre de 2018 este diario ya anticipaba la posibilidad de la que por estos días se habla en el país: que para exportar gas natural licuado (GNL) –y reducir las importaciones-- por barco iba a ser necesario construir un nuevo gasoducto, dado que los actuales están casi al límite de su capacidad de transporte, la que en invierno se ve desbordada dada la creciente producción de gas de Vaca Muerta.
Pero el dato más importante para nuestra ciudad es que dicho gasoducto, en caso de que los planes del Gobierno se concreten y se opte por construir uno nuevo en lugar de ampliar los ya existentes, constaría de dos tramos y los dos se encontrarían en Bahía Blanca, distrito que ya de por sí, en cercanías de General Cerri, alberga el nodo de gasoductos más importante del país.
Con el fin de reducir el gasto público, bajar las importaciones de gas licuado (GNL) e incentivar las inversiones en Vaca Muerta , el Gobierno lanzó ayer dos consultas públicas, que serán las bases de los nuevos proyectos que saldrán firmados en un mes, para incentivar la producción de gas en la cuenca neuquina.
Los proyectos, además, serán una forma de recomponer la relación con el sector privado, luego de que las empresas manifestaran su enojo por la modificación en la interpretación del esquema de subsidios pautado en la resolución 46.
Por un lado, la Secretaría de Energía quiere ampliar la capacidad de evacuación de gas de Vaca Muerta. Las opciones que están sobre la mesa son dos: aumentar la capacidad de los tres gasoductos existentes o construir uno nuevo, que es la alternativa que más convence en el Gobierno.
"El invierno pasado no entró más gas en los gasoductos que vienen de Vaca Muerta al centro del país. Es el principal cuello de botella porque no hay manera de sacar la producción cuando se llena el gasoducto", dijeron en Energía, desde donde señalaron que el último caño de este tipo que se construyó en Argentina data de 1988.
"Se hará lo que las empresas piensen que es mejor. El horizonte menos optimista es hacer ampliaciones parciales, pero si pensamos en el potencial que todo el sector cree que tiene Vaca Muerta, la solución sería construir un gasoducto troncal nuevo que puede hacerse en dos etapas", agregaron.
En caso de que se considere la última opción, el Gobierno licitará un primer tramo desde Neuquén a Bahía Blanca, que costará USD 800 millones y que podrá trasladar entre 15 a 17 millones de metros cúbicos día (m3/d). Desde el puerto bahiense, luego se puede licuar el gas para llevarlo a Escobar por barco para ser distribuido en el centro norte del país.
El segundo tramo costaría USD 1.200 millones, iría desde Bahía Blanca al área metropolitana y reforzaría todos los caños. Esto permitiría tener una segunda ampliación de capacidad de transporte de entre 20 a 22 millones de m3/d, que sumaría en total entre 35 a 39 millones de m3/d.
En términos concretos para nuestra ciudad significaría la muy probable posibilidad de que Transportadora Gas del Sur (TGS) aumentara su capacidad operativa, dado que su objetivo, en caso de contar con mayor abastecimiento gracias a un nuevo gasoducto, sería ampliar la planta en la que extraen los licuados –butano, propano, etc.-- que luego se venden en el mercado interno por camiones o bien se exportan por buque a través de las postas de inflamables de Puerto Galván.
Eso implicaría más obras, mayor empleo, mayor movimiento en el puerto y una posibilidad clara de que la empresa química Dow --entre otras del Polo Petroquímico-- amplíe su capacidad operativa, gracias al mayor abastecimiento de etano que le podría pasar a brindar TGS.
1 - Según trascendió desde Energía y en medio de los vaivenes del dólar, el Gobierno espera que la suba de la tarifa del gas que se comunicará este mes no supere el 30 %, como se había anunciado. Con todo, mantienen la incógnita hasta saber el promedio del dólar de la primera quincena de marzo, que definirá parte del precio del gas y del aumento que anunciará el Enargas para abril.
2 - El nuevo plan se llamará RIG, o Reemplazo de Importaciones de Gas (en inglés, rig también es la plataforma de perforación) y su objetivo será sustituir las importaciones de gas subastando el transporte de 12 millones de metros cúbicos por día en los cuatro meses de invierno.
3 - Será a cuatro años, se tomará el precio del GNL que llega en barcos como referencia y se implementará por medio de Ieasa, que le venderá el gas a Camessa y luego licitará. Podrán participar las empresas del mercado que operan en la cuenta neuquina, incluso las que ya reciben incentivos.