VICTORIA TERZAGHI
La incertidumbre continúa pese al resultado electoral. La preocupación central de las operadoras de la formación es el precio del crudo, pero sólo se esperan microdescongelamientos. Surgen dudas por la continuidad de los incentivos al gas.
Las elecciones nacionales llegaron y pasaron. Alberto Fernández es el presidente electo pero en Vaca Muerta el clima de incertidumbre cambió poco y nada. Para la mayoría de las operadoras no sólo son múltiples las preguntas sin respuestas y que consideran claves para desempolvar finalmente sus inversiones, sino que también las más urgentes definiciones se concentran en las semanas que le quedan al gobierno saliente de Mauricio Macri.
Ante este escenario, desde la provincia de Neuquén, como cabecera de Vaca Muerta, se emprendió una tarea casi evangelizadora para convencer al nuevo gobierno nacional de no sacrificar a la gallina de los huevos de oro, o dicho en términos concretos, de no dinamitar la llega de las inversiones necesarias con medidas como el congelamiento de los precios del gas y el petróleo en boca de pozo.
El ánimo que impera en Vaca Muerta desde las elecciones PASO y las consiguientes medidas que afectaron su funcionamiento como son el congelamiento del precio del petróleo y el control de capitales sigue siendo de crisis. El próximo jueves 14, en apenas dos semanas, termina el plazo del congelamiento de 90 días en el precio del crudo y los combustibles.
Desde las operadoras con activos en Vaca Muerta no saben aún si se podrá descongelar el precio del barril que a partir de esta medida pasó a pagarse sólo 37,90 dólares, una caída de casi el 25% sobre los cerca de 50 dólares que cotizaba antes del DNU 566.
Este valor marca una brecha enorme con el precio del Brent que ayer cotizaba a 61,19, un 38% de diferencia que responde también a la aplicación del equivalente a las retenciones a las exportaciones que imponen las refinadoras.
La liberación del precio del barril debería acompañar a la del precio en los surtidores, dado que de lo contrario cargaría el desfase en los refinadores, y es por esto que desde las firmas consultadas se indicó que en el escenario más positivo para sus intereses esperan sólo un nuevo minidescongelamiento, del orden del 3 al 5% en este mes. Muy lejano al desfase en los surtidores que por ahora, con el dólar a 63,50 pesos, es del 20%.
A 40 días del cambio de gobierno Fernández no ha dado pistas de quién será su designado para hacerse cargo tanto de Energía como de un posible reemplazo en la presidencia de YPF, aunque desde las mismas operadoras reconocen que nombrar anticipadamente a una persona funcionaría como “comprarse el caos que hoy tenemos antes de que sean gobierno”.
El punto positivo que desde las principales firmas se destacó del resultado de las elecciones del domingo pasado es la corta brecha que hubo entre Fernández y Macri. Los casi 8 puntos que finalmente los distanciaron y la importante cantidad de legisladores que Cambiemos incorporó es visto como un signo positivo por las petroleras que consideran que el gobierno que viene deberá ser más dialoguista y consensuar las medidas que tome.
Además, desde las petroleras se destacó como otro signo favorable para su actividad que el titular del sindicato más fuerte del petróleo, como es Guillermo Pereyra en Petroleros Privados de Río Negro, Neuquén y La Pampa, no haya logrado renovar su banca en el Senado.
Para las operadoras el doble rol de Pereyra era un factor que no les gustaba por la fuerza de presión extra que le otorgaba a la actividad sindical. Sin embargo, esta semana Pereyra ya anunció que de no llegar a un acuerdo en la paritaria que tienen en marcha no dudarán en lanzar medidas de fuerza.
Entre las dudas que surgen a partir de la asunción de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner se destacan por un lado la continuidad -o no- de la Resolución 46. El subsidio a la producción de gas no convencional es una papa caliente por donde se la mire: Tecpetrol, la petrolera de Paolo Rocca, es la firma más beneficiada con aportes del Estado que en tiempos de vacas flacas tanto se necesitan.
Sin embargo desde varias operadoras confían que el plan, que vence en diciembre de 2021, continuará dado que por un lado marca un sendero de precios decreciente que el año que viene garantizará un valor de 6,50 dólares por millón de BTU, pero también como gesto de buena fe ante los inversores.
“Sería una pésima señal que lo primero que hagan sea cambiar las reglas del juego porque este es un programa que está acordado”, indicaron desde una firma sin dejar de recordar que “la mayor producción de gas que se logró con la Resolución 46 fue la que permitió reducir importaciones”.
Pero además también hay fuertes dudas sobre qué sucederá con el control de capitales, si habrá o no una suerte de Isla Vaca Muerta como ocurrió con la llegada de Chevron en 2013, y qué definiciones se tomarán en torno a las tarifas tanto de gas, electricidad como también de los combustibles.
Y es precisamente en este último segmento de dudas que el ex gobernador de Neuquén, Jorge Sapag, un hombre muy cercano a Fernández y el kirchnerismo, impulsa una propuesta centrada en fomentar el potencial exportador de Vaca Muerta para que genere no sólo el ingreso de divisas al país sino también más impuestos para el Estado y una energía más barata para los usuarios.