VICTORIA TERZAGHI
La técnica de re entry o reingreso comenzó a ser utilizada en perforaciones antiguas para dirigirlas hacia la formación no convencional.
Desde el descubrimiento de petróleo en Plaza Huincul, en lo que pasó a llamarse el Pozo 1 en octubre de 1918, se perforaron en la provincia de Neuquén cerca de 14.500 pozos. De ese total, apenas un poco más de 1.000 pozos están orientados a la producción de hidrocarburos no convencionales, pero los 13.500 restantes representan todo un potencial a partir de la técnica de re entry, que permite reconvertir una vieja perforación para buscar ahora los recursos de Vaca Muerta.
El re entry o reingreso a un pozo no es un desarrollo reciente, pues se ha utilizado esa técnica para, por ejemplo, profundizar perforaciones ya existentes con el mismo objetivo que tuvieron desde el primer día.
Sin embargo varias operadoras comenzaron a incursionar en el uso de esta técnica para reconvertir viejos pozos en potenciales productores del shale oil de Vaca Muerta.
En la subsecretaría de Hidrocarburos de Neuquén se recibieron, en los últimos meses, cerca de 20 pedidos para realizar re entry o reingresos de los cuales más de la mitad correspondieron a pozos que originalmente eran convencionales para reconvertirlos en no convencionales con el nuevo ingreso.
Una de las firmas que avanzó en estas pruebas fue Pan American Energy(PAE) en el bloque Coirón Amargo Sur Este (CASE) en donde no sólo reconvirtieron dos viejos pozos convencionales para buscar la producción de Vaca Muerta, sino que además utilizaron pozos que no realizaron ellos sino que fueron perforados décadas atrás cuando el área correspondía a la firma Roch.
Para la firma estos reingresos representaron la posibilidad de explorar el área a un menor costo que si dichos pozos hubieran sido perforados desde la superficie, aprovechando además la locación ya realizada.
Se trata de los pozos CAS 14 (r) (h) y CAS 15 (r) (h), los cuales en mayo alcanzaron una producción promedio de 210 barriles por día y 538 barriles por día, respectivamente.
Los re entry se realizaron el año pasado con el objetivo de profundizar los pozos existentes para poder luego realizar ramas laterales con destino a Vaca Muerta, las cuales alcanzaron en un caso los 1.000 metros y en el otro los 1.500 metros de extensión.
“Un re entry puede tener distintos objetivos, desde abrir una nueva zona en una columna ya perforada, profundizar un pozo existente o realizar una rama lateral”, explicaron desde el organismo provincial y detallaron que en el caso de la firma Capex se está realizando un programa de reingresos para profundizar sus propios pozos a razón de 400 a 500 metros para dar con los recursos no convencionales pero no de Vaca Muerta, sino de la formación Molles Orgánico.
Pero no todos los pozos son candidatos para realizar un reingreso y por ello se requiere de un estudio previo para analizar su estado.
Desde la subsecretaría de Hidrocarburos de Neuquén detallaron que el primer paso necesario para definir si un viejo pozo es candidato a un re entry es que no tenga producción, luego se requiere estudiar la integralidad de todo el pozo y de sus tubing y casing.
El segundo factor clave es el diámetro de los tubings pues si son menores a las 7 pulgadas no sólo las herramientas necesarias para realizar el reingreso son mucho más costosas, sino que además la producción futura se verá limitada por el nuevo diámetro del tubing que necesariamente deberá ser menor.
Cuando un pozo es buen candidato se requiere estudiar luego la zona donde se va a intervenir, por ejemplo con una rama horizontal, pues para ello se requiere chequear que la cementación esté en óptimas condiciones para evitar pérdidas de fluidos.
Pero el factor determinante a la hora de definir si se avanza o no en un re entry es la ecuación económica y según comentaron desde Hidrocarburos de Neuquén “de momento es caro pero puede que con el tiempo se vayan bajando los costos y sea una buena alternativa. Lo concreto es que estamos recibiendo más pedidos que los que hubo en los últimos años”.
En los primeros años de operaciones en Vaca Muerta los pozos realizados fueron verticales y si bien podrían ser candidatos a futuros reingresos para reconvertirlos en pozos horizontales, la mayoría fueron realizados con tubings estrechos.
El desarrollo explosivo de Vaca Muerta y los no convencionales en general pusieron a la legislación nacional en offside en lo que hace a la regulación de los pozos.
“Las normativas están desactualizadas porque directamente fueron pensadas antes del desarrollo de los no convencionales”, explicaron desde la subsecretaría de Hidrocarburos de Neuquén.
Y detallaron que en algunos casos las normas obligan a que un pozo exploratorio deba ser declarado como vertical, cuando en la práctica se lo realiza de esa forma para extraer coronas -por ejemplo- pero desde su diseño tuvo como objetivo final ser un pozo horizontal.
La normativa (1040/09) utilizada data de 2009 pero rápidamente ha quedado desactualizada.
La producción en los campos maduros de Neuquén, la provincia que capitaliza Vaca Muerta, muestra una marcada línea en picada producto del declino natural de los yacimientos y la falta de inversión en nuevas perforaciones que potencien su actividad. De hecho a mayo se realizaron 136 pozos y de ellos sólo 8 fueron convencionales.
Las técnicas de recuperación secundaria y terciaria que han tenido buenos resultados en cuencas como la del Golfo San Jorge, son incipientes en la zona, pero potencian la cantidad de pozos candidatos a re entry.
Es que durante la recuperación secundaria el agua inyectada para incrementar el retorno de los hidrocarburos genera interferencias a la hora de programar un reingreso y desde las operadoras prácticamente se da por descatado el uso de pozos en los que se hayan realizado trabajos de recuperación secundaria y terciaria.
Pese a ello la producción convencional en Neuquén continúa cayendo a la sombra del incremento en la producción del shale de Vaca Muerta que compensa y supera el ritmo del declino.