Además del ahorro de dólares por importaciones, el gasoducto de Vaca Muerta se hará sentir en la cuenta de tarifas y subsidios. Menor presión para aumentos a hogares, industrias y comercios
SANTIAGO SPALTRO
Mientras persiste el congelamiento de las tarifas de energía hasta que se defina el resultado de las elecciones, el Gobierno se prepara para obtener un gran alivio fiscal en el próximo trimestre gracias a las operaciones del Gasoducto Néstor Kirchner (GNK) de Vaca Muerta.
La obra pública más importante construida en los últimos años ya generó un ahorro de unos US$ 600 millones en importaciones de combustibles desde su puesta en marcha, el 4 de agosto.
Según un documento oficial que manejan la Secretaría de Energía y la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), entre noviembre y enero 2024 se producirá una fuerte baja del costo energético, lo que reducirá la presión para ejecutar nuevos aumentos en las tarifas.
En los cálculos provisorios que maneja el gobierno, que están sujetos a cambios en función de la oferta energética -disponibilidad de gas, recursos hidroeléctricos, energías renovables y el uso de las centrales nucleares- y la demanda -atada principalmente a la temperatura-, el costo de producir electricidad promediaría en los próximos tres meses unos US$ 59 por megavatio-hora (MWh).
Aunque no está definida la política cambiaria que sobrevendrá a las elecciones, los técnicos de Cammesa simularon un escenario en el que se retoma el crawling peg a partir de enero 2024 -micro devaluación administrada diaria- con un sendero mensual descendente, que llevaría al dólar oficial a unos $ 358,40 en promedio entre noviembre y enero. En base a esos cálculos se definirá el costo mayorista que se trasladará a las tarifas de todo el país.
SUBSIDIOS Y TARIFAS ENERGÉTICAS
Ningún economista, banco o consultora imagina un atraso cambiario semejante, sino una aceleración del tipo de cambio, lo que tendría un impacto fuerte en los subsidios energéticos.
Más allá de eso, lo cierto es que la mayor disponibilidad de gas natural de producción local a US$ 3,50 por milllón de BTU disminuiría a su totalidad las necesidades de importaciones de gas de Bolivia -a US$ 10- en el verano, así como las lluvias en la Cordillera de los Andes generaron el mejor cuadro hidrológico de los últimos 15 años en el Comahue y ofrece energía barata en base al agua.
Por este motivo, las industrias, los comercios grandes y los hogares de Nivel 1 de la segmentación -ingresos o patrimonios altos y quienes no se inscribieron o renunciaron a los subsidios- verían un costo mayorista de la electricidad de $ 23.223 por MWh, apenas un 3% por encima de lo que ya está trasladado a las tarifas desde agosto.
De acuerdo a los datos del Observatorio de tarifas y subsidios del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y el CONICET, los subsidios energéticos acumularon hasta septiembre unos $ 2.110.897 millones -$ 2,1 billones-, entre las transferencias del Tesoro nacional a Cammesa, a Energía Argentina (Enarsa) y a las petroleras por el Plan Gas. El ajuste en términos reales en los primeros nueve meses de 2023 alcanza el 18,7%.
Se espera que en un año completo, la primera etapa del gasoducto de Vaca Muerta produzca un ahorro de unos US$ 4000 millones.
La reversión del Gasoducto Norte, a partir de mayo de 2024, ofrecerá otra sustitución de importaciones por US$ 1.200 millones el año que viene. Para la construcción de la obra entre Tío Pujio y La Carlota, y la reversión de plantas compresoras, se presentaron Techint y Sacde; BTU; y Pumpco, de los hermanos Mas, dueños del Inter Miami, en donde juega Leo Messi.