VICTORIA TERZAGHI
El quinto mes desde el inicio del aislamiento obligatorio dejó una imagen de la actividad en Vaca Muerta con un ritmo mucho menor al que se tenía antes de la pandemia. En agosto se sumaron 98 etapas de fractura a la formación no convencional marcando que, si bien se mejoró con respecto al mes anterior, aún se trabaja apenas a un 25% de lo que supo ser.
Durante agosto Vaca Muerta sumó solo 98 etapas de fractura.
Según se desprende del informe especial que mes a mes elabora Luciano Fucello, el country manager de NCS Multistage, solo fueron dos las operadoras que trabajaron sobre sus pozos durante agosto.
La firma más activa volvió a ser la angloholandesa Shell que realizó un total de 77 etapas de fractura. La segunda firma fue la petrolera formada por Miguel Galuccio, Vista Oil&Gas, que realizó 21 etapas de fractura en su bloque Bajada del Palo Oeste y se sumó al reducido grupo de empresas que retomaron la actividad en Vaca Muerta.
Si bien en julio la formación apenas había sumado 44 etapas de fractura, siendo así el peor mes desde que se rehabilitaron este tipo de trabajos, el incremento de etapas alcanzadas en agosto tampoco es tan alentador.
Es que hasta antes de la pandemia, los niveles habituales de trabajos en Vaca Muerta eran de unas 400 etapas de fractura por mes, e incluso en febrero del año pasado se alcanzó el récord de actividad con 712 etapas completadas en un solo mes.
Pero el balance de la actividad de agosto dejó un dato un tanto más positivo que es que luego de varios meses en los que hubo una sola empresa de servicios activa, el mes pasado mostró que fueron dos las compañías que realizaron los trabajos de fractura dado que a Halliburton se sumó Schlumberger, tras una pausa de cuatro meses.
El 20 de marzo pasado, cuando se dictó la cuarentena total en el país se paralizaron también los trabajos en Vaca Muerta hasta los primeros días de mayo cuando se autorizaron los protocolos sanitarios para que puedan regresar al trabajo.
En ese mes Pan American Energy (PAE) y Shell fueron las firmas que retomaron rápidamente los trabajos para completar sus pozos, sumando en ese período 28 etapas de fractura.
Ya en junio, el ritmo de la actividad fue mayor, y entre Shell y Chevron se completó un total de 196 etapas de fractura. Pero el nivel volvió a bajar el julio cuando solo Chevron siguió adelante con su piloto en el norte de Vaca Muerta.
De esta forma, en los cinco meses que va desde el inicio de la pandemia Vaca Muerta sumó un total de 366 etapas de fractura, es decir menos que las 402 etapas que se alcanzaron a completar en los 19 días de trabajo normal que hubo en marzo.
Un volumen de actividad que representa que en cinco meses fueron menos de una decena los pozos que se completaron entre las diversas empresas en la formación no convencional.
LmNeuquén
DAVID MOTTURA
En el marco del ciclo de conferencias sobre petróleo y gas de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Argentina (AmCham), una de las presentaciones estuvo a cargo de Elizabeth Urbanas (foto), subsecretaria para las Américas y Asia del Departamento de Energía del gobierno estadounidense. La funcionaria realizó un balance del desarrollo hidrocarburífero que surgió con el shale y propuso algunas lecciones aprendidas que podría adoptar la Argentina.
"Tanto Estados Unidos como la Argentina produjeron petróleo en principio, pero ahora cada vez más gas natural. Ambos países desarrollaron nuevas técnicas de perforación y el fracking, algo que nos lleva mucha inversión en I+D (Investigación y Desarrollo)", expresó Urbanas, en un panel que compartió con los ministros Alejandro Monteiro (Energía de Neuquén) y Martín Cerdá (Hidrocarburos de Chubut).
"Antes construíamos instalaciones para importar petróleo y gas, con el boom de los no convencionales comenzamos a exportar y por primera vez estamos haciendo envíos al exterior de gas natural, algo poco común en Estados Unidos", apuntó. Con la saturación del mercado doméstico, se apuntó a la exportación de gas como GNL y de este modo un cuarto del gas estadounidense va a América Latina desde 2016.
Urbanas contó que los recursos hidrocarburíferos permitieron la reindustrialización y en poco tiempo volvieron al país puestos de trabajo que habían sido deslocalizados hacia otros países. Principalmente el sector petroquímico se ve beneficiado por el regreso de la actividad en estados como Texas y Louisiana.
"Pudimos exportar a gran escala con la construcción de infraestructura y dando condiciones para la financiación de los distintos proyectos. Cuando empezamos con el gas no convencional nuestro Departamento de Energía se puso a trabajar en las mejoras de los gasoductos y así avanzamos en el uso de gas natural para la generación de energía", describió Urbanas en su exposición ante la AmCham.
"Es importante para la Argentina y Vaca Muerta aumentar la infraestructura y así poder llevar la producción a los centros de almacenamiento en la costa o a las poblaciones que lo necesitan. En esto último, ampliar las redes de suministro les va a traer muchas oportunidades", subrayó Urbanas.
El gobierno estadounidense quiere utilizar todas sus fuentes de energía de manera combinada: carbón, energías renovables y el gas natural. Junto a Canadá y México tienen acuerdos comerciales con objetivo en la integración, con patrones similares de regulación.
"Apreciamos la relación bilateral porque los únicos dos países con proyectos comerciales de hidrocarburos no convencionales", señaló Urbanas. En ese sentido, la funcionaria del Departamento de Energía de Estados Unidos dijo que se espera tener una reunión pronto con el nuevo Secretario de Energía de la Nación, el neuquino Darío Martínez. "Sabemos que tiene mucho conocimiento sobre el sector energético", agregó.
Además del petróleo y el gas, en la región hay un crecimiento de las renovables y las hidroeléctricas en los últimos diez años. "Vemos a América Latina en general, considerando al Hemisferio Occidental como un productor fuerte y confiable de energía. Eso lo vemos concretarse en Argentina, Brasil, Chile y Colombia", remarcó la funcionaria estadounidense. Es así que el planteo de Estados Unidos es alinear los sistemas regulatorios como ocurre en América del Norte.
"Ahora estamos en un proceso de recuperación donde es una señal importante la estabilización de los precios del petróleo. Queremos responder al paso que avance el mercado", dijo.