ARIEL BASILE
El interés de las pymes bonaerenses por desembarcar en Vaca Muerta alentadas por la gestión de María Eugenia Vidal encendió una luz de alarma en Neuquén, donde el gobierno, empresas y sindicatos buscan atrincherarse y crear un sello local para que la representación ante las petroleras quede dentro de las fronteras provinciales.
El alerta llegó luego de que la semana pasada la administración bonaerense reuniera en Mar del Plata a unas 250 pymes que ratificaron su intención de expandirse al megayacimiento no convencional. El encuentro encabezado por Javier Tizado, responsable de la cartera de Producción de la provincia de Buenos Aires, abrió el juego a las firmas que no están radicadas en la zona petrolera.
Por eso, distintos actores neuquinos alzaron la voz. Por una parte, el secretario general del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, Guillermo Pereyra, advirtió que el gremio "no permitirá que las empresas golondrina" operen en "la cuenca nequina", y señaló que la organización será "muy exigente" con las compañías de otras provincias que procuren prestar allí servicios. Pereyra, también senador nacional por el MPN, sostuvo que "no se permitirá que desembarquen en Neuquén si de forma previa no tienen la aprobación de las cámaras empresarias locales y su Federación, con la que el gremio convino un trabajo conjunto de defensa del empleo".
El pedido de Pereyra tuvo eco en la Federación de Cámaras del Sector Energético de la provincia de Neuquén (Fecene), que a través de un comunicado cuestionó la iniciativa del gobierno de Vidal: “No podemos contemplar la importación del desempleo de otras regiones, aunque estamos plenamente dispuestos a compartir espacios con todos aquellos que estén dispuestos a integrarse al futuro productivo de nuestra provincia”. El texto agregó: “Resulta imprescindible que la producción local de bienes y servicios se desarrolle y provoque el crecimiento de empleo y la absorción de problemas socio-económicos que estos emprendimientos producen”.
También desde el gobierno de Omar Gutiérrez siguen con atención la avanzada bonaerense. Y está en estudio el impulso del “sello Neuquén”para mantener la autoridad sobre las negociaciones en Vaca Muerta. Antes, desde la región habían cuestionado el relanzamiento de la Unión Industrial de la Patagonia, que tuvo en octubre pasado su acto inaugural en Bahía Blanca. Un polo portuario que ya había clavado sus ojos en el yacimiento no convencional