VICTORIA TERZAGHI
El gasoducto a Vaca Muerta, una obra clave para la colocación de la mayor producción del fluido que generen los desarrollos no convencionales, está a un paso de ser sólo un lindo recuerdo.
Desde el gobierno nacional se suspendió al calor de la cuarentena obligatoria la licitación pero ahora la decisión de bajarle el pulgar a la obra podría ser definitiva dado que desde la cartera de Energía se advirtió que no estaban dadas las condiciones para el llamado a licitación.
“Pensé que le íbamos a meter pata y cuando pedí los antecedentes me encontré con que faltaban estudios básicos de viabilidad, técnicas, económicas”, aseguró el subsecretario de Hidrocarburos de la Nación, Juan José Carbajales en una entrevista online del sitio especializado EconoJournal.
El funcionario de peso en la cartera de Energía explicó además que “muchos empezaron a decir por qué no hacer obras menores, loops, llevar gas al norte, y creo que para ese lado va”.
Carbajales señaló que “a GNEA le falta el 2% para llevar gas a 4 ó 5 provincias” y advirtió que “GNEA se va a terminar, y el gasoducto del centro se verá si no hay opciones en el corto plazo que sean más oportunas”.
La línea permitiría llevar gas a más consumidores.
Un punto sobre el que se entremezclan tanto la dificultad para hacer frente a una inversión de no menos de 800 millones de dólares para su primera etapa, con la posibilidad de hacer obras menores y más económicas que permitan viabilizar el gas teniendo en cuenta además la caída en la producción.
La obra fue anunciada con bombos y platillos por la anterior gestión nacional a principios de julio del año pasado. La nueva traza representaba tras más de 30 años la creación de la tercera concesión nacional de transporte de gas y por eso ya se la había bautizado como Transportadora Gas del Centro (TGC), dado que su traza iría justo en medio de las existentes de TGN y TGS.
La primera fecha de apertura de ofertas fue el 12 de septiembre del año pasado, pero pocos días antes Nación postergó por 60 días la apertura ante el pedido de algunas empresas de tener más tiempo para analizar el pliego.
La segunda fecha de licitación fue el 12 de noviembre del año pasado, una fecha que quedó entrampada en la crisis macroeconómica potenciada por los resultados electorales.
Ya para ese momento conseguir el financiamiento para la obra se vía como algo muy complejo, más allá de los fondos nacionales y de un organismo internacional que ofrecía el gobierno.