Si bien la principal apuesta del gobierno nacional, el Tren Norpatagónico, es la iniciativa más avanzada, desde algunos sectores ya se empieza a mirar a los ríos como una opción a considerar para bajar los costos de los fletes.
Comenzará un ciclo de charlas y debates organizado por Fundesur y las legislaturas de Neuquén y de Río Negro denominado “Imagina la Norpatagonia: otra región es posible”, que tiene como uno de sus ejes la posibilidad de restaurar la navegabilidad desde Viedma hasta Arroyito. La iniciativa es respaldad por Funyder, el Colegio de Arquitectos de Neuquén, el Colegio de Arquitectos de Río Negro, el Colegio Profesional de Técnicos de Neuquén, la Universidad Nacional de Río Negro, el INTA y el INTI.
La idea es debatir la posibilidad de desarrollar un corredor costanero entre los municipios ribereños con objetivos turísticos, urbanos y productivos, y a la vez impulsar un análisis de los caudales mínimos de los ríos Negro y Limay para establecer la viabilidad de la navegación de barcazas de carga.
El ingeniero hidráulico Rubén Etcheverry presentó hace dos años la idea ante funcionarios de Recursos Hídricos de Nación, como una opción a tener en cuenta en la planificación de la logística de Vaca Muerta.
“Creo que sería bueno iniciar estudios de factibilidad que determinen si es una opción económicamente viable. En muchas ciudades del mundo el trasporte fluvial está desarrollado porque es más eficiente, ecológico y económico que el terrestre y el ferroviario”, señaló.
Etcheverry, que busca incluir el tema en el ámbito de la Mesa Vaca Muerta, destacó que la cuenca de los ríos Limay y Negro es naturalmente regulada, con caudales mínimos suficientes para permitir la navegación aun en estiaje, y que la construcción de las represas aguas arriba, si bien limita el acceso con barcazas hasta Arroyito, mejora la navegabilidad.
En este contexto, podría ser una alternativa para poder seguir bajando los costos den los pesados equipamientos de la industria.
En Argentina, la principal cuenca con transporte fluvial es la Hidrovía Uruguay-Paraná. De esa cuenca proviene la arena de fractura que utiliza Tecpetrol en el yacimiento Fortín de Piedra.
La proveedora es la empresa Arenas Argentinas del Paraná, integrante de Jan De Nul Group, compañía de origen belga y líder mundial en actividades de dragado y construcción marítima.
Consultado por +e, el responsable de la firma, Diego Díaz Peralta, señaló que hoy el transporte fluvial de la arena de fractura no está entre los planes, así como tampoco ven atractivo el posible negocio de la navegabilidad entre Neuquén y Río Negro.
La empresa transporta 4 mil toneladas de arena por mes desde Corrientes hasta Añelo mediante camiones.
“Hoy, para nuestro tipo de arena, nuestros costos de fletes son más competitivos que los de las arenas de Chubut, que son trasladadas desde el yacimiento hasta la planta de tratamiento y luego por tren y por camiones hasta Vaca Muerta”, indica el empresario.
Según Díaz Peralta, el transporte multimodal encarece el flete por las operaciones de carga y descarga entre cada medio de transporte.
Otra de las opciones que se barajan es llevar la arena desde el río Paraná por vía marítima hasta Bahía Blanca y de allí en el futuro Tren Norpatagónico hasta Añelo.
“En la actualidad no hay una factibilidad económica para esa opción: hacen falta puertos con características especiales”, dijo.